Por qué el Sevilla juega de rojo y es visitante en la final de la Supercopa de Europa 2023 contra el Manchester City

El Sevilla, que logró en Budapest el 31 de mayo el séptimo entorchado de su competición fetiche, se medirá al Manchester City de Pep Guardiola , vigente ganador no sólo de la Premier League sino también de la Liga de Campeones tras imponerse en la final al Inter de Milán. Un rival mayúsculo, de imponentes hechuras, tan poderoso por músculo económico como por el potencial deportivo que lo distingue, con el que se verá las caras en el E stadio Georgios Karaiskakis de Atenas . Se trata del recinto elegido por la UEFA (el organismo que se encarga de la organización del partido) tras cambiar la sede, ya que en un principio estaba previsto que este encuentro se disputara en Kazán. Sin embargo, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania hizo que la UEFA modificara el escenario de la Supercopa de Europa 2023.

Como en las seis ediciones anteriores, en las que se midió al Barcelona (dos), el AC Milan, el Real Madrid (dos) y el Bayern Munich , el Sevilla ejercerá como equipo visitante (vestirá la segunda indumentaria, de color ojo) porque así se expone en el reglamento de la competición: el ganador de la UEFA Champions League actuará como equipo local y el de la UEFA Europa League, como foráneo.

Iniciada en 1973, la Supercopa de Europa midió a los campeones de la Copa de Europa y la Recopa de Europa hasta 1999 , aunque fue en 1998 cuando se implantó la sede única y dejó de disputarse como eliminatoria a doble partido, mientras que a partir del 2000 comenzaron a jugarla los ganadores de la Champions y la UEFA. El estadio Louis II de Mónaco acogió hasta quince ediciones, entre 1998 y 2012. En dos de ellas tuvo protagonismo el Sevilla, ambas como visitante en su condición de vencedor de la Copa de la UEFA. En 2006 se impuso al Barcelona por 0-3 y al año siguiente, días después del fallecimiento de Antonio Puerta, cayó por 3-1 contra el Milan .

En 2014, el Sevilla cedió ante el Real Madrid por 2-0, al año siguiente cayó frente al Barcelona por 5-4 en un encuentro espectacular resuelto en la prórroga y en 2016, repitió derrota ante el Real Madrid, también en el tiempo extra (3-2). Por último, en 2020, el conjunto de nervionense, entonces con Julen Lopetegui a los mandos, forzó la prórroga contra el Bayern Munich para terminar perdiendo por 2-1.

Desde que se enfrentan el vencedor de la Champions con el de la Europa League, el balance favorece a los ganadores de la Liga de Campeones por 15-8. De hecho, la última victoria de un campeón de la Europa League se remonta a 2018, cuando el Atlético de Madrid venció en Tallin por 4-2 en la prórroga al Real Madrid.