Taberna la Nueva Magdalena: el sabor de lo antiguo

“Buscábamos un bar con terraza, y surgió la oportunidad de trasladarnos hasta La Magdalena”, explica Damián. A su lado, un conocido recuerda que nos encontramos en la antigua Casa Baltasar, abierta en 1941, en la que se jugaba al dominó y cuyo vino de barril atraía a muchos plateros del barrio. Durante años fue también la Taberna La Abuela, conocida por su gastronomía tradicional andaluza. Ahora, la clientela de unos y otros convive con la nueva, que viene de su anterior establecimiento buscando las recetas de Elena, y con los turistas de los apartamentos cercanos.

La cocina de La Nueva Magdalena defiende “lo antiguo”, esas recetas hechas a fuego lento que ya no se preparan en casa “y que no queremos que se pierdan”, reivindica Damián. Uno de sus puntos fuertes es la casquería, sobre todo la sangre encebollada, la asadurita de pollo y los callos, que se siguen pidiendo a pesar del calor. También salen mucho la carne al Jerez, las manitas en salsa y las alcachofas a la montillana. No obstante, si hay dos platos que dan fama al lugar son el pollo moruno, que Elena prepara con una mezcla de especias, y el codillo guisado con pasas, piñones y la salsa especial de la casa. Todo elaborado a diario, desde cero y sin olla express.

Como cuenta el propietario, “la carta es la misma que teníamos en la Taberna El 6, pero hemos metido más sugerencias, y está teniendo muy buena aceptación”. En invierno, coincidiendo con el inicio de esta nueva etapa, han tenido potajes, habas fritas con huevo y col esparragá. Que retomarán en otoño, cuando cambie el tiempo, junto con otro clásico del anterior local: las migas camperas. Ahora apetece más su deliciosa mazamorra, un buen salmorejo “o el gazpacho rojo, que meteremos pronto en la carta”.

En La Nueva Magdalena, Damián sirve medias y raciones enteras, que se pueden compartir –o no- y completar con alguno de sus postres caseros, como la tarta de queso, de zanahoria o la leche frita. Pero mantiene el formato tapa para el que solo quiera acompañar la bebida con algo más informal, ya sea una carne con tomate, unas patatas bravas, unas berenjenas con miel o unos boquerones en vinagre. También tiene queso, embutidos y conservas de melva o de anchoítas de Santoña. “Voy quitando y poniendo sugerencias, pero siempre tengo lo que yo pediría cuando voy a comer a una taberna”, asegura.

Otro atractivo es que mantiene muy buena relación con el puesto de caracoles contiguo. Las personas que se acercan a este último pueden pedir bebida o comida en la primera. Y viceversa. Para acompañar, Damián mantiene el barril de fino de Montilla-Moriles que rellena semanalmente Bodegas García Márquez, quien le surte también de vermú casero. Y también tiene vino de Bodegas Doblas.

Ubicada en la Plaza de la Magdalena, La Nueva Magdalena (Casa Damián) abre de martes a sábado 11:30 a 16:00 horas y de 19:30 al cierre, y los domingos para comidas. El teléfono de contacto es el 615 40 34 58.