Esquí «freeride»: lo que debes saber para vencer a la alta montaña
Freeride en la estación andorrana de Vallnord - abc
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Esquí «freeride»: lo que debes saber para vencer a la alta montaña

Para abandonar las pistas es imprescindible aprender con expertos las técnicas que exige un entorno imprevisible y peligroso

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Para abandonar las pistas es imprescindible aprender con expertos las técnicas que exige un entorno imprevisible y peligroso

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  1. Ponerse en manos de buenos monitores

    Freeride en la estación andorrana de Vallnord
    Freeride en la estación andorrana de Vallnord - abc

    Nada hay más peligroso en la montaña que el exceso de confianza. Las estaciones de esquí pueden parecer parques de atracciones sobre la nieve. Y realmente la mayoría de los riesgos que conlleva el esquí están muy estudiados y prevenidos. Tanto que podemos llegar a pensar que aventurarnos fuera de la nieve pisada no tiene mayores complicaciones. Pero las tiene. Y pueden ser muy graves. Olvidar que un metro más allá de las pistas señalizadas estás en alta montaña, se puede pagar muy caro.

    La mejor manera de asegurarse una transición no traumática a la nieve sin pisar es la de los cursos con especialistas. Y en Vallnord, en la estación de Arcalís, hay un verdadero paraíso para quienes se animen a dar el salto fuera de las pistas. El perfil alpino de la estación, un fondo de valle protegido del viento y cotas de hasta 2.630 metros garantizan una nieve de alta calidad, incluso fuera de las pistas. Hace ya mucho que este dominio al norte de Andorra, fronterizo con Francia, apostó por el Freeride. Y la evolucion ha sido tan positiva que esta temporada ha publicado una guía exclusiva de zonas de Freeride, que abarcan 21 zonas y 130 itinerarios, divididos en tres categorías, según el nivel de dificultad. Eso sí, advirtiendo siempre de que la circulación por estas zonas, a las que se accede con remontes, se realiza «bajo la exclusiva responsabilidad del practicante» y «se recomienda ir con guías o monitores». En la escuela de Freeride de Arcalis hay opciones para todos los niveles y aspiraciones de los amantes de la nieve sin pisar.

    Consultar la información disponible, el parte meteorológico y el nivel de riesgo de alud (de 1 a 5), es ineludible en la planificación de cualquier escapada fuera de las pistas. Como también lo es valorar el nivel de esquí de cada uno porque la nieve pisada no tiene nada que ver con la que vas a encontrar en la montaña. En la estación puede haber también varios tipos de nieve, pero es difícil encontrarlas todas en el mismo día y en un recorrido corto, como puede ocurrirnos en una salida de alta montaña. De la nieve polvo podemos pasar súbitamente a la nieve costra, venteada, granulada, primavera, dura o hielo. Todo ello rodeados de piedras, árboles o cortados. Por eso la prudencia es esencial. Los rescates pueden ser muy complicados». Ya lo dice bien claro la guía de itinerarios Freeride: «ser consciente de las propias posibilidades y saber renunciar a tiempo».

    Comprobados los elementos de seguridad personal y los partes pertinentes, los monitores se encargarán de enseñarnos in situ las diferentes técnicas para superar todas las clase de nieve que van apareciendo. Esquís muy juntos pero con el peso equilibrado y centrado, cuando encuentres nieve polvo; media cuña para girar si te ves en apuros con la nieve primavera; y salto apoyado en el bastón si es costra y no hay quien haga un giro fluido. En todas ellas, posición decidida y, nunca, nunca, dejándose el brazo detrás durante los giros. «En pista, explica Sergi, uno de los profesores de la escuela de Freeride de Arcalis, puedes corregir esa tendencia natural a rehuir de la pendiente. Pero aquí, no hay margen de error. Si dudas, te vas a al suelo».

  2. Material de seguridad para el Freeride

    Esquí fuera de pista en Vallnord
    Esquí fuera de pista en Vallnord - abc

    El material de seguridad básico para practicar Freeride pasa por el ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalancha), el casco, la pala y la sonda. En los cursos que imparte la escuela de Freeride de Arcalís, lo primero que enseñan los monitores son los temas de seguridad personal. El material es vital; tanto el tuyo como el pensado para ayudar a otros.

