Goldman Sachs cree que Londres 2012 aportará un 0,3-0,4% al PIB del tercer trimestre, pero el impacto al largo plazo de un evento que cuesta 11.865 millones al contribuyente es difícil de estimar
La mayoría de los expertos y estudios se resisten a proporcionar la cifra del millón de dólares: ¿Qué beneficio reportarán las Olimpiadas de Londres 2012 a una economía en recesión como la británica? La historia económica del olimpismo coincide en señalar a los Juegos de Munich de 1972 –manchados por el terrorismo palestino- y los de Montreal de 1976 –que dejaron un agujero que duró más de una década en las cuentas públicas- como responsables de fuertes pérdidas para las naciones anfitrionas. En números negros aparecen Los Angeles 84, Barcelona 92 y Atlanta 96, aunque otros cálculos consideran a los Juegos de Sydney 2000 como los únicos realmente rentables en términos económicos.
El gasto público ha pasado de los 3.000 millones estimados en 2005 a 11.865 millones
"Impacto significativamente positivo"
Y como señal de los tiempos de austeridad que atraviesa Europa, pero también un Reino Unido que sufre su segunda recesión en tres años, destacan que todavía quedan 611 millones de euros no comprometidos. Estos “en ningún caso” –como insistía el ministro Robertson en un encuentro con la prensa esta semana- serán destinados a tapar el agujero en la seguridad de las 34 sedes olímpicas provocado por la empresa de seguridad privada G4S.
“Con el tiempo, casi toda la inversión pública se recuperará gracias a la venta y uso posterior de las sedes y zona olímpica”, explica Kevin Daly, analista de Goldman Sachs. “Aunque, en general, es difícil demostrar que unos Juegos resulten rentables, creemos que el impacto neto de londres 2012 será significativamente positivo para la economía británica”, nos asegura.
El primer ministro, David Cameron, ha cifrado el beneficio que reportarán los Juegos en unos 16.000 millones, aunque datos barajados por “The Times” esta semana lo elevan a unos 20.000 millones. El 57% provendrá de la actividad económica generada por los más de 800 contratos de obra y servicios firmados por la oficina responsable de construir la infraestructura olímpica (Olympic Development Authority). Un cuarto de esos contratos se concentran en Londres, pero el resto ha irradiado –se supone- el “efecto Juegos” al resto del país. Un 12% del beneficio es atribuido al turismo generado por las Olimpiadas.
Impulso al turismo con un millón de visitas extra cada año
Sandie Dave, máxima responsable de Visit Britain (la Oficina de Turismo británica), explica que aspiran a atraer a 4,6 millones de visitantes adicionales en cuatro años (2012-2015), y calculan que estos gastarán casi 3.000 millones a su paso por el Reino Unido. “Además, si ven esta pasión por los Juegos, quizás logremos alterar la imagen de sosos que tenemos los británicos”, bromea. Otra partida importante en el capítulo de beneficio olímpico serán los 7.650 millones de euros que, según estima Sir Allan Collins, responsable del legado olímpico, podrán vincularse a la celebración de los Juegos en el mismo periodo de cuatro años, gracias a un ambicioso programa de intercambios –con fuerte acento chino- entre empresas e inversores durante las dos semanas que duran las Olimpiadas.
“Como hizo la Gran Bretaña de la era victoriana en la Gran Exposición de 1851, queremos enseñar al mundo lo que este país es capaz de hacer”, asegura Robertson. El gobierno británico ha hecho un planteamiento ambicioso pero eficaz para este evento: minimizar el gasto en infraestructura –así, el número de instalaciones temporales (de quita y pon) es superior al de las tres Olimpiadas anteriores juntas-, y maximizar la proyección de la marca “made in Britain”. “La gestión y eficiencia de costes del desarrollo y preparación de uno Juegos es un factor clave a la hora de determinar su impacto económico, y el Reino Unido parece puntuar alto”, aseguran en el informe “Juegos y Economía 2012”, presentado recientemente por Goldman Sachs.
Supuestamente 75 céntimos de cada libra quedarán para la posteridad en el legado urbano
El gran objetivo de este “legado” es la regeneración de la zona en torno a Stratford, que alberga el Parque Olímpico. El proyecto ha consumido casi el 70% de los 11.000 millones presupuestados. Ha supuesto la transformación de un erial de ruinas industriales y vertederos –con una superficie ligeramente superior a Hyde Park- en un nuevo polo urbano, reconectado a la ciudad mediante treinta nuevos puentes y nuevas estaciones de tren y metro.
Solo el nuevo centro comercial de Westfield, antesala del Estadio Olímpico, ha generado 11.000 empleos directos de los 62.200 que se estima que crearán los Juegos, la mayoría concentrados en las comunidades del Este de la capital. Un empujón olímpico que, según estimaciones de Goldman Sachs, aportará un 0,3-0,4% al PIB británico en el tercer trimestre del año. Dada la incertidumbre económica reinante, el largo plazo es otro cantar.