ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Bangladés

Ahogados por el ladrillo

Las inundaciones ponen en peligro la producción de 5000 fábricas de ladrillos, uno de los principales sustentos para la población de Daca, la capital de Bangladés. Pero ese no es, sin embargo, el mayor de sus problemas... Lee.

Viernes, 22 de Octubre 2021

Tiempo de lectura: 4 min

En torno a Daca, la capital de Bangladés, se arraciman 5000 fábricas de ladrillos que dan trabajo a un millón de personas. Casi la mitad de ellas son inmigrantes que se desplazan a la capital en la estación seca —de noviembre a marzo— para trabajar en

las fabricas en condiciones penosas. La mayoría se alojan en albergues temporales sin agua potable. Aguantan jornadas de más de diez horas por un salario de 200 taka (el equivalente a 2,5 dólares) para los hombres y de 150 taka (unos dos dólares) para las mujeres. Es el salario por cargar hasta mil ladrillos al día.

En las fábricas también trabajan niños: acarrean arena, se ocupan de voltear los ladrillos para que se cuezan de forma homogénea y cuidan de los más pequeños mientras los padres trabajan.

El trabajo de menores en Bangladés es también habitual en la industria textil, otro de los pilares de su economía. Es uno de los países más populosos del mundo, con casi 165 millones de habitantes, y de los más pobres: ocupa el puesto 147 en el ranking de países según su PIB per cápita, una lista integrada por 196 naciones.

Sobredosis de hollín. Las chimeneas de los hornos de las fábricas de ladrillos de Daca escupen el 20 por ciento de las emisiones de hollín ¡de todo el mundo!ADOBE STOCK

La vida no es fácil allí. Y el clima tampoco ayuda. Los monzones descargan con violencia mantas de agua que desbordan los ríos, destruyen cosechas y provocan destrozos. Este año, las inundaciones han puesto en peligro toneladas de ladrillos puestos a secar.

El daño económico es serio. De las 5000 fábricas de la caótica Daca –una ciudad con más de 28 millones de habitantes– salen 23.000 millones de ladrillos al año, lo que supone el 1 por ciento del PIB del país. De ahí la preocupación por las recientes inundaciones, nefastas para un negocio que requiere sequedad.

De las fábricas de Daca salen 23.000 millones de ladrillos al año, lo que supone el 1 por ciento del PIB de Bangladés

El ladrillo da sustento a Daca, pero también es la fuente de uno de sus peores males, la contaminación. Por las chimeneas de esas factorías sale el 20 por ciento de las emisiones de hollín ¡de todo el mundo! Según un estudio de la Universidad de Stanford, cada fábrica emite la friolera de 53 toneladas de CO2 al año.

La contaminación es de tal calibre que, según un estudio del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago, reduce en 5,4 años la esperanza de vida de los habitantes de Bangladés.

Río muerto. El Buriganga soporta el vertido de los productos tóxicos (sobre todo cromo) de las curtidoras de piel (muchas ilegales) y de la basura y las aguas fecales de una ciudad de más de 28 millones de habitantes.GETTY IMAGES

En los hornos de estas fábricas caben hasta 800.000 ladrillos a la vez. Y se prenden con carbón para cocerlos; de ahí el hollín, el cielo oscuro de Daca y la asfixia de sus habitantes.

También las aguas del río Buriganga soportan una intolerable carga de inmundicias y productos tóxicos. Sobre él vierten su basura y sus aguas fecales la ciudad de Daca y miles de pequeñas empresas curtidoras de piel, muchas de ellas ilegales. La situación ha llegado a ser tan grave que el río perdió a sus habitantes naturales, los peces. Por eso, en 2017, el gobierno ordenó reubicar muchas de las curtidoras. Pero no ha sido una medida eficaz porque quienes debían marcharse han evitado hacerlo a golpe de sobornos.

La contaminación reduce en 5,4 años la esperanza de vida de los habitantes de Bangladés

Otra inundación grave es la del plástico. Las toneladas de desperdicios obstruyen el alcantarillado, sobre todo durante los meses del monzón. Es una de las razones por las que, en 2002, Bangladés fue uno de los países pioneros en prohibir las bolsas de plástico de un solo uso. Algo que tampoco se cumple.

La abundancia de plástico da trabajo a muchos habitantes de Daca. La mayoría de los 10.000 habitantes del suburbio de Islambag se dedica a su reciclaje. Es un trabajo insano que no les saca de la miseria: obtienen unos dos dólares por un día completo de trabajo.

El engaño del plástico. El país está tan inundado de residuos que en 2002 fue uno de los primeros en prohibir las bolsas de plásticos de un solo uso. Pero nadie cumple con la norma.AGE.

Soluciones desde Alemania

Para evitar la asfixia total del país asiático, se están proponiendo algunas soluciones. El Banco Mundial, por ejemplo, es partidario de la implantación de un tipo diferente de hornos de ladrillos.

Se trata de una nueva tecnología que puede funcionar todo el año —no solo durante los meses de la estación seca— y que, además, contamina la mitad. Son hornos de fabricación alemana que utilizan una mezcla de carbón pulverizado y arcilla para mejorar la calidad y la quema apropiada de los ladrillos. Además, recuperan el calor residual de los hornos  la reutilizan para secar los ladrillos húmedos antes de que entren en los hornos.

Estos hornos híbridos utilizan la mitad de carbón que los hornos de chimenea fija y retienen las partículas de carbón dentro del ladrillo para evitar que se conviertan en ceniza transportada a través del aire.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

MÁS DE XLSEMANAL