    «No vale eso de que como llevo localizador de víctimas de avalancha (el ARVA), me ahorro la pala y la sonda. Hay que llevarlos siempre pensando en si es otro el que queda atrapado por la avalancha. Si pretendes quitar con las manos una tonelada de nieve, que es lo que se puede llegar a mover para sacar a una persona sepultada a un metro de profundidad, olvídate», explica Sergi. Comprobar por parejas que los ARVA funcionan en las dos posiciones: emisión y búsqueda, y que tienen como mínimo más de un 80% de las baterías, es una de las primeras cosas que se chequean antes de ponerse los esquís

    La marca americana K2 tiene una mochila Hyak en la que ya vienen integradas la pala y la sonda, imprescindibles en cualquier salida por alta montaña, por inocua que parezca. Últimamente, también se está extendiendo el empleo de mochilas con sistemas de airbag, como la Vojd de Haglöfs. Los cojines que llevan en los laterales se inflan automáticamente al disparar una botella de aire comprimido que se activa con un tirador manual; el objetivo es actuar como un flotador en caso de avalancha. En cualquier caso, aunque se lleve este tipo de mochilas, no hay que olvidarse del ARVA. Porque puede no darte tiempo a tirar del cordón o que la avalancha rompa el airbag y te sepulte. Cada vez que se dispara la mochila hay que llevarla a que te la carguen. Así que lo de «probarla antes», hay que pensárselo.

    Saber dónde estás o hacia dónde debes ir

    La planificación de los itinerarios es una de las cosas más importantes en una salida. Pero muy pasada por alto entre los principiantes que se animan a dar el salto fuera de las pistas y que gustan en exceso de las aventuras improvisadas. Cualquier cambio repentino de las condiciones meteorológica te puede desorientar en plena ruta y aunque no estés lejos de la «civilización» hacerte pasar un mal rato.

    En este segmento, las opciones pasan por la incombustible brújula y los mapas de la zona, que son los que siempre te darán la visión más global, pero los que ofrecen más complicación para saber en qué punto exacto estás. La otra opción son los aparatos de geoposicionamiento (GPS), que te dicen exactamente en qué coordenadas te encuentras, pero con los límites de visualización de una pantalla, que es 10 veces más pequeña que un mapa. Ninguno de los dos sistemas es intuitivo desde el primer momento. Con ambos hay que practicar primero. Ni se nace sabiendo leer las curvas de nivel de un mapa ni dominando las infinitas opciones que ofrecen los GPS. En las instrucciones, lo de apretar el botón de camino de regreso puede parecer la panacea montañera. Pero hay que verse con una niebla espesa o una ventisca de las que muerde para darse cuenta de que lo fácil puede hacerse imposible. Mejor prácticar en condiciones óptimas, que cuando no hay margen de maniobra.

    La marca española TwoNav tiene un GPS de muñeca, el Ultra, de alta resolución y visibilidad bajo luz solar directa, que nos mantendrá en todo momento informados de dónde estamos. Es compatible con toda clase de dispositivos ANT+ y entre sus muchas funciones, por supuesto, está la de brújula 3D y altímetro barométrico (para evitar errores en caso de no conectar con el satélite). En la función track, avisa cuando nos salimos de la ruta marcada y la trackback, nos lleva de regreso al punto de salida. Permite la lectura de numerosos formatos de mapas digitales y la batería tiene una duración de 12 horas.

    Garmin tiene también varios modelos de GPS. Pero esta temporada ha sacado al mercado una cámara de alta resolución, la Virb, que en su modelo Virb Elite incorpora las funciones básicas de un GPS. Se puede llevar en la muñeca o en el casco; admite una microSD de hasta 64 GB, tiene función de control remoto y conexión Wi-Fi para interactuar con el smartphone o el ordenador, modo de cámara fotográfica normal o en ráfaga, con una resolución de 16 MB y permite 3 horas de grabación a 1080p. Perfecta para grabar nuestros mejores descensos, incluso si terminana pasados por agua, puesto que viene preparada para aguantar 30 minutos de inmersión a 1m de profundidad. Con ella, ya no abrá dudas sobre si bajamos o no bajamos.

    Los finlandeses de Suunto tienen en el mercado desde hace años un modelo muy completo, el X10. Este reloj GPS es interactivo con PC y Google Earth; navega hacia un punto determinado, marca imprevistos e indica cómo regresar. Tiene brújula, cronómetro, termómetro, tiempo dual, alarma barométrica y de altitud. Y es sumergible hasta los 100 metros.

