Ezequiel Montilla del restaurante Alma: «No entiendo la cocina sin vino»

Ezequiel Montilla explica que su visión de la gastronomía no tiene sentido sin el vino. Para él, el vino no solo acompaña, sino que juega un papel esencial en sus creaciones. De ahí que este evento haya sido diseñado para que la experiencia esté centrada en el maridaje, donde los platos, aunque importantes, ceden protagonismo a una selección de vinos de gran prestigio.

«Queríamos que en esta ocasión el protagonista fuera el vino y que la sala tuviese el control. La cocina pasará a un segundo plano, y el hilo conductor será el maridaje», comenta Montilla. Para este exclusivo evento, se han seleccionado vinos muy especiales y difíciles de conseguir, como el Viña Tondonia de 2012, un Valbuena 2016, y un dulce Don PX de 1999 de Montilla-Moriles.

Aunque Alma Ezequiel Montilla es un defensor de los vinos de Montilla-Moriles, en esta ocasión se han seleccionado vinos de distintas regiones para ofrecer una experiencia distinta y refrescante. «Queríamos ofrecer algo diferente. La gente nos pide probar vinos diferentes y en esta ocasión nos hemos permitido explorar otras opciones. Sin embargo, el toque dulce lo dará un Don PX de 1999, una joya que cerrará la experiencia de manera espectacular», comenta Montilla.

El evento contará con la colaboración de Manuel Contreras, un destacado distribuidor y experto en vinos que aportará su conocimiento y guiará a los participantes en este viaje enológico junto al equipo de sala del restaurante, que estará presente para ofrecer una experiencia única, elevando el papel del servicio y la atención personalizada.

Este menú degustación está diseñado para un selecto grupo de 16 comensales, con el objetivo de ofrecer una experiencia íntima y personalizada. La idea es que los participantes no solo disfruten de los platos y vinos, sino que también dialoguen y compartan sus impresiones en una tertulia sobre el mundo del vino.

«Queríamos que los asistentes pudieran interactuar, preguntar y comentar sus sensaciones. Si hacemos un evento más amplio, se pierde esa conexión entre las personas y el vino», añade el chef.