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Los nuevos «buscapistas» de la Policía Municipal

El Cuerpo tiene ya su Sección Científica, que investiga balística, dactiloscopia, crímenes y accidentes

Los nuevos «buscapistas» de la Policía Municipal JOSÉ ALFONSO

CARLOS HIDALGO

Un obrero trabajaba con una radial cuando una esquirla saltó y se le metió por el ojo. Se le quedó alojada en la base del cráneo y entró en coma. Tras ser operado, el médico le entregó la pieza, de 4 por 2 milímetros, a la Policía Municipal, que buscaba la herramienta sin éxito. Alguien la había escondido. Hablaron con quien había contratado a la víctima: «Nos trae la radial o le detenemos», amenazaron. Ya con ella en su poder, la Sección de Policía Científica del Cuerpo de Policía de la ciudad de Madrid realizó un estudio minucioso y comprobó que la esquirla coincidía como una pieza de puzle con el trozo que faltaba en la radial. El operario no llevaba gafas protectoras cuando se produjo el accidente y su patrón fue imputado.

Las peliagudas investigaciones de accidentes laborales son sólo una de las atribuciones que la Policía Municipal de Madrid está desarrollando tras la asunción de más competencias. En diciembre, se firmó el protocolo que establece cómo va a cooperar con la Policía Nacional. Porque la Subinspección Central de Policía Judicial de Madrid ahora también investiga pasaportes falsos. Herencias millonarias que no existen. Balística. Homicidas que huyen tras un atropello. Asesinatos. Hasta incendios.

Estudios antropomórficos

Los estudios antropomórficos de los sospechosos son otro de sus fuertes. Un hombre que llevaba 2.500 euros encima para comprar un coche fue víctima de un carterista que estaba fichado. Mediante la comparación de la foto del archivo policial y la grabación de las cámaras de seguridad, una especialista cotejó los rasgos de los ojos, el mentón, la nariz, la boca, incluso las cejas ... Así pudo identificarse al experto ladrón.

Y uno de los casos más llamativos. Un conductor atropelló a un peatón y se dio a la fuga. Luego, como suele ocurrir en caso similares, el homicida denunció la sustracción de su coche, para hacer creer que se lo habían robado antes de atropello, y escurrir así el bulto. Pero el análisis dactiloscópico del tique del SER que sacó demostró que lo había tocado diez minutos antes del suceso. El sospechoso mentía, y quedó detenido.

El recién firmado protocolo establece otras áreas de intervención (dentro de los límites establecidos), como violencia de género, doméstica, extranjería, menores...

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