Una carta colgada en la web del partido «De Otra Manera» (DOM), encabezado por José Miguel Fernández Sastrón, candidato a las próximas selecciones —el 30 de junio— de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), promete calentar los últimos días de la campaña electoral. En ella, el compositor, claramente contrario a la gestión desarrollada durante los últimos años por Eduardo Bautista, desgrana algunos aspectos que, en su opinión, enturbian el buen hacer de la entidad. Se refiere concretamente a la incapacidad para identificar a los pequeños autores y repartir entre ellos el dinero que les corresponde por la explotación de sus obras.
En completo desacuerdo con el ambicioso proyecto que está levantando Bautista, la red de teatros ARTERIA, plantea en esa carta cuestiones referidas a la procedencia del dinero que está pagando esta iniciativa cuyo presupuesto inicial se estableció en torno a 300 millones de euros, para levantar o rehabilitar casi una docena de espacios escénicos en España e Iberoamérica.
Endeudamiento
«ARTERIA constituye hoy un preocupante riesgo para nuestra entidad y para todos los socios. Fundamentalmente por su nivel de endeudamiento insostenible, avalado en una parte importante por la propia SGAE, es decir, por todos nosotros, y financiado con recursos que van más allá, en contra de lo que se nos dice, de los fondos culturales no susceptibles de repartirse entre los socios», explica Sastrón en la misiva. «No podemos olvidar que dicha financiación se sustenta en ese 10% que los autores cedemos voluntariamente de nuestras liquidaciones (ver art. 90 de los Estatutos SGAE), en el 20% de los ingresos por una copia privada (en este caso sí por imperativo legal) de incierto porvenir y, lo que resulta más grave, en la creciente bolsa de no identificados que prescriben sin que seamos capaces de identificarlos y repartirlos a los autores», se lamenta Sastrón.
Recaudar, identificar y repartir
Es a este capítulo, el de los derechos de autor no identificados, al que el candidado por DOM se refiere de manera más exhaustiva en la carta, subrayando su espectacular crecimiento en los últimos años y cuestionando un sistema de recaudación que no se preocupa por identificar a los dueños de los derechos, y aún menos por repartirlos. Algo que contrasta con las reiteradas declaraciones de Eduardo Bautista que siempre ha presumido de que la SGAE goza de unas tecnologías que le permiten controlar a la perfección la gestión de derechos.
«La eficacia debe medirse por la identificación y el consecuente reparto de cantidades»
«La realidad es que, pee a tener más medios tecnológicos, cada vez identificamos peor»
Cuatro demandas
Un dinero que, en tiempos como estos, vendrá muy bien a la entidad para seguir alimentando a la gran criatura creada por Bautista, que ha sufrido importantes problemas durante los últimos meses, como la pérdida del Palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte; el retraso en la construcción de la Torre de la Música, en Valencia; y el enfrentamiento con el arquitecto de la entidad, Santiago Fajardo, que dimitió de sus funciones el pasado mes de mayo y que ha presentado cuatro demandas —una de ellas ha sido aceptada a trámite— contra Eduardo Bautista y la SGAE. Sin embargo, el presidente de la entidad no se desanima y tiene en cartera otros proyectos que continuarán aumentando su leyenda, aunque tal vez no lo haga en el sentido que él desea.

















