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El bacalo manchego, un plato único, cargado de aromas y de sabores que perduran en el paladar tras haberlo probado - abc

Los diez platos típicos de la Semana Santa en Castilla-La Mancha

La cocina de Semana Santa en Castilla-La Mancha tiene a los pucheros, el bacalao, las truchas y las verduras como protagonistas. La sabrosa gastronomía de la región conquista y seduce los paladares más exquisitos

f. ramírez
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La cocina de Semana Santa en Castilla-La Mancha tiene a los pucheros, el bacalao, las truchas y las verduras como protagonistas. La sabrosa gastronomía de la región conquista y seduce los paladares más exquisitos

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  1. El bacalao, la delicia de la Pasión

    El bacalo manchego, un plato único, cargado de aromas y de sabores que perduran en el paladar tras haberlo probado - abc

    El bacalao, plato típico de la Semana Santa en Castilla-La Mancha, es una de las delicias que los restaurantes ofrecen como reclamo en los menús para los días de Pasión . En esta época del año se puede encontrar ahumado, marinado, rebozado o con múltiples combinaciones, acompañado por variadas verduras cultivadas en los huertos de la región. También se convierte en el ingrediente básico para preparar las ricas croquetas, buñuelos o tortillas.

    Durante toda la Semana Santa , la variedad más común que se cocina en los pueblos y ciudades de Castilla-La Mancha es el bacalao a la manchega. Al elaborar este plato se mantienen las viejas tradiciones de la cocina castellano-manchega: sobria, sabrosa y contundente. Los ingredientes básicos son el tomate, pimento rojo, ajos, cebolla, perejil, aceite de oliva y finas hebras del azafrán de La Mancha. El resultado: un plato único, cargado de aromas y de sabores que perduran en el paladar tras haberlo probado.

  2. La pipirrana es diferente

    Una ensalada cuyos ingredientes básicos son la cebolla, tomate, pimiento verde, pescado y pepino - abc

    En la celebración de Semana Santa la pipirrana se convierte en uno de los platos recomendados por los chefs de la región. Se trata de una ensalada cuyos ingredientes básicos son la cebolla, tomate, pimiento verde, pescado y pepino. A veces se le añade huevo, bacalao o carne, dependiendo de la ciudad donde se elabora. Se consume habitualmente en Valdepeñas, donde se cocina con tomate triturado, aceitunas, huevo cocido, atún, cebolla picada sal y un chorrito de aceite. En Bolaños de Calatrava se realiza con caballa, tomate, aceitunas, lechuga y cebolla. El secreto, servirlo bien fresquito. En Cuenca, más concretamente en Horcajo de Santiago, se hace una pipirrana diferente, ya que a diferencia de otras en esta localidad es un guiso. Se trata de un plato típico y exquisito debido a la variedad de alimentos que admite: bacalao en salazón, carne de cerdo, setas, hojas de laurel, ajo, pimienta negra, cebolla, tomate seco, pimiento picante y patatas

  3. El tiznao, plato único para «El Quijote»

    Emplea bacalao en salazón como primer ingrediente y se suele servir con verduras, patatas, pimientos rojos secos, cabezas de ajos, pimentón dulce y cebollas - abc

    Recreado por Miguel de Cervantes en «El Quijote», el tiznao es un plato típico de la provincia de Ciudad Real. Emplea bacalao en salazón como primer ingrediente y se suele servir con verduras, patatas, pimientos rojos secos, cabezas de ajos, pimentón dulce y cebollas. Las verduras se cocinan a la plancha y se agregan a una cazuela de barro a la que se integran todos los demás componentes. Se sirve caliente para paliar el frío invierno.

    El tiznao es un plato que saborean con deleite los turistas, y en muchos hogares de Ciudad Real no puede faltar a la hora de la comida. Como dijo Alonso Quijano al saborear este delicioso plato, el macerado de los productos deja una sensación que perdura en el tiempo. Se sirve habitualmente con un buen vino y pan tostado untado con un poquito de tomate y aceite de oliva. También se puede emplear lo que sobra para elaborar croquetas.

  4. El atascaburras, la comida nutritiva

    Las exquisitas y pequeñas nueces de la sierra se añaden para adornar y completar un plato nutritivo que se sirve con rodajas de huevo duro - abc

    El atascaburras (denominado también como ajo mortero o ajo arriero) es un plato castellano típico del invierno albaceteño o la Serranía de Cuenca, preferentemente cuando nieva. Las exquisitas y pequeñas nueces de la sierra se añaden para adornar y completar un plato nutritivo que se sirve con rodajas de huevo duro. Dicen los lugareños que como casi todos los platos de campo, es mejor no usar platos y comer directamente del mortero.

    Cuentan que sus creadores fueron dos pastores que se quedaron aislados tras una nevada. Sin otra posibilidad que añadir a un cocido nada más que unas patatas y unas espinas de bacalao, al ver que no era consistente vertieron el aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas de las espinas del bacalao. Tras comerlo dijeron a la comunidad que era una comida que «harta hasta las burras» y se dice que de ahí le viene el nombre.

