Necesaria y razonable

J. P. PIN ARBOLEDAS

La desgravación fiscal por la compra de vivienda —que el Partido Popular recuperará si gana las próximas elecciones generales— es una medida esperada, por ser acorde con la ideología y tradición del PP. Es lógica en una situación de atonía del sector inmobiliario. En estas circunstancias es un verdadero estímulo, como se demostró que cuando se anunció su anulación anterior, entonces se adelantaron operaciones, luego sí tuvo incidencia en el mercado. Estímulo que reducirá el «stock» de vivienda en manos de bancos e inmobiliarias, de lo que están necesitados. Además, es una medida social que favorece a los compradores, estabiliza familias y ayuda a la recuperación demográfica.

Los inconvenientes que se achacan a esta medida no se darán en las actuales circunstancias:

La desgravación no se trasladará al vendedor. Se argumenta que éste sube el precio absorbiendo la desgravación cuando la demanda de vivienda es alta. Como ahora esa demanda es floja reducirá el precio ayudando al comprador.

Su incidencia en la mengua de ingresos fiscales, necesarios en una época de déficit público, será reducida; porque al ser un verdadero estímulo si no se aplica no habrá ventas. Puede que paralice temporalmente las ventas a la espera de su aplicación, pero esta es una razón más para pedir ‘el adelanto del adelanto electoral’.

Debido a que es congruente con la ideología del Partido Popular, necesaria por la crisis del sector y reducidos sus inconvenientes parece razonable incluirla en un programa electoral.

Profesor del IESE Business School