Los cinco nuevos «Soletes» que ya brillan en Córdoba

Argus

Enclavado en la calle Cardenal González, a pocos pasos de la Mezquita-Catedral, el restaurante de Felipe Barbancho y Charlotte Potteaux brinda una cocina de alta calidad que fusiona la riqueza culinaria de Córdoba con la influencia de la gastronomía vasco-francesa.

Casa-taberna El pisto de Miguel

Uno de los sitios históricos de la gastronomía cordobesa, situado en la plaza de San Miguel, en pleno centro de la capital. De ella dice la Guía Repsol: «Esa alegría irresistible que se origina en los sitios donde coinciden parroquianos y viajeros qué saben dónde parar. Eso es lo que ofrece este 'Casa del Pisto', junto a platos de la cocina tradicional cordobesa».

Cuatro generaciones han sumado, se suceden y aseguran la continuidad de una de las tabernas con más solera de la ciudad.

Taberna bar El Olmo

El Olmo, cuyo nombre le viene del tipo de madera de su barra, ocupa desde 2012 el número 1 de la calle Historiador Díaz del Moral.

El tipo de cocina es tradicional, sencilla pero con solvencia y cuenta con menú diario a buen precio que conquista a locales y foráneos. Los platos tienen unas hechuras que rezuman recuerdos infantiles, como muestra su solomillo al oloroso. A esta propuesta suman la amplitud de su horario, una carta de vinos meditada y el buen ambiente de su terraza.

Bar Casa Lucas

Es uno de los clásicos del fast food deluxe de la ciudad. Sus icónicos perritos (pan calentito y crujiente, tomate, mayonesa y mucha cebolla) han conquistado el corazón y el estómago de grandes y pequeños, ciudadanos anónimos y famosos desde hace más de 50 años.

Lucas lo empezó a servir en 1969 en la Plaza de Ramón y Cajal y cuatro generaciones de clientes han seguido acudiendo a dar buena cuenta de ellos. Hoy, es su hijo Rafael quien mantiene con mimo el negocio, orgulloso de lo conseguido y entusiasta, junto a su mujer María Aguilera.

El bar de Paco Morales

Cocina fresca, dinámica e informal en un bonito local con terraza, son solo algunos de los pilares de la propuesta más desenfada del chef Paco Morales. Su oferta gastronómica se puede combinar con alguna de las casi 40 referencias de vino que acompañan una carta cambiante cargada de productos de temporada, con el sello creativo de este cocinero.