Entrevista
Josep Bou: «Feijóo ha de saber que tiene un problema en Cataluña»
El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona renuncia y no se presentará de nuevo a la alcaldía
Josep Bou, en una imagen de archivo
El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, no repetirá en las elecciones municipales del 2023: «Renuncio y descarto al PP, no quiero ser una piedra en el camino», ha anunciado este martes.
—¿Qué le pasa al PP de ... Cataluña?
—El PP en España es fuerte y capaz. El partido nacional y en los territorios. No tiene nada que ver con lo que sucede en Cataluña. Y no hablo de los afiliados ni de los simpatizantes, que resisten como héroes.
—Alejandro Fernández, Óscar Ramírez.
—Yo prefiero no hablar de nombres, porque no es personal ni quiero que lo parezca. Aunque es verdad que todo el mundo sabe quiénes son. Falta convicción, sentido de pertenencia. Trabajan poco. El partido es casi inexistente en los distritos y en las comarcas. Está todo por hacer en Barcelona, que es la segunda ciudad de España, en Tarragona, en Lérida. En los consejos de distrito, en los consejos comarcales. No tenemos estructuras. No hay nada. No escuchamos a la gente, no pisamos la calle. Hay cargos sólo pelean para mantener su cargo y sólo se mueven si ven su silla tambalearse. Algunos de ellos me han cerrado la puerta de los distritos. Pareciera que solo soy el presidente de las cuatro paredes de mi despacho.
—¿Qué hay que hacer?
—Hay que cambiar los liderazgos, como en cualquier empresa cuando los resultados son malos. Hay que volver a ilusionar, a convencer. Trabajar a largo plazo. El PP está al borde de la desaparición en todas las instituciones catalanas.
—Usted también forma parte de la dirección del partido, y por lo tanto del problema que denuncia.
—Nunca he sido parte de la dirección del partido, ni en Barcelona ni en Cataluña. De hecho, me han tomado más en cuenta en Génova que en Urgell. Yo soy un empresario, un soldado. Ahí donde yo pueda ser útil estaré. De hecho, yo no me presenté por un ego personal para ser candidato, el Partido Popular me vino a buscar, yo no le toqué la puerta a nadie. Si me hubieran venido a buscar de Vox o de Ciudadanos, habría hecho lo mismo. Yo tengo voluntad de servir, no de servirme. Trabajo para la ciudadanía y para la convivencia entre catalanes, y el partido es una herramienta en esta misión de servicio.
—Usted es independiente.
—Y tengo la libertad para decir lo que creo conveniente, pero esto no gusta. Estoy en guerra constante con la dirección del PP en Cataluña. Les estorbo. No me quieren. Y eso no solo me ha perjudicado a mí, sino también al propio Partido Popular.
—¿Qué han hecho mal los dirigentes con más poder?
—Primero, no trabajar. Son unos gandules. Ser poco generosos. Ya les va bien que el partido no crezca. Quieren ser pocos para repartirse el pastel entre ellos. Yo, como te he dicho, les estorbo. Todo lo quieren pequeño y mediocre, no sea que venga uno mejor que les quite el puesto.
—¿Se va del PP o de la política en general?
—Me queda cuerda, estoy en forma y tengo ganas de seguir trabajando por Barcelona. Pero Feijóo ha de saber que tiene un problema en Cataluña. La gestión del partido es pésima, se ha ido reculando y la culpa no es de Madrid. La anterior dirección del PP nacional lo sabía y habían empezado a tomar medidas.
— La política le ha causado una doble decepción.
—Sí, de un lado, la del desgaste de chocar contra este gran muro que es el PP en Cataluña. He invertido una gran cantidad de tiempo en abrirme paso entre la madeja de mi partido, un tiempo que habría podido dedicar a los barceloneses. La otra gran decepción es con la forma de hacer política: la gestión no es resolutiva, es lenta, cargante, mucha burocracia, es imposible acabar nunca nada. Esto en la empresa privada sería inviable. Barcelona merece más. Nuestra ciudad tiene que recuperar el lugar que le corresponde.