La Semana Santa de Toledo, declarada desde el pasado 5 de marzo de Interés Turístico Internacional, representa una designación histórica para un acontecimiento trascendental en una de las ciudades más visitadas de España, Patrimonio de la Humanidad. Además, este año se celebra el IV Centenario de la muerte de El Greco, un acontecimiento cultural de primer orden, que ya se está notando gracias a la apertura de una de las exposiciones más relevantes en torno al pintor Cretense.

Y con esta nueva distinción, Toledo se une a un selecto grupo de ciudades españolas, tales como Cuenca, Málaga, Sevilla o Hellín (Albacete), que ya disponen de tal mención. La Semana Santa toledana se estrena este año con esta declaración que ha sido posible gracias al esfuerzo colectivo y a la Junta de Cofradías de Toledo.

Esta nueva declaración para la ciudad de Toledo, que ya tiene su Corpus Christi, supondrá un nuevo revulsivo económico y un reclamo para los visitantes que se encontrarán con unas procesiones sobrias que desfilan desde la última hora de la tarde y hasta el alba en algunos casos, surcando calles, cobertizos y callejones, en un mágico escenario que seduce a quienes la pueden presenciar.

En la Semana Santa de Toledo desfilan cristos agónicos, sahumados de tradiciones y leyendas, además de vírgenes que reviven la fe y piedad marianas de un pueblo ferviente y profundamente católico desde hace siglos. En las iglesias parroquiales y conventuales, los monumentos, con preciosos sagrarios donde se deposita el Santísimo Sacramento, profusos de luces y flores, atraen a los fieles para cumplir la tradición toledana de visitar siete monumentos para orar ante el Altísimo, y a numerosísimos turistas para admirar los tesoros artísticos, llenos de historia, que atesoran los templos.

Para contemplar esta celebración hay que organizar un recorrido que se puede consultar en la página www.semanasantatoledo.com que contiene todo el programa de actos litúrgicos.

Recomendable contemplar la procesión del Jueves Santo, que organiza la cofradía de la Virgen del Amparo. Y en la madrugada del Viernes Santo, Toledo vive una noche profundamente penitencial, cuando las calles se tornan un solemne escenario para recibir al Señor.

Y el Sábado Santo, durante la vigilia pascual, en el templo primado tiene lugar una ceremonia única en el mundo: la bendición de los corderos pascuales que el cabildo catedralicio regala a los Seises. El domingo de Resurrección en la catedral el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, preside la misa de Pascua con la que concluyen los actos.

Si hay una celebración que destaca sobre las demás en la provincia de Albacete, es la Tamborada de Hellín. Estos instrumentos musicales retumban sin cesar en una ceremonia a la que acuden cada año miles y miles de personas que disfrutan con el espectáculo.

Declarada de Interés Turístico Internacional, en la Semana Santa de Hellín más de veinte mil tamborileros, con túnica negra y pañuelo rojo o capuz negro, irrumpen en las calles a las 15 horas del Miércoles Santo. Es la primera tamborada, a la que seguirá la del Viernes de Dolores, acompañando la ascensión y descenso al calvario del Via Crucis de las Antorchas. La del Sábado de Gloria comienza a las doce de la noche, y la del Domingo de Resurreción antes de las doce. Convenientemente coordinados con los actos religiosos, guardan silencio durante la celebración de procesiones y misas. San Vicente Ferrer inició esta ruidosa costumbre en el siglo XV.

También el redoble de tambores que suenan ininterrumpidamente son el anuncio de la Semana Santa de Tobarra, enmudenciendo tan sólo en los actos solemnes. Comienzan el Miércoles Santo y terminan el Domingo de Resurección a las 12 de la noche. Un acto especial es la bendición impartida por la imagen articulada de Jesús Nazareno, a la que acuden cada año más de treinta mil personas. El momento es sobrecogedor: como si la talla hubiese cobrado vida, su brazo bendice a los presentes, en los cuatro puntos cardinales, tras el sermón, y seguido de las notas de la marcha fúnebre «Mektub». Después los tambores vuelven a sonar, durante más de cien horas, sin cesar. Lo harán en la procesión de la Santísima Virgen de los Dolores, talla de Francisco Salzillo. Y también en la Bajada del Cristo de la Caída, durante el Jueves Santo, acto de fuerza, sacrificio y devoción para los costaleros: las andas pesan más de dos mil kilos.

Ya en Albacete capital, la celebración -declarada de Interés Turístico Regional- destaca por la solemnidad. El Jueves Santo, las calles apagan su alumbrado. La Procesión del Silencio recorre una capital iluminada tan sólo por la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo. Es tan solo un ejemplo de las 21 procesiones que, organizadas por las once cofradías, representan cada una de los actos de Semana Santa, desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurreción. De especial interés es la protagonizada por los niños el Lunes santo, portando reproducciones a escala de los principales pasos.

la Semana Santa es la fiesta de Cuenca por excelencia. Declarada de Interés Turístico Internacional, impresiona por su gran belleza. La celebración conquense adquiere especial relieve por el trazado urbanístico medieval del casco antiguo, que se convierte en un espectacular escenario que nos transporta a tiempos pasados. Los desfiles procesionales adquieren una gran belleza al anochecer.

