Lleva cuatro años sin cantar en Sevilla y esta vez lo hará fuera de la Bienal. Diego «El Cigala» dará un concierto en el auditorio Rocío Jurado el día 23, en escenario que compartirá con su tío Diego Carrasco (por primera vez) y Navajita Plateá.«Será un concierto épico», aseguró ayer. «En estos tiempos que corren es necesaria una buena dosis de música que amanse los corazones».
El repertorio de esta cita será puramente flamenco. El Cigala dejará atrás los ritmos cubanos, el jazz y el tango con los que ha condimentado su estilo en los últimos tiempos para centrarse en una propuesta sin fusiones. «El público quiere un flamenco puro, ortodoxo y genuino, aunque corran tiempos tan raros para este género», señaló la voz de «Lágrimas negras», que prefiere hablar de «sonidos del alma» en lugar de «fusiones».
Este álbum, reconoció ayer, «ayudó a llevar el flamenco por todas partes. Yo soy un cantaor de flamenco que he tenido que abrir mi música con discos como “Lágrimas negras” —explicó— y con él hay muchos que han podido conocer mi cante». A su juicio, en lugares como México «no entienden que cantes una soleá, tienes que dibujarla con más musicalidad». Aunque haya coqueteado con otros estilos, jamás ha abandonado ése que lleva en la sangre. «Yo he cantado tangos pero no como Mercedes Sosa o Gardel, para eso están ellos. Yo cojo el tango y le pongo mi cadencia flamenca», subrayó el ganador de un Grammy Latino al mejor álbum de tango.
A finales de año sacará un nuevo disco de un directo que grabó en el Palau de la Música, aunque aún no tiene decidido cómo llamará a este trabajo, un repertorio muy similar al que podrá oírse en Sevilla en unos días. Después de haber llenado auditorios de todo el mundo —la semana pasada arrasó en una iglesia parisina—, el artista recalcó ayer que «lo importante es petar el auditorio».
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