Los mejores bosques para buscar setas
En España hay excelentes lugares para lanzarse a buscar hongos casi todo el año, pero el otoño es la época cumbre
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Un buscador de setas en los bosques de Soria - gonzalo cruz «Si hay tormentas de verano, en septiembre ya hay setas en las sierras de Teruel y en la Serranía de Cuenca. En noviembre hace frío en las zonas más altas, pero suele darse bien el recurso en las Sierras de Cazorla y Segura y Las Villas, la Sierra de Alcaraz y las sierras de Valencia. En diciembre, por ejemplo, se pueden recoger setas en las áreas más cálidas, como Sierra Morena y Sierra Levante. Hay especies exclusivas de primavera, como el marzuelo y la colmenilla. En invierno, la trufa negra es la estrella. Y en los Pirineos suele haber setas en pleno verano», apunta José Fajardo, de Rockrose Ecoturismo .
España, pues, parece un paraíso fúngico durante todo el año. No obstante, como apunta Rogelio Muñoz, de la Asociación Gaia de Educadores Medioambientales: «La micología es una afición de prudentes, no de valientes». No existe un único método exacto para clasificar una seta: «Cuando vamos al campo muy pocas setas están claras; no las podemos comparar con la foto de un libro porque el sol y la lluvia las modifican.»
Los hongos ya eran muy apreciados en la antigüedad. Pero, ¿sabías que la representación gráfica más antigua de un hongo que se conoce se encuentra en una pintura mural hallada en la tumba del faraón egipcio Amememhat (1450 a. C)? Así lo aseguran desde Turismo de Navarra .
Un dato curioso que puedes anotar o no. Sí deberías, en cambio, recordar las siguientes buenas prácticas de recolección de hongos y setas. Así no tendrás que marcar el número de Emergencias toxicológicas (91 562 04 20):
• Recoge solo las especies que conozcas. No utilices rastrillos. Y tapa los agujeros que se originan al arrancarlas del suelo.
• Limpia las setas al tomarlas y colócalas en tu cesta de mimbre –nunca bolsas de plástico- con el sombrero boca abajo, para evitar que se manche el himenio.
• No recolectes ejemplares agusanados ni viejos; son indigestos, pero en el campo cumplen con su función reproductora.
• Cómelas de inmediato; son productos perecederos.
• No consumas setas de lugares contaminados: bordes de carreteras, zonas industriales...
• En caso de alteraciones digestivas o nerviosas, acude al centro hospitalario más próximo llevando algún ejemplar del producto ingerido.
[¿Ya tienes las setas? Aquí te explicamos diez recetas fáciles .]
Sierra de Cuenca
Sierra de Valdemeca (Cuenca) - ROCKROSE El Parque Natural Serranía de Cuenca se sitúa al noreste de la provincia conquense, extendiéndose a lo largo de 73.726 hectáreas. Los términos municipales de Arcos de la Sierra, Beamud, Cuenca, Huélamo, Las Majadas, Portilla, Tragacete, Uña, Valdemeca, Villalba de la Sierra y Zafrilla disfrutan de este enclave natural que, gracias a numerosas rutas abiertas al público, se puede recorrer a pie.
Las masas de pino negral de la Serranía de Cuenca se encuentran entre las más extensas y mejor conservadas de la península ibérica. Los pinares dominan, sobre todo, la zona occidental del Parque, ocupando sus suelos calizos desde las partes más bajas hasta los 1.400 metros de altitud. Cobijan, además, a una rara y escasa especie en peligro de extinción: el tabaco gordo (una planta herbácea que antaño se recolectaba con fines farmacológicos).
La presencia de las poblaciones ibéricas más meridionales de roble albar en la umbría y silícea Sierra de Valdemeca constituye una de las singularidades florísticas del territorio. Quejigares, encinares y sabinares albares completan el elenco boscoso, siendo más abundantes en altitudes medias del Parque.
«La Serranía de Cuenca cuenta con muchos y buenos lugares para recoger setas. Los principales problemas son con los cotos de caza y las cacerías. Lo mejor, los montes públicos, señalizados en mojones como MP. Lugares emblemáticos son Tragacete, Las Majadas y Valdemeca», señala José Fajardo, de Rockrose Ecoturismo.
