La merienda de Paolo (Italia) —en la imagen superior— se compone principalmente de pizza, bocatas y fritos. En el mundo hay unos 400 millones de niños con sobrepeso y obesidad. Según la OMS, son tres veces más que hace 30 años. Gregg Segal alerta sobre esta situación
con sus imágenes: «Las tasas de obesidad suben. En los medios se habla del peligro de los alimentos ultraprocesados, saturados de sal, grasa y azúcar, pero eso no se está traduciendo en un cambio generalizado».
Un estudio de la Universidad de Cambridge ha analizado las dietas de 197 países. Ningún europeo aparece entre los diez primeros con los hábitos alimentarios más saludables. En Occidente, casi el 60 por ciento de las calorías proviene de alimentos industrializados y solo el 1 por ciento, de vegetales.
En los países no occidentales se comen más verduras, frutas, legumbres y comida casera. La expansión mundial de las empresas de alimentación industrializada, sin embargo, está cambiando los hábitos en lugares donde una hamburguesa se ve como símbolo de estatus.
Cardiopatías, diabetes... Los trastornos asociados a la obesidad son muchos, incluyendo los psicológicos, por el maltrato social hacia los obesos. Un estudio reciente revela que casi la mitad de los jóvenes con sobrepeso se sienten humillados por sus propios padres.
«Quiero mostrar lo que están comiendo los niños hoy por el mundo y ayudar a promover un cambio», explica el fotógrafo Gregg Segal. Para realizar estas imágenes –extracto de su serie Daily bread ('El pan de cada día')–, ha estado más de un año solicitando a familias por todo el mundo que anotaran lo que sus hijos comían en una semana, para después hacerle un retrato a cada niño con toda esa comida.