Las meteduras de pata de Bachmann

Lástima que Michele Bachmann haya bajado tanto en las encuestas, porque ahora los medios estadounideneses le prestan menos atención y sus frecuentas meteduras de pata a veces ni llegan a la prensa. Pero haberlas, haylas. Como cuando pidió cantar el «cumpleaños feliz» a Elvis Presley en su supuesto día de nacimiento, cuando lo que se cumplía era el aniversario de su muerte. «El está vivo; está vivo en nuestros corazones», dijo, intentando resolver la situación. En Waterloo, una población de Iowa, quiso halagar a los lugareños por ser el sitio del nacimiento de John Wayne, cuando quien nació allí no fue el actor, sino un asesino de más de treinta jóvenes que tenía ese mismo nombre.

La lista es larga. También incluye otros errores históricos de bulto, como decir que los «padres fundadores» de Estados Unidos «trabajaron incansablemente para acabar con la esclavitud», cuando además de que algunos de ellos tenían esclavos es algo que no ocurrió hasta mediados del siglo XIX. Pero además de esas «imprecisiones», la congresista por Minnesota se caracteriza por defender sin tapujos sus posiciones de cristianismo militante y populista, que en EE.UU. se conoce como evangelismo.

Aunque otros candidatos también se alinean con esas posturas, Bachmann es la que más duramente se ha pronunciado contra la homosexualidad, lo que le atrajo críticas. No ayudó que se supiera que su marido tiene una consulta médica en la que se ofrece tratamiento contra las prácticas homosexuales. El colectivo gay entonces sugirió que Marcus Bachmann (a la izquierda, con Michele) es de los suyos e intenta disimularlo, pero el rumor no fue más que una venganza y el precio de que el matrimonio censure la homosexualidad, aseguran quienes les conocen.