Perfil Betis

Lo he hecho en los últimos días varias veces. Mejor dicho, muchas veces. Leo cosas, escucho otras, y con toda la calma del mundo acudo a AFDLP o a ABC. La duda queda resuelta de inmediato. Si aquí no se hacen eco de la supuesta noticia, puedo olvidarme de ella, y así he respirado tranquilo después de varios sobresaltos que he recibido en los últimos días, especialmente algunos relacionados con posibles fichajes y, más aún, de traspasos.

Siempre he pensado que los propios clubes tienen mucho que ver con cierta intoxicación. Mientras se está gestionando una cosa es muy conveniente que de puertas para afuera se esté hablando de otras, y lo que está claro es que la gente necesita estar hablando de algo y ahora mismo no puede ser del partido del próximo fin de semana, así que blanco y en botella. Ahora bien, una cosa es la ceremonia de la confusión, la que siempre ha habido en el fútbol, y otra bien distinta la de la estupidez. Hay rumores que, simplemente, no se sostienen.

Últimamente me he encontrado en mis consultas en redes con presuntos intereses del Betis que me han quitado el hipo. Del susto más que de la impresión. No voy a hablar de nombres para que nadie se dé por aludido, pero históricamente me han dado mucho miedo estos jugadores que vienen de vuelta de todo, que se han recorrido Madrid de cabo a rabo y que ganan cantidades indecentes de dinero (indecentes no porque sean muy altas, que también, sino porque no se corresponden, además, con el rendimiento de su beneficiario sobre el terreno de juego). Me preocupa que se esté insistiendo mucho en el posible interés del Betis por algunas momias del Real Madrid, por poner un ejemplo, ya que esto podría significar que el foco está ahí, pero que no han dado todavía con la diana. Y no me parecen las aguas en las que el club bético, como están las cosas, deba intentar pescar, con las excepciones debidas, claro está. A mí, por no entusiasmarme no me entusiasma ni el posible fichaje de Dani Ceballos. «Ya lo escribió usted hace un par de semana», me podría decir. Pues sí, lo dije hace dos artículos, o hace tres, no me acuerdo. Pero es que no me entusiasma y hasta me preocupa. ¿Es el perfil que necesita el Betis? Personal diría que sí, porque el muchacho se confiesa bético cada diez minutos, que no haría falta porque sabemos que lo es, y soy de los convencidos de que el compromiso emocional multiplica la eficacia de el rendimiento de las personas. Ahora bien, futbolísticamente tengo mis dudas de que Ceballos pueda hacer mejor al Betis con la suficiente diferencia para hacer rentable lo que costaríasu regreso, y ahora hablo de billetes. Dicho de otro modo, ¿necesita tanto el Betis a Ceballos como para empeñarse en un culebrón que puede alargar la planificación y hacer perder otras bazas y que, sí o sí, va a suponer probablemente el desembolso más importante de cuantos se vayan a hacer en fichajes esta temporada?

Y aquí quiero ir a parar. Salvando las diferencias, la plantilla de un equipo de fútbol sería, en última instancia, como la de cualquier empresa. Al final se trata de armar un conjunto equilibrado en el que cada cual haga muy bien sus funciones dentro de un entorno perfectamente organizado para lograr una cohesión en las misiones y que el producto final sea bueno, de la mejor calidad posible. Y fiable. Estoy seguro de que los futbolistas de clubes grandes cuyos nombres he escuchado en los últimos días no son precisamente los que más garantías ofrezcan para lograr ese objetivo final, y tengo muy serias dudas respecto al encaje de Dani Ceballos en esa definición. Sin desmerecer en absoluto al utrerano, soy mucho más agradecido ante operaciones como las que presuntamente ya ha cerrado el Betis antes incluso de que terminara la temporada anterior. Leí con atención la entrevista que le hizo Mateo González a Riza Durmisi (un lateral que, a mí, personalmente, no me disgustaba). El motivo de la charla no era saber cómo le iba al ex bético, sino que éste definiera las características de uno de los fichajes que al parecer ya ha cerrado la entidad para la próxima campaña, en concreto el central brasileño Luiz Felipe, con el que Durmisi ha compartido vestuario en la Lazio de Roma. Y para decirnos lo bueno que es el nuevo defensa bético, al danés se le ocurrió compararle con el ex madridista Pepe, «aunque con mejor cabeza».

Más vale que tenga mejor cabeza, desde luego, pues siendo el portugués un extraordinario defensor, también se caracterizó en su paso por el Real Madrid por su violencia, y no parece, ni de lejos, que en el Betis encaje este perfil. Pero atendiendo al retrato que hace Durmisi, uno puede tener la ilusión de estar, sobre todo, ante un futbolista en crecimiento, de calidad y con futuroque pueda ofrecer un gran rendimiento al equipo de Pellegrini en unas posiciones que, en efecto, están demandando solidez, y que al mismo tiempo pueda ser protagonista de una revalorización en el mercado que en el peor de los casos se traduzca en una operación de venta muy suculenta. Todo esto valdría para el otro jugador que, al parecer, también ha atado Antonio Cordón, el delantero, igualmente brasileño,Luiz Henrique, y aunque ambos puedan salir mal, son a priori apuestas interesantes que también pueden salir bien e incluso muy bien, y esto, qué quieren que les diga, para un club como el Betis es lo más interesante. Perfiles como el de Isco (—¡ups, ya lo he nombrado!)—, la verdad, dan mucho reparo y económicamente son tan inviables que terminan dando pavor. Porque, ¿y si sí? No, no, mejor que no…