Prisión para los porteros, que declaran que fue un accidente

18/11/2008 a las 11:52h.

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Antonio Sánchez Serrano, conductor —con un antecedente por lesiones—; David Sergio Gutiérrez, empleado de un laboratorio —antecedentes por hurto—, y David Alonso, estudiante, los tres imputados, ingresaron anoche en prisión provisional comunicada y sin fianza, en Soto del Real.«MC2» «Álvaro cayó al suelo y yo encima de él, por accidente». Esta es la declaración que realizó Antonio Sánchez, de 32 años, ante la Policía y la jueza de guardia que ayer le tomó testimonio. Sánchez aseguró que lo único que pasó la noche en que el joven de 18 años Álvaro Ussía Caballero murió en la discoteca El Balcón de Rosales es que medió entre él y otro joven, con el que estaba discutiendo.

Un juez, posible testigo

El presunto homicidio de El Balcón de Rosales pudo contar con un testigo de excepción. Se trata de un juez de Sagunto (Valencia) que, según fuentes del caso, se encontraba en la puerta del local con una doctora. Estaba en Madrid de viaje. El magistrado presenció la presunta paliza y reprendió a los porteros. Uno de ellos le espetó: «¡Ni juez ni..., a ver si te voy a dar también a ti!». El interpelado avisó a la Policía, cuando Álvaro aún no había perecido. Le denunció por desobediencia a la autoridad a los acusados. La doctora que acompañaba al juez atendió a la víctima después de que lo hiciera un joven socorrista.

La defensa de los porteros aseguró ayer a ABC que no tenía constancia de que esto hubiera ocurrido. La Jefatura Superior de Policía precisó que tampoco tenía conocimiento de que eso haya ocurrido. Es más, no consta ni siquiera en las diligencias policiales abiertas por este caso.

«Un altercado con un amigo»

Los argumentos de la defensa de los tres hombres imputados desarrollan el relato de esa noche con la siguiente versión. Álvaro se encontraba con un grupo reducido de amigos en la parte superior del establecimiento. En un momento dado, «tuvo un altercado con un amigo o un conocido». Es entonces cuando Antonio Sánchez, que no es portero, sino que colabora con la dueña de la empresa de seguridad en algunos pagos, se acerca para mediar en la disputa. «Se le invita a que salga, y lo hace muy alterado y nervioso, no sé si había tomado algo dentro», explicó el letrado, José Carlos Paños.

Cuando Antonio media, agarra a los dos jóvenes, Álvaro cae al suelo y Sánchez encima. «Mi patrocinado pesa más de 120 kilos y le dio con una parte dura del cuerpo, no sé si el codo, la pierna...», indicí el letrado. Los dos porteros que se encontraban en el acceso al local, David Sergio Gutiérrez y David Alonso, subieron a ver qué ocurría, pero, siempre según la versión de la defensa, regresaron a la puerta porque había mucha gente en la zona.

Esta declaración choca con la de algunos jóvenes amigos de Álvaro. Ellos aseguran que uno de los imputados «es el que le dio una patada, le tiró al suelo y le golpeó en el pecho». Los demás, añadieron, miraban y se oponían a que nadie interviniese para ayudar a la víctima. «El bar estaba muy lleno y se iban ya —indica una chica—; al despedirse los amigos, uno empujó a Álvaro de broma, y cayó sobre una chica».

Un cuarto portero

Esa chica es la novia de un cuarto ex portero del local, que se encotraba en la barra tomando una copa. Presuntamente, la joven reprendió a Álvaro por el golpe y fue a buscar a su novio. Pero este no actuó en los hechos.

Ayer mismo por la mañana, este cuarto hombre acudió a declarar voluntariamente ante el Grupo V de Homicidios, y salió en libertad. Otras fuentes apuntaron a que este hombre medió entre los porteros y Álvaro en el momento de la agresión, al grito de «¡Dejadle ya!».

Precisamente, ese chico participó en una de las 16 ruedas de reconocimiento que se practicaron ayer en los juzgados de Plaza de Castilla. Así lo explicaba a ABC: «He reconocido a dos de ellos, aunque no vi la agresión, pero sí los vi junto a Álvaro mirándole con cara de pocos amigos. Tenía las pupilas arreactivas y pulso, pero lo perdió durante 30 segundos. Luego lo recuperó». Pero Álvaro murió en el hospital.

La defensa insiste en que existen contradicciones en los testimonios de los numerosos testigos, «porque los ubican en lugares diferentes e imputan a algunos de ellos hechos que no cometieron».

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