«He escrito la mejor novela de los Estados Unidos», le dijo Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) a su editor, Maxwell Perkins (1884-1947), poco después de terminar «El gran Gatsby». Quería escribir algo «hermoso y sencillo» y terminó dibujando, con una prosa inmensa y casi perfecta, un vidrioso retrato de los años 20 del siglo pasado, una época gloriosa que el propio Fitzgerald llegó a definir como «la mayor orgía de la historia».
Lo que, a buen seguro, nunca llegaría a imaginar el escritor mientras ideaba los personajes de Jay Gatsby, Daisy Buchanan y Nick Carraway en la Riviera Francesa en 1924 es que, casi 90 años después de que el libro viera la luz en Nueva York (lo publicó Charles Scribner's Sons en 1925), llegaría a España una hermosa edición ilustrada de «El gran Gatsby» gracias a la editorial Sexto Piso.
La obra, cuidada al milímetro, conserva la traducción que Justo Navarro hizo para Anagrama y está construida a base de cinematográficas ilustraciones del artista plástico estadounidense Jonny Ruzzo. Ideado como el perfecto juego de espejos que es la obra original, el libro ilustrado se abre al lector sin perder un ápice de la calidad que ha hecho que «El gran Gatsby» sea considerada, como su autor predijo, una de las mejores novelas estadounidenses de la historia.
En palabras de Raquel Vicedo, de Sexto Piso, «F. Scott Fitzgerald narró el espíritu de los tiempos con tal maestría que logró condensarlos para la posteridad en esta magistral novela, convertida en el mayor símbolo de la llamada "Jazz Age"». Y es que, «Jay Gatsby representa lo mejor y lo peor del sueño americano, con su disposición a acumular dinero y gastarlo con ostentación a fin de perseguir lo único que en realidad le interesa en la vida: el amor de la hermosa pero frívola Daisy Buchanan».
«La verdadera historia de Gatsby parece una autobiografía de Fitzgerald»
Partiendo de estas premisas, la editorial contactó con el «talentoso» ilustrador Jonny Ruzzo para que reinterpretara el clásico de Fitzgerald y, según Vicedo, «elaborara unas ilustraciones que lo acompañaran para crear una edición ilustrada», algo sin precedentes.
Nueva dimensión
Cuentan desde la editorial que a Jonny Ruzzo «desde el principio le entusiasmó el proyecto, así que se puso manos a la obra». Sus ilustraciones construyen un puente que actualiza el libro y lo acerca a nuevos lectores, «al otorgarle una nueva dimensión que tan sólo refuerza la indudable vigencia de una de las novelas más leídas y alabadas de la literatura contemporánea», remata Vicedo.
No obstante, como bien dice Justo Navarro en el epílogo que acompaña la más reciente reedición de «El gran Gatsby», Fitzgerald «tuvo el genio de percibir un universo mítico en un tiempo histórico». Eso sí, no olvidemos que «la verdadera historia de Gatsby parece una autobiografía de Fitzgerald, que nació en Minnesota como Gatsby, hizo la instrucción como Gatsby en un campamento cerca de Louisville y acabó destinado a un campamento de Alabama, donde se enamoró de su futura mujer, Zelda Sayre, como Gatsby se enamoró de Daisy Fay».


