  3. En caso de ser sorprendido por un alud

    Imagen de un pequeño alud de placa producido por el calentamiento de las rocas en Arcalis (Andorra)
    Imagen de un pequeño alud de placa producido por el calentamiento de las rocas en Arcalis (Andorra) - a. carra

    Muchas son las cosas que pueden sorprenderte en la montaña en invierno. Y el alud es una de las más peligrosas. Básicamente, hay tres tipos: de nieve reciente o polvo, de placa y de fusión. Los de nieve reciente son los más destructivos, pero solo se producen durante una fuerte nevada o inmediatamente después. Los de placa son los producidos por la nieve compacta pero mal asentada y son los que pueden desprenderse al paso de un esquiador. Y los de fusión se producen a finales del invierno y en primavera cuando aumenta el contenido de agua del manto nival.

    Mantenerse a flote

    En caso de ser sorprendido por una de estas avalanchas de nieve, es importante mantener la calma y tratar de escapar por un costado. Si no se puede, liberarse cuanto antes de esquís y bastones, que te arrastran a fondo, y tratar de permanecer en la superficie mediante movimientos natatorios. Si la nieve comienza a sepultarte hay que evitar que entre nieve en la boca y la nariz adoptando una posición de «bola» y formar una cámara de aire delante de la cara al tiempo. Cuando se está casi parado hay que intentar sacar un brazo hacia la superficie. Si no se ha conseguido, mantener la calma y no tratar de escapar a toda velocidad hacia lo que crees que es la superficie. No sería la primera vez que algún sepultado se agota cavando hacia el fondo del alud

    Cómo localizar a un compañero sepultado

    Quedarse fuera de un alud, pero sabiendo que tu compañero ha quedado sepultado es la situación más estresante que se puede vivir en la montaña. Pasados 20 minutos de la avalancha, las posibilidades de sobrevivir son muy excasas. Por eso, nunca está de más practicar antes de tener que hacerlo realmente. En Arcalis hay una zona en la que se han enterrrado mochilas con localizadores para ensayar la búsqueda, localización y rescate de una víctima de alud.

    Lo primero que hay que hacer en caso de alud es tratar de localizar visualmente el punto en el que desapareció la víctima, después, realizar la llamada de emergencia a los servicios de rescate y rápidamente comenzar a buscar a los desaparecidos. Hay que colocar el ARVA en la posición búsqueda y realizar un rastreo rápido en zig zag buscando la primera señal. Una vez que se localiza, hay que acotar la mínima medición (el ARVA te da la dirección y la distancia a la que se encuentra el sepultado) con tanteos en ángulos de 90 grados, ahora más despacio y priorizando la precisión. Sobre esa mínima medición confirmada, se supone que está el compañero atrapado. Ahora hay que sacar la sonda y comenzar a pinchar abriendo hacia el exterior una espiral con centro en el punto donde encontramos la medida mínima. Cuando creamos haber localizado al sepultado es muy importante, explica Sergi, de la escuela de Freeride de Arcalís, «no empezar a cavar justo encima de él porque con nuestro peso podemos aplastar la bolsa de aire que le mantiene vivo. Lo mejor es dejar la sonda clavada sobre él, alejarse un metro o más y cavar en ángulo descendente, que es además más fácil».

    Es en esos momentos cuando la calidad del material no tiene precio. La marca suiza Mammut tiene varios modelos de ARVA, el Pulse Barryvox es un dispositivo analógico-digital de 3 atenas con un alcance máximo de 60 metros de manejo bastante sencillo.

  4. El dilema del material: transpirable o impermeable

    En lo alto del Pic du Midi, en los Pirineos franceses
    En lo alto del Pic du Midi, en los Pirineos franceses - ABC

    En cuanto al material duro, es diferente del que se utiliza en el esquí alpino en pista o en el esquí de montaña. Aunque cada vez hay en el mercado material más polivalente. Empezando por los esquís, los de Freeride suelen ser más anchos de patín que los de pista y con una curvatura «Rocker» más acentuada hacia arriba en la espátula y la cola, lo que les confiere mayor flotabilidad, pero les hace más complicados de manejar en condiciones de nieve dura al tener menos canto para derrapar. Por lo que conviene tener en cuenta el tipo de elemento que nos vamos a encontrar. Salomon ha sacado al mercado un esquí de Backcountry, el Q-98, con un puente (camber) más largo y rocker de la espátula bajo, para aumentar la estabilidad y el control en cualquier tipo de nieve.

