El Al-Qadsiah de Míchel se postula como posible salida para Lukebakio
El club de Arabia Saudí, que jugará a principios de agosto el trofeo Antonio Puerta, quiere al belga para su proyecto, aunque el jugador no ve clara esta salida

Dodi Lukebakio está llamado a ser una de las grandes venta del Sevilla FC este verano. Siempre y cuando, el jugador dé su brazo a torcer y se convenza que el club de Nervión no puede seguir contando en sus filas de ... un hombre con su cotización en el mercado, ya que la necesidad de plusvalías es cada semana mayor si se quiere intentar al menos completar un bloque competitivo durante el próximo mercado de fichajes. Porque el belga ha manifestado en numerosas ocasiones que se siente en el Sánchez-Pizjuán como en casa y que sólo él puede decidir cuál será su futuro. Evidentemente, en el Sevilla no puede obligarle a nada, pero sí quieren venderle las opciones que se le presenten en el mercado, recordándole la necesidad imperiosa de que sea la bandera de las ventas del equipo este verano.
La primera opción que ha aparecido para hacerse con los servicios de Lukebakio llega nuevamente desde el campeonato saudí. Ya en enero tuvo una propuesta que superaba los 40 millones (al ser los últimos días de mercado) del fútbol árabe.- La rechazó de plano. Tampoco el club quiso forzar la máquina porque la sensación reinante era de que el club podía terminar peleando por las competiciones europeas. Todo se fue al traste en la segunda vuelta, con el propio extremo jugando a un menor nivel. El Al-Qadsiah que dirige Míchel González, quien fuese entrenador sevillista hace más de diez años, y que se medirá justamente a los sevillistas a inicios de agosto para celebrar un nuevo trofeo Antonio Puerta, es el principal interesado en sus servicios. Un club con un presupuesto importante para gastar en el mercado, que podría alcanzar esos 40 millones en los que está tasada la estrella sevillista. El problema, nuevamente, es que la decisión dependerá de lo que decida el jugador.
En el conjunto árabe hay otro hombre que comparte selección con Lukebakio como el portero Koen Casteels. Una pequeña puerta a que el belga del Sevilla acepte el rebajar su nivel competitivo por la lluvia de millones que supone el salto a una competición que está llamando a las puertas de futbolistas no tan mayores y que aún tienen mucho que decir en sus carreras. La salida árabe, como en su día con los 20 millones por Bono, que llegaron en su mayoría al contado, amortiguarían un poco esa sensación de pocas plusvalías a las que puede acceder el conjunto dirigido en los despachos por Antonio Cordón. Lukebakio, que firmó un contrato por cinco temporadas, tiene aún por amortizar una cantidad de seis millones. Todo lo que supere los 30 será un precio con el que los sevillistas puedan sentirse satisfechos, aunque al igual que en el caso de Juanlu Sánchez, los precios de partida son los marcados. 40 millones cuesta el goleador para quien lo quiera.
La intención de Lukebakio
En el Sevilla está instalada la sensación de que su producto no se ha depreciado lo más mínimo, pese a esa segunda vuelta donde el nivel del número 11 bajó de forma alarmante, arrastrado también por un equipo que era incapaz de ganar un solo partido. Hizo buenas migas con García Pimienta, quien organizaba el juego para que el zurdo pudiese realizar su jugada de uno contra uno, como si de un jugador de baloncesto se tratase. Por momentos, Dodi fue obligando a los rivales a que le realizasen marcajes dobles. Era la estrella del equipo y, encima, propiciaba goles, asistencias, tarjetas, era uno de los mayores regateadores... Su nivel le llevó a que pudiese marcharse en enero pero entre todos frenaron aquella salida. Ahora añoran la misma. La necesidad de vender es relevante.
Lukebakio sigue manifestando que su lugar está en el Sevilla FC. Que puso ir a la Premier antes de firmar por los andaluces y que en ese momento no se dejó guiar por el dinero, por lo que ahora tampoco debería ser una motivación significativa. Piensa en España ha encontrado un espacio donde su fútbol brilla y su familia se encuentra cómoda. La propia Premier podría llamar a su puerta en este mercado. El Sevilla también está ofreciendo al internacional con Bélgica por las islas, donde también andan sobrados de efectivo, aunque con menos ganas de gastarlo en un jugador intermitente que en Arabia Saudí. Míchel y su grupo de trabajo, todos españoles, desean contar con Lukebakio en el próximo proyecto. Dar un salto de calidad con el extremo. Sí lo convencen personalmente, el Sevilla (por 40 kilos) le abrirá las puertas de par en par.
Otras ventas esperadas y deseadas
Otras ventas a las que los sevillistas están abiertos son ampliamente conocidas. Loïc Badé se marchó de vacaciones, después de su destacado debut con la absoluta de Francia, y se llevó en la maleta la petición de dar su beneplácito a salir del Sevilla en este mercado. Al contrario que Lukebakio, con quien compartía que su futuro sólo podría decidirlo él, cerrando la puerta a su traspaso en enero, no está tan poco receptivo como entonces a esta posibilidad, puesto que jugar competición europea al máximo nivel podría abrirle las puertas para acudir al Mundial de dentro de un año. Es uno de sus objetivos, por eso sólo se moverá a ese destino que le permita seguir creciendo. Una cifra que ronde los 25-30 millones sería aceptada.
Y el conocido caso de Juanlu. El Sevilla se ha enrocado en los 20 millones como precio para dejar marchar a uno de los valores de su cantera. Todo sería en concepto de plusvalía por un futbolista con una enorme proyección, pero que aún no ha tirado la puerta abajo en Nervión. Operaciones y cuentas de la lechera. Lo cierto es que por Juanlu apuesta el Nápoles y por Lukebakio el Al-Qadsiah. El mercado ya se mueve pero será largo. Más para un Sevilla que primero debe resolver las inscripciones antes de lanzarse a por esos refuerzos que tanto necesitará Matías Almeyda.
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