Tudanca exige el «cordón sanitario» a Vox para hablar con Mañueco

El secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, se arrancó ayer con una frase que podía hacer pensar en un cambio de estrategia en esa complicada tarea que parece ser para los partidos conformar el Gobierno de la Comunidad. «La responsabilidad del Partido Socialista es hacer todo lo posible para que la extrema derecha no entre en el gobierno de Castilla y León» , dijo ante los periodistas minutos antes de participar en el Comité Federal Extraordinario del PSOE. Unas palabras que, si no hubieran tenido continuidad, permitían interpretar que los socialistas estaban dispuestos a facilitar con su abstención el Gobierno popular de Alfonso Fernández Mañueco para evitar así un acuerdo con Vox.

Pero no, esa no era, ni de lejos, la intención de Luis Tudanca, que se mantiene fiel a su guión , como lo demostró segundos después cuando se mostró dispuesto a hablar con Mañueco «cuando quiera, aunque ya sabe cuáles son las condiciones». Y la principal premisa, como ha venido repitiendo en las últimas semanas, no es otra que «el cordón sanitario frente a la extrema derecha». «Si quiere participar en él, nosotros estamos dispuestos a hablar», señaló aunque, según su opinión, «no parece que tengan ninguna intención».

Y ya de paso, el secretario autonómico del PSOE también deslizó que en ese hipotético encuentro «lo que no vamos a consentir tampoco es lo que han conseguido con Pablo Casado, impedir que hable de la corrupción del PP». Luis Tudanca aprovechó también la ocasión de apelar a Alberto Núñez Feijóo «porque tiene aún la oportunidad de demostrar que es verdad que quiere hacer cosas diferente en el PP y frenar el pacto que Mañueco piensa hacer con la extrema derecha». Pero, al mismo tiempo, no mostró demasiada confianza en su petición ya que, puntualizó, «el nuevo PP se va a a parecer tantísimo al viejo que va a ser prácticamente igual en todo, quizá con una cara más amable».

Después llegó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para trasladar su apoyo al socialista castellano y leonés, por el «ofrecimiento» al Partido Popular para llegar a un «acuerdo que evite que, por primera vez, la ultraderecha acceda a un gobierno autonómico». Pero la condición fue la misma: «Una solución estructural» para toda España con la ruptura de todos los acuerdos que los populares tienen con Vox.