política
La Generalitat promociona el catalán en Aragón con el beneplácito del Gobierno regional
El Ejecutivo de Rudi renueva el pacto, vigente desde hace años, que abre la puerta al envío de profesores de catalán a colegios aragoneses
El Gobierno aragonés suscribió a primeros de julio un nuevo convenio de colaboración con la Generalitat para facilitar la presencia de profesores de catalán en municipios del Aragón oriental. El convenio no es nuevo, lo han venido revalidando desde hace décadas sucesivos gobiernos de distintos colores, pero ahora tiene connotaciones especiales y en cierto modo incómodas para el Ejecutivo que preside Luisa Fernanda Rudi.
Ha resultado comprometedor por varios motivos. Primero, porque ha tardado meses en desvelarse dicho convenio, rubricado por la consejera aragonesa de Educación, Dolores Serrat, y su homóloga de la Generalitat, Irene Rigau . Y, segundo, porque se produce en medio de continuos desplantes del nacionalismo catalán hacia el Gobierno aragonés y hacia la cultura de esta Comunidad autónoma. Entre ellos, las críticas —incluso en tono ridiculizante— lanzadas contra la Ley de Lenguas de Aragón que entró en vigor la pasada primavera, aprobada por PP y PAR en las Cortes regionales. Dicha ley subraya que lo que se habla en el Aragón oriental —la «Franja de poniente» de los «Países Catalanes» en la terminología nacionalista— no es catalán sino modalidades lingüísticas propias.
Entre quienes criticaron duramente esta ley figura el consejero catalán de Cultura, Ferrán Mascarell, que hace escasas semanas protagonizó un polémico acto en tierras turolenses en defensa del catalán. A esto se añaden la negativa de la Generalitat a devolver a Aragón los abundantes bienes artísticos que retiene pese a estar reconocida que son propiedad aragonesa, las tergiversaciones históricas sobre la Corona de Aragón , el rechazo del nacionalismo catalán a que se construya la Travesía Central del Pirineo o la carta que envió la presidenta Rudi solicitándole una reunión a su homólogo Artur Mas. Se la mandó hace más de dos años, y aún está esperando que el presidente catalán le dé día y hora.
El pacto, renovado desde julio, establece «la concesión de intercambios y comisiones de servicio necesarias de profesorado de catalán de los centros que ofrecen enseñanza de esta lengua», lo que abre la puerta a que la Generalitat destine docentes de lengua catalana en suelo aragonés.
Y todo esto -argumenta el acuerdo de colaboración- basándose en «los vínculos históricos, culturales y lingüísticos que unen desde hace siglos Cataluña y Aragón», y en favor de «la promoción y el estudio recíprocos de las lenguas y de las culturas».
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