En busca de una paz tangible

Tras el alto el fuego unilateral decretado anteanoche por Israel, Hamás respondió ayer adoptando idéntica medida, pero condicionada a que en el plazo de una semana las tropas israelíes se retiren de la franja de Gaza. Por el momento, en este débil equilibrio, en la fragilidad de una paz que amenaza con ser provisional, al menos las armas han callado y, previsiblemente, callarán durante los próximos días. Aunque sería utópico creer que después de la crudeza de la ofensiva de las últimas semanas Israel se aquietará ante las condiciones impuestas por Hamás -algo impensable-, lo cierto es que ayer comenzaron los primeros movimientos de repliegue de las tropas israelíes, en coincidencia con la reunión mantenida en la localidad egipcia de Sharm El Sheij por dirigentes europeos y árabes. Israel, con el respaldo de Estados Unidos, se garantizará que el rearme de Hamás sea tarea imposible, mientras que los líderes europeos y árabes citados por Hosni Mubarak y Nicolas Sarkozy -Zapatero (en la imagen, con Brown y Berlusconi) les acompañó ayer en la cumbre- dejaron claro su empeño en que el alto el fuego en Gaza se convierta en una medida permanente. Sarkozy sostuvo que la violencia en Gaza forma parte de un conflicto global de muy compleja resolución y por ello abogó por convocar una conferencia en las próximas semanas que siente las bases de la paz. Además, los participantes en esta cita, junto con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se comprometieron también a trabajar por el levantamiento del bloqueo israelí impuesto sobre la franja en junio de 2007, con la colaboración de Egipto. -Internacional
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