Antojos de Adamuz: familia, talento e innovación

Con esta marca rebautizaron a la antigua cafetería Elizabeth, que su marido y ella regentaban en la localidad desde los años 80, e iniciaron una nueva etapa con una decoración y una carta más contemporáneas, y con la incorporación al negocio de los más jóvenes de la familia.

De las manos y de la imaginación de Toñi salen las propuestas que atraen visitas y buenos comentarios todos los fines de semana, en un municipio de 4.000 habitantes. Como explica su hijo, Ángel Valverde, “tenemos una clientela fija a la que intentamos sorprender semana tras semana, con cinco o seis novedades que no pueden comer en otro sitio”. Y con unas recetas cien por cien caseras, elaboradas con productos de cercanía.

El plato más representativo de la casa son las croquetas de carne picada y jamón . “Aunque vamos metiendo nuevos sabores, como las croquetas de espinacas y piñones, las primeras son un ‘best seller’, porque la gente de Adamuz ha crecido con ellas”.

Otro entrante “que piden en todas las mesas” es la anchoa con pan de lino, queso de cabra de Córdoba y mermelada de pimientos . Y tampoco faltan las patatas bravas con salsa casera “para compartir en el centro, como prefieren nuestros clientes”.

Las carnes tienen también un gran protagonismo en Antojos. “Trabajamos con un proveedor de Villanueva que cría sus cerdos y nos suministra los ibéricos”, con los que “preparamos platos que respetan al máximo el producto, tocándolo lo menos posible”, detalla Ángel. También tienen, en temporada, carne de montería como venado o jabalí.

Las recetas típicas de la provincia se alternan con las versiones de Toñi Jiménez de platos de otras partes de España u otros países. Un ejemplo es el cachopo, plato típico asturiano, que en Antojos elaboran con queso azul de Zuheros. O el sushi ‘a la cordobesa’ con morcilla o lomo de orza.

“Siempre estamos innovando y cuidamos muchos las presentaciones –asegura Ángel-. Mi madre pasa días ensayando con nosotros, hasta que logra los platos que busca”. La admiración de Ángel por su progenitora queda patente durante la entrevista: “Es autodidacta; aprendió ella sola, trabajando tras los fogones desde los 20 años; y no tiene miedo de mezclar y fusionar sabores”.

Para Ángel, “es una gran satisfacción que se hable de Antojos como se habla, porque es el reconocimiento al trabajo de mi padre, que nació prácticamente detrás de una barra porque mi abuelo regentaba el casino de Adamuz, y al de mi madre, que siente auténtica pasión por la cocina ”.

En esta familia también cocinaba la abuela, cuyas recetas siguen formando parte de la carta de Antojos. “Hemos rescatado el Crispín (un flamenquín de merluza), y cuando lo incluimos en las sugerencias, nos preguntan si lo ha preparado mi abuela porque sabe igual. También guisamos sus buñuelos de bacalao ”.

Además, la familia Valverde-Jiménez está preparando novedades para este otoño . Como el arroz negro con ali-oli, “que hemos metido esta temporada y vamos a mantener”; nuevos postres, como las croquetas de chocolate; y un nuevo servicio de pastelería a partir de octubre con dulces y tartas caseras y por encargo.

“Entre semana servimos, sobre todo, desayunos. Y los viernes, sábados y domingos es cuando se acerca la gente a comer y a cenar , tanto del pueblo como de la capital y la provincia. Por otro lado, tenemos cerca un camping de lujo, que también nos envía clientes”, comenta Ángel.

Situado en la calle Puerta de la Villa, número 7 , Antojos abre de lunes a jueves de 07:00 a 21:00 horas, y los fines de semana de 07:00 a cierre. El teléfono de reservas es el 643 154 949.