Procesiones que se suceden desde el Domingo de Ramos, con La Borriquilla, acompañada de palmas y ramas de olivo y del paso de Nuestra Señora de la Esperanza; la Procesión de la Vera Cruz, el lunes; la del Perdón, del Martes Santo y la del Silencio, el miércoles. Los días culminantes son el Jueves Santo, con la procesión de La Paz y la Caridad; y el Viernes Santo, con tres procesiones: al amanecer la del Camino del Calvario al mediodía la del Calvario y al atardecer, el Santo Entierro. La última procesión de la Semana Santa conquense es la del Resucitado, el Domingo de Resurrección.

Por su profundo arraigo entre los conquenses, destaca la procesión Camino del Calvario, conocida popularmente como las Turbas, en la madrugada del Viernes Santo.

Coincidiendo con la Semana Santa, se celebra la Semana de Música Religiosa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional (del 11 al 20 de abril). Es el cuarto festival de música más antiguo de España y su origen se remonta al año 1962. La música sacra adquiere un protagonismo en el que lo nuevo y lo antiguo van de la mano.

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Miles de visitantes y de ciudadrealeños salen a las calles para disfrutar del colorido y la majestuosidad de las procesiones de la Semana Santa de Ciudad Real, declarada de Interés Turístico Nacional. Destacan en esta celebración los pasos en los que el arte y la devoción invitan a disfrutar de un momento único e irrepetible.

Pero no solo las procesiones y actos religiosos nos invitan a ir a Ciudad Real, una ciudad que también seduce con su rica y sabrosa gastronomía. Las tradicionales torrijas y el bacalao forman parte de una amplia selección donde el arroz, los hongos y el queso adornan las tapas de estos días.

La Semana Santa ciudadrealeña comienza con el Domingo de Ramos, cuya hermandad saca a la calle -a partir de las doce del mediodía- desde la catedral Santa María del Prado la imagen de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, un paso formado por cuatro imágenes de talla completa. Estas celebraciones tienen su continuidad el martes siguiente con las procesiones que ya no se interrumpen hasta el Domingo de Resurrección.

No hay que faltar a la salida, el Martes, de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, en la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. La Virgen tiene un manto largo con hilos de oro. El Jueves Santo comienza la procesión del Silencio, con la hermandad del mismo nombre y la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora la Santísima Virgen del Mayor dolor. A las 18.40, en el Rectorado de la Universidad, desfila la Hermandad Sacramental de la Santa Cena y María Santísima del Dulce Nombre.

La medianoche del Jueves al Viernes marca la hora de salida de la parroquia de San Pedro Apóstol de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Amparo en su Gracia y Esperanza. La escena representa a Jesús camino del monte Gólgota. También se representa la Oración en el Huerto de los Olivos, compuesto por cinco imágenes y un olivo. En este mismo escenario desfilan la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído, que representa la tercera caída ayudado por el Cirineo. El Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas es un misterio representa a Cristo crucificado en trance de agonía, seguido por la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, con el cuerpo de Cristo muerto entre sus brazos. En la única procesión del sábado desfilan la Virgen junto a María Magdalena, San Juan y María de Cleofás en el momento de abandonar el calvario.

El domingo, a las 12 horas, sale de la catedral la procesión del Resucitado, que preside la Asociación de Cofradías de Semana Santa.

La Semana Santa de la capital alcarreña, declarada de Interés Turístico Regional, llega este año con novedades. En concreto, se organizará el primer certamen de bandas y además se suma una nueva procesión el lunes.

Cinco bandas de música de las cofradías de la Pasión del Señor de Guadalajara, Cristo del Amor de Tarancón, Jesús Nazareno de Guadalajara, Santísimo Cristo del Amor y de la Paz también de la capital, así como la agrupación musical de Barajas serán las protagonistas del primer Certamen de bandas «Ciudad de Guadalajara» que tendrá lugar el domingo, 30 de marzo, desde las 18.30 horas en el salón del centro municipal integrado Eduardo Guitián. También dentro del programa de Semana Santa hay que destacar dos citas importantes como la celebración del Vía Crucis de Cofradías y Hermandades del día 4 de abril, a las 20.30 horas, por el centro de la ciudad; así como el pregón oficial que pronunciará el párroco Óscar Ruz Carranza el viernes 11 de abril, desde las 20.00 horas, en la Concatedral de Santa María.

Se mantienen el resto de actos religiosos y tradicionales que conforman la Semana Santa de Guadalajara, como la procesión del Domingo de Ramos, el Viacrucis de la Juventud del Martes Santo, así como las procesiones del Padre Jesús de la Salud y María Santísima Esperanza Macarena del Miércoles Santo, Padre Jesús Nazareno y Pasión del Señor del Jueves Santo, del Cristo del Amor y de la Paz en la mañana del Viernes Santo, una jornada que concluye con el solemne desfile procesional del Silencio y Santo Entierro, en el que toman parte la Cofradía de la Pasión del Señor, Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, Cofradía del Cristo Yacente del Santo Sepulcro y Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, para finalizar con el Cristo Resucitado el Domingo.

Por su parte, Hiendelaencina volverá a recrear, como desde hace más de 40 años, la Pasión Viviente de Jesucristo el Viernes Santo. Los vecinos del pueblo preparan las ropas, los escenarios y los lugares donde tendrá lugar la representación en la que se podrá ver la Última Cena, las conversaciones en el Huerto de los Olivos, o la Subida al Calvario y la Crucifixión que tiene lugar en un monte cercano al pueblo.