El director adjunto del Museo del Prado y comisario de la exposición «Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad», Gabriele Finaldi reconoce la gran calidad que poseen las 17 pinturas que desde el martes se mostrarán al público en la Fundación Focus-Abengoa. Comenta que este proyecto tiene su origen hace unos 15 ó 18 años, cuando este experto trabajaba en la National Gallery, en donde se encuentran «El retrato de Don Justino de Neve» y el «Autorretrato» de Murillo.
Comenta Finaldi que la muestra se compone de cuadros de los años 60 y 70 del siglo XVII, cuando el artista sevillano estaba ya muy maduro: «Aunque son en realidad pocas obras, en esta exposició vemos lo mejor que está dando de sí Murillo en estos años», reconoce. Asimismo, confiesa que aunque el pintor sevillano no salió de España y sólo conoció las pinturas que había en Sevilla y en la Colección Real de Madrid, fue un artista de una gran fama internacional incluso en su época y «antes de morir ya era conocido fuera de España».
Por otra parte, y a pesar de que la mayoría de estas obas fueron expoliadas durante la invasión napoleónica hace 200 años, Gabriele Finaldi reconoce que «con esta muestra podemos devolverle a la ciudad parte de su patrimonio y de su alma espiritual, especialmente con la "Inmaculada Concepción de los Venerables", que por primera vez en estos siglos volvemos a ver en su altar y en su iglesia». Asimismo, admite que Murillo fue el artista más expoliado por los franceses porque ya desde el siglo XVIII fue un artista muy admirado.
Finalmente, dice el director adjunto del Museo del Prado que «Murillo y Velázquez nos han abierto una ventana sobre su siglo, ya que miramos al siglo XVII a través de los grandes cuadros de Velázquez y Murillo, por lo que son el camino que nos da para conocer el pasado». En cuanto a la amistad que le unió a Justino de Neve, canónigo de la Catedral de Sevilla y mecenas del pintor sevillano, reconoce que Neve «era un eclesiástico ejemplar y así lo describen las fuentes del siglo XVII, dedicado completamentee al servicio de la Catedral con una devoción manifiesta tanto a la Virgen Inmaculada como al Santísimo Sacramento».















