DIPLOMACIA
El PP quiere que el Gobierno explique la marginación de España en Europa
Nuestro país es el único de los grandes de la UE que no tiene a nadie en la cupula de la nueva diplomacia europea
El Grupo Parlamentario Popular anunció ayer que pedirá en el Congreso de los Diputados que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, explique las razones por las que España no ha conseguido ninguno de los doce puestos directivos en el Servicio Europeo de Acción Exterior.
El Grupo Parlamentario Popular anunció ayer que pedirá en el Congreso de los Diputados que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, explique las razones por las que España no ha conseguido ninguno de los doce puestos directivos en el Servicio Europeo de Acción Exterior.
El Grupo Parlamentario Popular anunció ayer que pedirá en el Congreso de los Diputados que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, explique las razones por las que España no ha conseguido ninguno de los doce puestos directivos en el Servicio Europeo de Acción Exterior.
El Grupo Parlamentario Popular anunció ayer que pedirá en el Congreso de los Diputados que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, explique las razones por las que España no ha conseguido ninguno de los doce puestos directivos en el Servicio Europeo de Acción Exterior.
Como informó ABC, nuestro país es el único de los grandes de la UE que no tiene a nadie en la cupula de la nueva diplomacia europea, encabezada por la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad, la británica Catherine Asthon. Sí hay franceses, británicos, italianos, alemanes, polacos, suecos, eslovacos y rumanos.
Malestar
Lo sucedido ha causado gran malestar en medios diplomáticos españoles consultados por este periódico que consideran que el Gobierno no fue capaz de apoyar adecuadamente a los candidatos que se presentaron a distintos puestos. Cinco diplomáticos españoles lo hicieron —Fernando Carderera, Miguel Aguirre de Cárcer, Enrique Viguera, Nicolás Pascual de la Parte y Manuel Montobbio—, pero el único respaldo que recibieron fueron un par de cartas enviadas a Ashton por el entonces titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Moratinos sí hizo algún esfuerzo mayor para tratar de conseguir la dirección del Comité Político y de Seguridad (COPS), uno de los puestos claves en la llamada «Burbuja» de la diplomacia europea. España contaba con un candidato experimentado, su actual embajador ante el COPS, el diplomático Carlos Fernández-Arias, pero éste, a la vista de los escasos resultados obtenidos por el ministro y la certeza de que el puesto sería para el sueco Olof Skoog, decidió, al final, no presentar la candidatura.
Tampoco, en los puestos de segundo nivel, las quince jefaturas de grupos de trabajo, España ha logrado una representación proporcionada a lo que debería ser su peso en Europa: sólo hay un español —Rafael Gilabert, funcionario de la Comisión Europea—, que es el responsable de América Latina.
Además, otro español —Pelayo Castro, joven funcionario del Parlamento Europeo y ex ayudante del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero—, forma parte del Gabinete de Ashton.
Como informó ABC, nuestro país es el único de los grandes de la UE que no tiene a nadie en la cupula de la nueva diplomacia europea, encabezada por la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad, la británica Catherine Asthon. Sí hay franceses, británicos, italianos, alemanes, polacos, suecos, eslovacos y rumanos.
Malestar
Lo sucedido ha causado gran malestar en medios diplomáticos españoles consultados por este periódico que consideran que el Gobierno no fue capaz de apoyar adecuadamente a los candidatos que se presentaron a distintos puestos. Cinco diplomáticos españoles lo hicieron —Fernando Carderera, Miguel Aguirre de Cárcer, Enrique Viguera, Nicolás Pascual de la Parte y Manuel Montobbio—, pero el único respaldo que recibieron fueron un par de cartas enviadas a Ashton por el entonces titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Moratinos sí hizo algún esfuerzo mayor para tratar de conseguir la dirección del Comité Político y de Seguridad (COPS), uno de los puestos claves en la llamada «Burbuja» de la diplomacia europea. España contaba con un candidato experimentado, su actual embajador ante el COPS, el diplomático Carlos Fernández-Arias, pero éste, a la vista de los escasos resultados obtenidos por el ministro y la certeza de que el puesto sería para el sueco Olof Skoog, decidió, al final, no presentar la candidatura.
Tampoco, en los puestos de segundo nivel, las quince jefaturas de grupos de trabajo, España ha logrado una representación proporcionada a lo que debería ser su peso en Europa: sólo hay un español —Rafael Gilabert, funcionario de la Comisión Europea—, que es el responsable de América Latina.
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