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Un combate muy desigual
El Adesal resiste 55 minutos al Guardés que necesitó de su calidad y de agentes externos para ganar (32-27)
Había quien pensaba en A Guarda que el partido ante el Adesal iba a ser fácil. Una especie de terapia para olvidar la derrota en Valencia. Se equivocaron. Porque las fuensantinas ofrecieron una resistencia digna de elogio durante 55 minutos. Una resistencia a un equipo grande y a una pareja arbitral al que se podría catalogar como de «patriota». Pero es lo que hay en la Liga, así que el Adesal debe de quedarse con el hecho de que siempre está ahí, incluyendo combates en los que hay algo más que el pesaje en contra.
A Sagriña es una pista coqueta y con pinta de bombonera. Y eso lo saben bien las jugadoras del Guardés, que activan pronto su intensidad defensiva. Si a eso se le suma la calidad de sus jugadoras, el cuadro gallego tiene mucho ganado.
Por eso, al Adesal le costó entrar en juego más de lo esperado. Por eso, Rafael Moreno tuvo que pedir un tiempo muerto a los dos minutos para intentar remediarlo. Por suerte, al Guardés también le costaba hacerse a la 3-2-1 de las fuensantinas, de ahí que el partido tuviera cierta igualdad, sólo descompensada por una pareja arbitral con distinto rasero a la hora de medir acciones. En cuanto a la materia ofensiva, el Adesal se soltó gracias a las acciones de Bea Puertas hasta el punto que tomó una mínima ventaja.
El Guardés, a duras penas, llevó la igualada al final de una primera parte que quedó marcada por la lesión de Bea Puertas. Por cierto, que en ese lance no se decretó ni falta en un claro ejemplo del rasero arbitral.
Nada más salir, el Guardés recuperó la ventaja con una acción de Amorós. Era un volver a empezar para el Adesal en el pleito. Le tocaba ir a remolque, al tiempo de que debía regular los esfuerzos de Puertas.
El Adesal varió su defensa a una 5-1, con la que el Guardés no se sintió cómodo la semana anterior en Valencia. Y poco a poco, las fuensantinas supieron minar a sus rivales. Con empate a 21, se abría un partido corto, donde tuvieron excesiva incidencia las decisiones de los árbitros. Con una exclusión de Paula Valdivia, un pasivo interminable y otros detalles, el Guardés se disparó en el marcador (24-21).
La desesperación llevó a Moreno a protestar con tanta vehemencia que fue excluido. Quedaban exclusiones a Alba Sánchez y Bea Puertas que mermaron al Adesal y acabó perdiendo.