¿Hay salida al conflicto entre Israel y Hamás?
Descubre los escenarios probables de la contienda: abre las puertas que llevan hacia una solución negociada o a un recrudecimiento de la violencia
Actualizado: Guardar 123456789101112131415¿Por qué Hamás ataca a Israel?
Soldados israelíes portan el féretro de una de las víctimas de los ataques de Hamás - efe El último estallido del conflicto entre israelíes y palestinos tiene un actor principal en Hamás, el partido-milicia islamista que gobierna en Gaza y al que tanto la Unión Europea como Estados Unidos consideran como terrorista. No corrían buenos tiempos para Hamás antes del inicio de la última crisis. La feroz persecución del régimen egipcio de Abdelfatah El Sisi a los Hermanos Musulmanes, que eran uno de los principales aliados de Hamás, y el bloqueo de la Franja tanto por el norte limítrofe con Israel, como por el sur, con Egipto, han obligado a Hamás a lanzarse a una guerra con la que busca romper el cerrojo que la asfixia y en la que no tiene reparos en utilizar a la población civil de la Franja como elemento de presión.
El lanzamiento de cohetes sobre Israel, además de un intento de autolegitimarse y de contentar a unas bases radicalmente antisionistas, lo es de romper una situación, la del bloqueo, que amenazaba a Hamás con la inanición política y militar. Ya el acuerdo de Gobierno suscrito el pasado mes de abril con el partido moderado Al Fatah del presidente Mahmud Abás fue un intento de conjurar este peligro.
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Hamás y la lluvia de cohetes que no cesa
Los túneles, objetivo prioritario de Israel
Un soldado israelí desplegado en la Franja de Gaza - AFP De hecho, en las últimas horas parece que es lo que está ocurriendo. A los F-16 y los helicópteros Apache de las Fuerzas de Defensa de Israel se suman ahora las unidades terrestres, que se dedican a la erradicación de la red subterránea por la que Hamás recibe su armamento y por la que sus milicianos se cuelan en suelo israelí. Esas galerías son también las vías por las que discurre el contrabando gracias al que subsiste una parte importante de una población gazatí cercada y sin posibilidad de desarrollo económico ni contacto con el exterior.
Después de veinte días de intensos bombardeos, de cuya verdadera efectividad contra Hamás muchos dudan, el Ejército israelí ha entrado en una fase de la operación Margen Protector para la que también cuenta con un apoyo mayoritario de la opinión pública de su país. Con ella, Israel pretende que su intervención en Gaza tenga un efecto estabilizador duradero y corte las vías de abastecimiento de Hamás.
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¿Por qué Hamás ataca a Israel?
El papel mediador de Egipto
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, durante su entrevista en El Cairo con El Sisi - afp Una pieza clave en este complejo tablero es Egipto, cuyo cambio de rumbo tras la caída del islamista Mursi fue una pésima noticia para Hamás. Egipto, en paz con Israel desde los tiempos del presidente Al Sadat, ha sido quien ha propiciado en el pasado acuerdos entre israelíes y palestinos y en esta última crisis ha planteado ya alguna propuesta de alto el fuego que Hamás ha rechazado porque no contemplaba el levantamiento del cierre de las fronteras de la Franja.
Pero la presencia en el poder del militar Abdelfatah El Sisi, aupado tras encabezar un golpe de estado contra los Hermanos Musulmanes, hace más difícil una posible mediación egipcia, puesto que Hamás recela de un gobernante que ha desencadenado una feroz represión de sus aliados de los Hermanos Musulmanes y que decretó además el cierre del paso fronterizo de Rafá. Por el contrario, los israelíes valoran positivamente la firmeza de El Sisi y su decidida intención de estabilizar la zona del Sinaí. Con todo, la única solución que se presenta como aceptable por los dos contendientes pasa por la reapertura de Rafá y por el compromiso de El Cairo en el mantenimiento de la seguridad en la frontera sur de la Franja y en la garantía de desmilitarización que exigen los israelíes.
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Hamás y la lluvia de cohetes que no cesa
Hamás y la lluvia de cohetes que no cesa
Momento en el que el sistema israelí Cúpula de Hierro intercepta uno de los cohetes lanzados por Hamás - AFP El lanzamiento de cohetes sobre Israel no se detiene y el líder de Hamás, Khaled Meshal, ha afirmado desde su exilio catarí que no lo hará mientras no se levante el bloqueo sobre la Franja. Este es el nudo gordiano que Hamás quiere poner sobre la mesa de negociación. En esta fase de la guerra cuesta imaginar que la lluvia de cohetes vaya a cesar.