  5. El moje se junta con el tomate

    El moje de bacalao es muy típico en Valdepeñas - abc

    El moje de bacalao es una especialidad de la cocina castellano-manchega. El principal ingrediente del moje es el bacalao en salazón que se sirve acompañado de tomate. Es un plato muy popular en poblaciones como Valdepeñas, en Ciudad Real.La preparación comienza al ser desmigado el bacalao, tras ser desalado en agua fría. Estas migas se pasan por harina y se fríen. Al resultado se le añaden unos tomates troceados y picados. Cuando la mezcla está fría, se agrega el aceite de oliva, miga de pan y unos huevos batidos. Se cuece todo ello hasta que cuajen los huevos.

  6. Truchas a la toledana

    Se hace una mezcla de los ajos, vinagre, especias y dejar marinar la trucha durante ocho horas en la nevera - abc

    Un plato muy típico de Toledo y que podemos disfrutar durante nuestro viaje a la Ciudad Imperial, es el de las «truchas a la toledana», que combina todo el sabor tradicional de las diferentes especies de la capital de Castilla-La Mancha con un buen pescado.

    Se pueden cocinar de diferentes maneras, pero lo mejor es hacer una mezcla de los ajos, vinagre, especias y dejar marinar la trucha durante ocho horas en la nevera. Luego ponemos las truchas en la plancha y la acompañamos con un poco de este marinaje, que le aportará mucho sabor al plato. Se pueden acompañar con patatas, un tomate o una ensalada. Es un estupendo plato tan sabroso, fácil y tradicional que cada año conquista a los turistas que recorren Toledo.

  7. Setas y trufas, auténticas «delicatessen»

    No solo en otoño, también en Semana Santa se disfrutan de las setas en Castilla-La Mancha - ABC

    Pocas zonas existen en España que puedan presumir como Guadalajara de su riqueza y variedad micológica. Cada año son más los visitantes, recolectores, turistas y curiosos que se echan al campo para «ir de setas». Boletusedulis, Lactariusdeliciosus, Russulaxyanoxantha, Amanita caesarea, Tubernigrum… recogidos en encinares, hayedos, robledales o riberas han sido durante siglos el sustento de gentes humildes que incorporaban sus preciadas delicias a los guisos que hacían en la sartén.

    Incorporadas a los platos guadalajareños, como guarnición de lujo y más recientemente como plato principal en gelatinas, sopas, pasteles y revueltos, la Semana Santa es la mejor época para disfrutar de estas «delicatessen». Tras las primeras lluvias del otoño, en primavera o incluso en verano, podemos animarnos a salir al campo en busca de setas y prepararlas a fuego lento.

  8. Potaje de garbanzos y espinacas para Cuaresma

    El potaje de garbanzos y espinacas es el plato por excelencia en Semana Santa - abc

    Si hay un plato típico para degustar durante la Pasión es el potaje de garbanzos y espinacas. El español y cuaresmal potaje debió de nacer en el medioevo, cuando se extendió por España el consumo de bacalao en salazón. Se elaboraba usando como base el bacalao, para agregar luego garbanzos, judías blancas o espinacas, a las que se añadía el aliño característico. Una delicia con la que se podía cumplir el precepto de abstinencia de comer carne en los primaverales días de la Cuaresma. Fácil de confeccionar y muy sano, tan sólo mantiene, como regla general para la cocción de las legumbres, la obligación de ponerlas secas a remojar unas horas antes para cocerlas después a fuego lento. Recomendable acompañar con un buen vino blanco o tinto con Denominación de Origen de Castilla-La Mancha.

  9. La torrija, el dulce por excelencia

    Las torrijas son el dulce por excelencia en Semana Santa en toda España y también en Castilla-La Mancha - abc

    Durante la Semana Santa el dulce por excelencia son las torrijas cuyo aroma se percibe en esta época del año. Destaca por sus aromas dulces y aunque no se sabe a ciencia cierta el origen, los rastros de las torrijas se pueden encontrar en documentos de Juan de Encina, quien llegó a afirmar que este plato era recomendado, por su alto valor energético, a las parturientas. Hoy supone un dulce acompañante y un manjar imprescindible en los días santos que se degusta con entusiasmo en muchas ciudades y pueblos de Castilla-La Mancha. No hay receta precisa sobre este alimento y existen muchas formas para elaborarlas. Los ingredientes: leche, miel, pan y canela.

  10. El mazapán, con nombre propio

    Aunque no es Navidad, los visitantes compran mucho mazapán durante la Semana Santa en los comercios toledanos - abc

    Uno de los postres más reconocidos a nivel mundial y seña de identidad de Toledo es el mazapán (con Indicación Geográfica Protegida ) y reclamo obligado para los miles de visitantes que acuden a los conventos, a los diferentes establecimientos de la ciudad para adquirir este sabroso dulce. Los ingredientes principales del mazapán son las almendras y el azúcar, en distinta proporción dependiendo de la receta. La primera referencia escrita de este producto se remonta al año 1577, aunque existen muchas leyendas acerca de su origen (incluyendo un supuesto origen persa), pero lo más probable es que el mazapán tenga procedencia árabe.