    Las botas también son distintas en el Freeride; más ligeras y flexibles, con posición de esquí y de caminar. Pensadas para ser usadas si es necesario con fijaciones de travesía o con crampones. No llegan a ser tan livianas como las de travesía ni tan flexibles pero a cambio tienen mucha más seguridad y precisión en las bajadas, lo que no deja de ser importante. Y aquí ya entran en juego las preferencias de cada esquiador. En el mercado hay disponibles todas las opciones imaginables. Desde las superligeras e hiperflexibles, pero que sacrifican algo de la precisión en la bajada, hasta las que son más pesadas, muy similares a las de esquí alpino, que a cambio de hacerte sufrir más en los ascensos, garantizan unas sensaciones extraordinarias durante el descenso. Todo dependerá de si eres de los que realizas las aproximaciones a tus itinierarios favoritos por «gravedad», descendiendo desde algún remonte cercano, o si te lo trabajas ascendiendo a golpe de bastón y pieles de foca hasta esa cumbre de tubos y palas irresistibles, pero lejanos.

    Los italianos de Scarpa han puesto en el mercado un modelo de Freeride puro, las Freedom SL que son fabulosas. Superligeras y muy flexibles en las subidas, pero con la misma sensación de precisión y seguridad en las bajadas que unas botas de esquí alpino. De hecho, se pueden usar también en pistas sin ningún problema. La marca austriaca Atomic, por su parte, tiene en el mercado la Tracker 130, su top para el segmento de Backcountry. Muy cómoda para esquiar, y para caminar sobre nieve, roca o hasta hielo: también es perfecta para usar en pista sin comprometer siquiera la velocidad en las bajadas. Viene equipada con sistema Recco antiavalanchas, un reflector de la señal de búsqueda que utilizan los equipos de rescate de 600 estaciones y localizaciones de esquí de todo el mundo. Este dispositivo, que no necesita mantenimiento ninguno y viene integrado en la carcasa de la bota, no es un sustituto de los ARVA sino un elemento más de seguridad. Por lo pronto, hay que confirmar que los equipos de rescate del lugar en el que esquiamos disponen de dispositivos Recco de búsqueda.

    La ropa

    Para el material blando también hay diferencias. Como tarde o temprano terminaremos alejándonos de los remontes y subiendo hacia las cumbres con pieles de foca o crampones, puede ser aconsejable buscar prendas que sean más transpirables y menos impermeables que las membranas al uso. Y aquí también hay opciones para las manías de todos, o de los caprichos de la climatología. Las dos grandes opciones son las de apostar por una prenda con membrana sin relleno; muy ligeras, totalmente impermeables y lo suficientemente transpirables como para poder ascender con ella puesta. Para la bajada será sin embargo necesario desenfundar de la mochila la segunda capa y ponérsela antes de iniciar el descenso. Un ejemplo de este segmento de hardshell sería la Rando Pro (chaqueta y pantalón) de Haglöfs, con membrana de Gore Tex. Es muy ligera y sus cremalleras de apertura lateral (desde la rodilla hasta la cadera, en el pantalón; y desde la cadera hasta el codo, en la caqueta) garantizan una ventilación óptima; por si la subida es pina, y el sol calienta.

    La otra opción es la de las chaquetas softshell, sin membrana impermeable, que son muy cálidas y muy transpirables pero con una columna de agua menor y, por tanto, menos impermeables. Eso sí, con ellas te puedes ahorrar la segunda capa perfectamente, subir con ellas y, cerrando todas las cremalleras de ventilación, bajar sin problemas y calentito. La marca francesa Millet tiene una chaqueta, la Touring Xtrem, con tejido Polartec Power Shield especialmente eficaz contra el viento, muy transpirable, repelente (no impermeable) al agua y muy resistente a la abrasión. Perfecta mientras las condiciones del tiempo no son extremas. En una línea similar se encuentra la chaqueta Jannu de la marca española Ternua, con exterior de Pertex Quantum, muy aislante del viento pero igualmente transpirable, y dos tipos de tejido Polartec, el Power Strech Pro, bielástico y muy transpirable, y el Alpha, que proporciona el máximo calor posible con el mínimo peso. La Jannu tiene además una cualidad más que interesante. La puedes comprimir hasta meterla en una minimochila.

