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Gadafi vendió 29 toneladas de oro

El régimen de Gadafi vendió 29 toneladas de oro entre los meses de abril y mayo, cuando el dictador controlaba todavía el Banco Central libio. Lo hizo para intentar salvar el régimen y pagar los gastos y sueldos de su administración. No está claro si esta cantidad proviene de esta institución o de los fondos privados del dictador. Así lo reconocieron ayer las autoridades de la entidad, dependientes del Consejo Nacional Transitorio (CNT). Ocurrió el mismo día en que el número dos de este Gobierno de la nueva Libia, Mahmud Jibril, puso los pies por primera vez en Trípoli desde el comienzo de la revolución en febrero.

La venta del oro no fue ilegal pero sí sospechosa por el momento en el que se llevó a cabo, según dio a entender Wafik Shater, del grupo de estabilización financiera del CNT. En cualquier caso, las nuevas autoridades de la entidad desconocen cuánto oro y divisas llevaba la caravana de más de 200 vehículos que escapó de Libia hacia Níger el lunes. El nuevo gobernador del Banco Central, Gassem Azzuz, afirmó que no provenía de los fondos del Banco Central, de donde los miembros del antiguo régimen no se han llevado cantidad alguna. Podrían ser, añadieron, fondos de la familia Gadafi.

En medio del caos burocrático, el Consejo Nacional de Transición reconoce que no saben qué dinero ha movido el comercio del petróleo libio durante los 42 años de dictadura, pero que la actual guerra impedirá retomar los niveles de producción hasta dentro de uno o dos años y que el país verá descender sus ingresos, señaló Shater.

En lo que parece un nuevo intento por evitar que los rebeldes controlen de manera íntegra todo el país, Gadafi envió ayer una nueva grabación de voz a una televisión siria en la que negaba haber salido de Libia e insistió que seguirá en su territorio para hacer frente a la OTAN y a los rebeldes. «No abandonaremos nuestra tierra ancestral», dijo. Sin embargo, ante el riesgo de que el dictador sea acogido en Níger, los insurgentes han enviado una delegación a su capital, Niamey, para convencer a sus autoridades de que no lo acojan.

Los alrededores de Sirte siguen siendo escenario de enfrentamientos entre leales al tirano y guerrilleros de la revolución. Las infraestructuras del depuesto régimen fueron ayer de nuevo objetivo de los bombardeos de la OTAN. Mañana concluye el plazo ofrecido por el Gobierno opositor para que Sirte y otras ciudades leales a Gadafi se rindan. Entre ellas, se encuentra Bani Walid donde los insurgentes siguen sin lograr autorización para entrar sin emplear la fuerza y donde en las últimas horas ha habido algunos ataques entre las dos partes.

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