Porsche Panamera GTS, súper turismo

El nuevo integrante de la familia Panamera porta las míticas siglas de la marca de Zufenhaussen GTS (Gran Turismo Sport), sinónimo de deportividad. Estas siglas aparecieron por primera vez en 1963 sobre el legendario 904 Carrera GTS como el coche de competición más avanzado de Porsche en aquel momento.

En el Panamera encajan a la perfección al sintetizar buena parte de los Panamera 4S y Panamera Turbo en un solo producto Así, exhibe mucho del aspecto exterior del último en detalles como el alerón posterior de cuatro posiciones y accionamiento automático en función de las condiciones de marcha (se puede desplegar manualmente si se desea). Además, calza llantas de 19 pulgadas con separadores de 5 mm en las ruedas traseras para aumentar el ancho de vía y calza neumáticos delanteros 255/45 y traseros 285/40.

A su vez, incorpora de serie los frenos del Panamera Turbo, discos delanteros de 390 mm y traseros de 350, y el esquema de tracción total. Con una longitud de casi 5 metros y una anchura de 1,93, se sitúa frente a sus competidores ( Audi S7 Sportback, BMW Serie 6 Grand Coupé, Mercecedes-Benz CLS AMG…) como una de las opciones de mayores habitabilidad y confort. Por cierto, el maletero, accesible mediante un amplio portón, ofrece una capacidad de 445 litos, extensibles a 1.273 una vez abatidos los respaldos traseros. Por su parte, el tanque admite 100 litros de carburante.

La vocación de circuito está en su chasis, rebajado 10 mm y de serie dotado con suspensión activa e inteligente PASM, que regula la felxibilidad automáticamente según el tipo de conducción. Tampoco falta paquete Sport Crono Plus, que permite disponer de la máxima deportividad en la respuesta del cambio, la dirección y sobre todo del acelerador, pues integra programas específicos que se adelantan a las situaciones de la ruta para conducir realmente rápido.

Como complemento puede llevar opcionalmente PDCC, dispositivo evita balanceos de carrocería en torno al eje longitudinal del vehículo aplicando un contrapar por medio de estabilizadoras activas ancladas a los ejes delantero y trasero. Complemento de éste es el Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), que funciona con una distribución variable de la fuerza que llega a las ruedas traseras y un bloqueo transversal del eje trasero con regulación electrónica que optimiza los virajes en conducción deportiva.

El carácter deportivo se proyecta al interior, con tapicería combinada de cuero y Alcántara y volante de triple brazo. Los asientos recogen a la perfección, y añade un sistema que permite amplificar el sonido de la aspiración y de los escapes más amplios con clapetas que realzan el bramido mecánico al pulsar un botón de la consola (incluso el backfire o explosiones del escape en reducciones).

El Panamera GTS se sirve de un V8 aspirado de 4.806 cc con modificaciones para llegar a 430 CV a un régimen de 6.700 rpm, 200 más que en el Panamera 4S del que deriva, fijando el corte de encendido en 7.100 vueltas; el par límite es de 520 Nm a 3.500 rpm. Se asocia a una caja de cambios automática y secuencial de doble embrague PDK, con siete marchas y un funcionamiento sobresaliente, e incorpora Launch Control (incluido en el Sport Chrono Plus), para lograr la máxima aceleración posible desde parado. De hecho, con él conectado completa la progresión de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. La velocidad punta es de 288 km/h y el promedio de consumo de 10,7 litros cada 100 km recorridos.

ABC Motor ha tenido oportunidad de probar a fondo el nuevo modelo en las proximidades de Málaga, alternando autopista, circuito y un largo recorrido por carreteras de montaña. El coche ofrece una conducción deportiva y segura, con un excelente tacto de dirección (electroasistida) y frenos contumaces, propios de todo Porsche que se precie. Las suspensiones realizan un trabajo excelente en todo momento, no importa el mal estado del firme, de modo que el Panamera GTS supera las irregularidades con confort y soltura. También despliega un rapidísimo paso por curva. En pistas como el trazado de Ascari, cerca de Ronda, exhibe todo su potencial y hace sentir al conductor como un auténtico piloto, pues perdona muchos errores dentro de lo que dan de sí las leyes físicas. Sin duda, es un producto para quienes sienten la conducción en la sangre y buscan compartir emociones con familiares y amigos, ajenos al concepto de deportivo para «egoístas».