De hecho, ciudades israelíes como Ashkelon o Sderot han sido objetivo de los cohetes palestinos antes del último recrudecimiento de un conflicto endémico. Hamás no reconoce el Estado de Israel y le niega el derecho a su existencia. Por definición, es una organización que está en guerra permanente con el Estado judío. Además, por más que la máquina militar israelí sea muy poderosa, parece claro ya a estas alturas que es incapaz de eliminar totalmente a la insurgencia gazatí. Siempre va a haber alguien con bastante odio, desesperación y la capacidad técnica para enviar proyectiles sobre las poblaciones israelíes en su radio de alcance.
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Los túneles, objetivo prioritario de Israel
La presión de Estados Unidos y las potencias occidentales
AFP El presidente estadounidense Barack Obama ha comenzado a endurecer el tono para exigir a Israel que deje de provocar sufrimiento entre los civiles gazatíes con sus operaciones militares y a Hamás que ponga fin a sus actividades terroristas. La nueva retórica del presidente estadounidense es el reflejo de un nuevo intento de Washington por resolver un conflicto casi perpetuo. El secretario de Estado, John Kerry, había hecho de este asunto una cuestión casi personal antes incluso del estallido de esta última crisis y en su departamento tienen claro que más imágenes de edificios derruidos por las bombas de los F-16 y de madres llorando a sus hijos muertos son difícilmente presentables ante una opinión pública mundial en la que proliferan las muestras de rechazo ante la actuación israelí.
Por otra parte, ni al propio Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu le interesa que Gaza se convierta en un permanente foco de inestabilidad. Los israelíes tienen ya bastantes incendios a su alrededor, en Siria e Irak, y se debaten entre la necesidad de construir un marco de estabilidad en su entorno pero a la vez transmitir una imagen de firmeza frente a vecinos hostiles como la milicia libanesa de Hizbolá. Cada día violencia que pasa queda cada vez más claro que Israel no podrá erradicar a Hamás de la Franja y que la efectividad de sus ataques contra la estructura operativa de esta organización es relativa, por lo que es probable que las potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, presionen para que se alcance un arreglo que permita, si no una solución definitiva al conflicto que a día de hoy se antoja casi quimérica, sí al menos poner fin a las hostilidades.
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¿Hasta cuándo mantendrá Israel su ofensiva sobre Gaza?
Un soldado israelí descansa sobre un vehículo en la Franja de Gaza - afp El argumento para la intervención militar israelí en Gaza es el de la seguridad. Pero es muy dudoso que tanta sangre y cascotes hayan servido para hacer de Israel un lugar más protegido frente a posibles acciones terroristas. Más bien parece que lo único que hace es alimentar la espiral del odio y de acción-represión, causando además enorme sufrimiento a la población de la Franja, y esto es algo que no ignoran el primer ministro Benjamin Netanyahu ni sus ministros. Lo que ocurre es que en la heterogénea coalición que lo sostiene en el Gobierno hay voces, como la del ministro de Exteriores Avigdor Lieberman o el de Economía Naftali Bennett, que reclaman acciones todavía más contundentes.
Sin embargo, no está claro que Netanyahu tenga claro qué tiene que ganar en esta guerra y no sería de extrañar que agradeciera que le ofrecieran un resquicio para una salida decorosa. De momento, Netanyahu actúa sabedor del mayoritario respaldo que las operaciones militares suscitan entre la opinión pública de su país, pero también es consciente de los riesgos y problemas que acarrearía que la intervención se prolongara. Lo más difícil de la operación Margen Protector será decidir cuándo ponerle fin y hacerlo, pero cuando eso ocurra es probable que la comunidad internacional pise el acelerador para conseguir una solución diplomática definitiva.
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¿Por qué Hamás ataca a Israel?
El largo brazo de Irán llega hasta Hamás
El líder supremo iraní, Alí Jamenéi, dirige una oración en Teherán - efe La batalla entre Israel y Hamás es una más de las que se libra en el complejo e intrincado escenario oriental y parte de las convulsiones que sacuden a todo el mundo islámico. También hasta aquí llegan los tentáculos de Irán. El régimen de los ayatolás es enemigo acérrimo de Israel, que sostiene que es desde Irán desde donde salen las armas con las que organizaciones como Hamás o Hizbolá atacan territorio israelí. En los últimos tiempos, desde Teherán se han lanzado mensajes que llaman a armar a los palestinos de Cisjordania para abrir un segundo frente. Esto no es descartable y podría ser la mecha que encendiera una nueva intifada.
