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Crece la venta de armas en EE.UU. tras la elección de Obama

«Tras las elecciones tuve más llamadas de lo habitual», afirma el propietario de una armería. AP

La venta de fusiles, pistolas y munición se ha incrementado considerablemente en varias zonas de Estados Unidos ante el temor de que la elección del demócrata Barack Obama pueda suponer nuevos recortes y limitaciones en la compra de armamento.

"El día después de las elecciones tuve más llamadas de lo habitual de personas que querían fusiles semiautomáticos", afirmó el propietario de una armería de Bisbee, en Arizona, David Greenberg.

Agotados ante la posible prohibición

A Greenberg se le han agotado los fusiles AR-15. "Parece que hay temor a que sean prohibidos", explicó. "Obama y (Joe) Biden están empeñados en eliminar las armas de fuego de la faz del país", lamentó. Las armerías han informado de un repunte en las ventas de las armas de fuego tras la victoria de Obama y Biden del 4 de noviembre. Ambos son favorables a la implantación de un mayor control sobre las armas de fuego.

La Fundación Nacional de Deportes de Tiro, un grupo comercial relacionado con el tiro, la caza y la industria de las armas de fuego, informó de un aumento del 10 por ciento en las ventas de este año registrado gracias a un análisis de los impuestos sobre las armas de fuego y la munición. Un portavoz de la organización aseguró que las ventas también subieron significativamente antes de las elecciones.

Obama manifestó su apoyo al derecho a poseer y portar armas recogido en la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, pero tanto él como Biden abogan por la prohibición de las armas de asalto como los fusiles semiautomáticos y por la aplicación de medidas "de sentido común" para que las armas estén lejos de los menores y los criminales.

La influyente Asociación Nacional del Rifle no ha dudado en manifestar durante la campaña su preocupación por la posible llegada al poder de Obama, una "seria amenaza a las libertades de la Segunda Enmienda".

Los defensores de las armas recuerdan que Obama manifestó en 1999 su apoyo a un incremento del 500 por ciento en el impuesto federal sobre las armas de fuego y la munición, una circunstancia que no se ha vuelto a repetir.

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