«Durante la campaña micológica se organizan numerosos cursillos, actividades y jornadas en distintos puntos de Castilla-La Mancha: Albacete, Cardenete, Caudete, Cuenca, Guadalajara, Motilla del Palancar, Orea, Toledo, Viso del Marqués, Yeste, etc...».
De entre el amplio y variado catálogo de setas representativas de la sierra de Valdemeca destacamos las siguientes: Lactarius deliciosus; Gyromitra ínfula; Marasmius oreales; Marasmius oreales; Marasmius oreales; Morchella esculenta; Lepista personata; Pleurotus eryngii; Pholiota squarrosa; Pleurotus ostreatus; Lepista nuda; Lyophyllum decastes; Hygrophorus camarophyllus; Pholiota gummosa; Mycena seynesii.
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El macizo del Moncayo
Parque Natural del Moncayo - JAVIER CORTÉS Frontera natural de Castilla y León, Navarra y Aragón, el «Mons Caunus» (monte canoso) -nombre que le pusieron los romanos por las permanentes nieves de sus cimas-, constituye una auténtica «isla biogeográfica» (declarada Parque Natural en 1978).
La acción humana ha alterado la vegetación del Moncayo. La corta de leña y el pastoreo han producido pastizales y se han llevado a cabo repoblaciones forestales con pinares (sobre todo de Pinus sylvestris). La diversidad de masas forestales tiene como consecuencia la presencia de diferentes especies de setas. La Asociación Micológica San Martín de Moncayo ha catalogado más de 500 taxones. Javier Cortés, uno de sus miembros, nos propone el siguiente paseo micológico por el macizo:
En los carrascales (ocupan las zonas más bajas del Parque Natural del Moncayo) es frecuente la peligrosísima Amanita phalloides, responsable del mayor número de muertes por intoxicación micológica en nuestro entorno.
Por los rebollares (bosques densos y con mucha maleza) no siempre resulta fácil caminar. Pero uno se puede topar con diversas especies de russulas: Russula chloroides (de color blanco sucio y carne firme) o Russula cyanoxantha (buen comestible, con láminas blandas y elásticas).
En los pinares que tanta superficie del Parque ocupan pueden observarse verdaderos céspedes de Hypholoma fasciculare en los tocones y tricholomas como Tricholoma equestre (o seta de los caballeros), excelente comestible muy apreciado antaño pero cuya comercialización está prohibida en nuestro país.
Entre las setas del fresco hayedo, tan agradable para pasear en verano, podemos mencionar la pardilla (Clitocybe nebularis), mal tolerada por los estómagos de muchas personas. Y varios boletos, como el curioso Strobilomyces strobilaceus, de color gris oscuro con aspecto de piña.
El Moncayo alberga, además, una pequeña seta que no se ha encontrado en otro lugar, y que fue bautizada en honor de esta montaña como Hygrocybe monscaiensis (descubierta el 31 de octubre de 1997 durante la celebración del II Encuentro Internacional de Micología).
Cortés invita a todos los amantes de las setas a pasarse por las X Jornadas Micológicas que se celebran en San Martín de la Virgen de Moncayo hasta el 17 de noviembre.
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Navarra
Valle de Ultzama en otoño - PMU Las lluvias otoñales favorecen la proliferación de setas y hongos en Navarra. Según va intensificándose el frío, éstas se desplazan desde el norte hacia las zonas más cálidas de la Ribera (valle del Ebro).
Para regular la masificación y evitar los abusos en la recolección de setas y hongos del fructífero valle de Ultzama (5.800 hectáreas) ha surgido el pionero Parque Micológico Ultzama .
«Los hongos saprófitos reciclan la materia orgánica del bosque; los micorrízicos ayudan a los árboles a crecer, y los parásitos crean nuevos espacios. Si un bosque posee gran variedad de setas su sostenibilidad futura está asegurada. En Ultzama se han citado 848 especies de hongos. Por lo que resulta vital estudiar y respetar nuestro patrimonio micológico», apunta Amaia Esparza, miembro del equipo del Parque.
Para recolectar setas en Ultzama se requiere un permiso que se puede adquirir en el punto de información del Parque, a través de internet o en algunos establecimientos. Desde cinco euros por día hasta 90 euros por año.