  5. Hidratación y nutrición en la alta montaña

    Los pistachos son uno de los frutos secos más completos a nivel de nutrición deportiva
    Los pistachos son uno de los frutos secos más completos a nivel de nutrición deportiva - american pistachio growers

    No vamos a dar aquí un extenso curso sobre nutrición deportiva. Pero sí recordar que la nieve te consume mucho más de lo que parece. De entrada, el frío, el viento engañan. La deshidratación es muy frecuente en la alta montaña. Y muy peligroso porque merma considerablemente la concentración y los reflejos cuando más falta hacen.

    Los deportes de invierno generan unas necesidades nutricionales específicas, derivadas de las condiciones de frío y altitud en la que se practican. La doctora Nieves Palacios, jefa del Centro de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes y nutricionista de deportistas olímpicos, nos explica que «la altitud genera una importante pérdida de peso producida por un descenso de la ingesta calórica, un gran gasto energético, disminución de agua en la composición corporal, alteración en la absorción intestinal de nutrientes y una pérdida de masa muscular. También la debilidad, la fatiga y la hipoxia influyen negativamente en la degradación de las proteínas, por lo que la ingesta de alimentos de alto contenido proteico es importante para prevenir esta alteración. Los frutos secos en general, y los pistachos en particular, presentan un perfil nutricional muy saludable: son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas y en sustancias antioxidantes (vitaminas A, C y selenio) conocidas por su importante papel en la protección de la función endotelial y en la prevención de alteraciones vasculares.

    Cinco claves nutritivas

    Según la dra. Palacios, el ejercicio en grandes altitudes también «incrementa el daño oxidativo y promueve una respuesta adaptativa del organismo, con aumento de la eritropoyesis (producción de células rojas sanguíneas), por lo que el deportista debe tomar en su dieta buenas fuentes de antioxidantes y alimentos ricos en hierro». y apunta las 5 claves nutritivas para afrontar los deportes de invierno.

    1.- Grasas saludables (monoinsaturadas y polinsaturadas), necesarias en la dieta de todo deportista con una elevada pérdida energética.

    2.- Proteínas vegetales de alto valor biológico ayudan a combatir la reducción de masa muscular.

    3.- Vitamina B1 o tiamina, Riboflavina o Vitamina B2, Piridoxina o Vitamina B6, que intervienen en las reacciones del organismo para obtener energía. Una ingesta adecuada ayuda a reducir el cansancio y la fatiga.

    4.- Magnesio, mineral relacionado con los procesos de transmisión neuromuscular, balance electrolítico y liberación de energía. También contribuye a la disminución del cansancio y de la fatiga, y facilita la recuperación para entrenar al día siguiente.

    5.- Antioxidantes para proteger el organismo frente al daño oxidativo que pueden producir los radicales libres ocasionados por entrenamientos intensos y agotadores.

    Entre los alimentos que contienen todos esos elementos, se encuentran los frutos secos, y dentro de ellos, los pistachos son especialmente completos. Y difícil es que no te gusten. Ahí está el snowboarder norteamericano, Jeremy Jones, icono mundial del Freeride de alta montaña y ahora también embajador de American Pistachio Growers, que asegura que los pistachos se han convertido en una parte muy importante de su dieta en los últimos años porque «son un súper alimento».

    Suplementos energéticos

    Si prefieres alimentos más cómodos y de rápida asimilacion par recargar las reservas de glucógeno, lo ideal son los geles de carbohidratos. Pero antes de consumirlos hay que tener en cuenta un par de detalles. Hay que tomarlos con las dosis convenientes de agua, y aquí hay quien dice que evitando las bebidas isotónicas porque entonces la sobredosis de carbohidratos puede provocar un pico de glucosa que nos lleve de cabeza a una «pájara», al margen de que para el estómago no va a ser fácil de digerir semejante bomba energética. Lo recomendable es consumir en torno a los 90 gramos de carbohidratos por hora de ejercicio intenso.

    Powerbar tiene una gama que es también hidratante y no necesitan ser consumidos con agua, los Fruit Gel C2Max, a base de frutas y con doble fuente de carbohidratos (glucosa y fructosa), sodio (para mejorar la hidratación) y cafeína, o sin ella. Santiveri tiene unas barritas con chocolate, de textura harinosa y sabor muy apetecible, que se toman un par de horas antes de la carrera

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