Condenado por negarse a que un hombre anestesiara a su esposa en el parto

Un tribunal belga ha condenado hoy a diez meses de prisión a un hombre de origen jordano por negarse a que un hombre anestesiara a su mujer durante el parto.

En su sentencia, el tribunal correccional de Tongres (este de Bélgica) ha argumentado que el acusado puso en peligro la vida de su esposa y de su hijo con su "comportamiento insensato", ha informado la agencia Belga.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 23 de agosto de 2007 en un hospital de la pequeña ciudad belga de Bree (noreste). Al constatar que el ritmo cardíaco del feto se ralentizaba, los médicos decidieron someter a la paciente a una cesárea y llamaron a un anestesista, pero su esposo se negó a que la tratase debido a que era un hombre.

Finalmente, un imán que se desplazó hasta el centro sanitario logró persuadir al marido para que dejase que su mujer fuese anestesiada, pero bajo estrictas condiciones.

La futura madre tuvo que ser cubierta por completo y, además, el anestesista abandonó el quirófano inmediatamente después de inyectar los fármacos. Una vez finalizado el parto, el doctor que intervino en la cesárea y el colegio de médicos denunciaron al padre, que hoy ha sido condenado a pagar una multa de 1.100 euros y a diez meses de prisión, aunque no tendrá que ingresar en la cárcel.