En Ultzama las setas crecen fundamentalmente en los hayedos y robledales -los bosques dominantes del paraje-. La identificación de las setas es una tarea, en muchos casos, complicada. Distinguir la Trompeta de los muertos (Cratarellus cornucopioides) resulta muy fácil por su color negro, su forma de «instrumento de viento» y su ausencia de láminas y pliegues en el himenio (bajo el sombrero). Su aparición suele coincidir con la festividad de todos los santos, de ahí su nombre, pero se puede recoger para comer (por su excelente sabor) desde mediados de septiembre hasta finales de noviembre.
El también comestible y gran Boleto de pie rojo (Boletus erythropus), en cambio, se puede confundir con el tóxico Boletus gr. satanas, cuya carne también azulea, explica el micólogo Javier Gómez. ¡Mucho ojo!
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Sierras Subbéticas
Poljé de La Nava, en la sierra de Cabra; actualmente, geoparque natural declarado por la Unesco. Al fondo, el matorral mediterráneo con sus encinares, quejigares y su vegetacion tipica - JAVIER GÓMEZ El Parque Natural de las Sierras Subbéticas posee una superficie de 31.568 hectáreas, y se caracteriza por ser una zona montañosa caliza con valles estrechos y modelado kárstico.
Su bosque mediterráneo se encuentra bien desarrollado y presenta abundante estrato arbustivo con encina, quejigo, lentisco, coscoja, algarrobo, madroño, labiérnago y acebuche, por ejemplo.
La Consejería andaluza de Medio Ambiente, a través del Plan de Conservación y Uso Sostenible de Setas y Trufas de Andalucía (CUSSTA) , ha realizado un estudio micológico de este paraje cordobés, que cuenta con el sendero micológico de Santa Rita, situado en la cara norte de la Sierra de la Cabrera.
Entre los hongos que podemos encontrar en el Parque Natural de las Sierras Subbéticas cabe mencionar: Amanita excelsa, Boletus luridus, Calocera cornea, Entoloma cedretorum, Galerina laevis, Hebeloma mesophaeum, Inocybe godeyi, Lepiota castanea, Macrolepiota procera, Omphalotus olearius, Perenniporia rosmarini, Ramaria decurrens, Scleroderma areolatum, Tremella aurantiaca.
«Cuando se habla de setas y hongos la mayoría de la gente piensa en Navarra, Cataluña y País Vasco, pero Andalucía, por su geografía y clima, goza de muy distintos y ricos ecosistemas en recurso fúngico. De hecho, no hay más que atender a la gran cantidad de asociaciones micológicas que existen en cada una de las ocho provincias. Córdoba, cuenta, además, con el único Jardín asociado a setas y trufas de toda Andalucía y el primer Jardín Micológico de Europa –ubicado en la aldea de Zagrilla-», destaca Javier Gómez, miembro de la Asociación Micológica de las Sierras Subbéticas.
Las recomendaciones de Gómez son: morchella conica («abundante en el Parque de las Sierras Subbéticas y exquisita»); pleurotus eryngii («de las más emblemáticas del espacio natural cordobés y, por tanto, muy codiciada»); tuber panniferum («frecuente en encinares, con un aroma especial y que no tiene nada que envidiar a la famosa trufa negra»).
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El Valle (Soria)
Macrolepiota porcera - GAIA La expedición del Permiso de Recolección es imprescindible en la provincia de Soria. Para una actividad de fin de semana, por ejemplo, el coste es de cinco euros (dando derecho a cinco kilos por persona al día)
La Asociación Gaia de Educadores Medioambientales nos sugiere acercarnos a El Valle , conocido como «La Suiza Soriana».
«En los pinares de pino negro próximos a Espejo de Tera (a 15 kilómetros de Soria capital) comenzaremos por descubrir Lactarius deliciosus, Macrolepiota procera o Suillus luteus», explica Rogelio Peña.
«Si seguimos el curso del río Razón aguas arriba nos adentramos en El Valle. Desde el comienzo hasta el final observaremos distintas masas forestales (roble, rebollo, haya y pino albar) donde encontrar los preciados Boletus edulis, Clitopilus prunulus, Leccinum scabrum; la temida y mortal Amanita phalloides, y las toxicas Boletus satanas, Amanita muscaria, Gyromitra esculent y Tricholoma equestre, por ejemplo».
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