La nueva dirección de UGT en Cádiz se rompe en menos de seis meses

Decía la nueva secretaria general de UGT-Andalucía, Carmen Castilla, que se abría una nueva etapa con la elección de la nueva comisión ejecutiva del sindicato en Cádiz. En el congreso que se celebró en enero, donde salió elegido por abrumadora mayoría Francisco Andreu como nuevo líder provincial ugetista, Castilla aseguraba que UGT-A «estaba más unida que nunca». Entre los cometidos de la nueva dirección gaditana, poner paz tras un periodo convulso.

Los dos secretarios generales anteriores, Pedro Custodio y Salvador Mera, habían salido por la puerta de atrás. El primero dimitió con la sombra de los gastos injustificados; Mera acabó imputado en los ERE. Pero los periodos largos de paz se resisten y a la nueva dirección no le ha durado ni medio año. Dos de sus seis miembros presentaron el pasado viernes su dimisión, según confirmaron fuentes del sindicato.

Las salidas de Ana de Vicente y Juan Manuel Ruiz generan demasiados interrogantes porque ocupaban dos responsabilidades claves en una Ejecutiva. La primera era secretaria de Organización, es decir, mano derecha del secretario general. Ruiz era el secretario de Empleo; una tarea de peso en una organización sindical. Además, ambos provienen de la misma Federación, la FSP (Servicios Públicos), la rama más poderosa en número de afiliados y con capacidad de liberar recursos dentro del sindicato.

Fuentes del sindicato en Cádiz valoran que las dimisiones evidencian la poca cohesión del equipo, que habría sido diseñado más a golpe de instrucción política y sin que el secretario general tuviera la libertad absoluta para seleccionar a personas de su total confianza. El próximo jueves hay fijado un comité provincial.