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Netanyahu, ante los riesgos de intensificar la ofensiva
Un tanque israelí, en acción en la Franja de Gaza - AFP La posibilidad de un recrudecimiento de la ofensiva militar israelí sobre Gaza es una opción que está sobre la mesa y que Netanyahu ha planteado en alguna ocasión en público. Pero al margen de la retórica inflamada de los últimos días, y a pesar de las presiones que pueda sufrir por parte de los halcones de su Gobierno, lo cierto es que Israel tiene poco que ganar. Nadie duda de la aplastante superioridad del Ejército israelí, con potencia de fuego para reducir todo Gaza a escombros, pero si intensificara sus operaciones provocaría más sufrimiento entre la población, alimentaría el radicalismo político del que vive Hamás y la mala imagen de Israel que en amplios sectores de la opinión pública mundial suscitan las imágenes de los estragos causados por sus bombardeos. Además, una escalada militar no aseguraría la victoria definitiva sobre Hamás y sí todavía más bajas, tanto israelíes como palestinas.
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La violencia alimenta el radicalismo más allá de Hamás
La violencia alimenta el radicalismo más allá de Hamás
Jóvenes gazatíes se manifiestan contra la intervención israelí - afp Mikel Ayestaran, enviado especial de ABC, ha descrito a la Franja como un gran campo de refugiados al aire libre. Gaza es una jaula de la que no se puede escapar y golpeado por la crisis económica y la violencia. En este contexto, existe el peligro de que proliferen facciones todavía más extremistas que Hamás. De hecho, en esta guerra no solo combate Hamás, sino que han entrado en acción milicianos de grupúsculos yihadistas que se alimentan de la sensación de impotencia que desde hace años transmite la Autoridad Nacional Palestina.
Como ocurre en Siria, la situación podría derivar hacia una atomización y generalización de la violencia, con la diferencia de que lo reducido del territorio gazatí y el bloqueo que sufre impiden que se extienda más allá de sus propios confines. Tanto en Gaza como en Cisjordania, hace tiempo que el mundo del activismo desbordó los estrechos cauces marcados por el Gobierno de Ramala y su control de los fondos procedentes de la ayuda internacional. Este creciente divorcio entre la sociedad civil y la autoridad política acrecienta el riesgo de un colapso definitivo de la estructura protoestatal palestina.
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Netanyahu, ante la duda de intensificar la ofensiva
El hastío aleja de Hamás a la población de Gaza
Mujeres y niñas palestinas hacen cola para comprar pan en la ciudad de Gaza - AFP La desafección de la población gazatí hacia Hamás es un hecho del que ya dan cuenta algunos estudios sociológicos. Cada vez más, la población de la Franja, como la de Israel, está harta de un conflicto que se eterniza y que les impone unas duras condiciones de vida. Sin embargo, Hamás ha conseguido tejer una extensa red asistencial que palia las penurias de los palestinos de Gaza a cambio de lealtad política, un sistema casi caciquil que solo se explica bajo la óptica del bloqueo. Así, el descontento y la visión negativa del extremismo quedan compensados porque Hamás atiende ciertas necesidades básicas cuando nadie más lo hace.
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La ANP, en busca de recuperar presencia en Gaza con el Gobierno de unidad
La ANP, en busca de recuperar terreno en Gaza con el Gobierno de unidad
Simpatizantes de Al Fatah muestran carteles con la efigie de Mahmud Abás en Ramala - epa Después de perder totalmente el control de la Franja tras la guerra civil de 2006, la Autoridad Nacional Palestina busca con el acuerdo suscrito con Hamás recuperar presencia en este territorio. Sin embargo, cuesta imaginar que Hamás vaya a ceder fácilmente el control de su feudo gazatí, que mantiene en gran parte gracias a su política de asistencia social a una población empobrecida. Abás, cercano ya a los 80 años, quemó con el acuerdo uno de sus últimos cartuchos políticos y buscaba con ello salvar la posibilidad de conseguir algún día el objetivo de un estado palestino. Si la ANP recuperara terreno en Gaza, sería más plausible un nuevo proceso de diálogo auspiciado por la comunidad internacional y en Israel podrían volver a creer en la posibilidad de la paz. Pero este escenario, parece ahora mismo muy improbable.
El desencanto de la población palestina afecta también a Fatah y el mero hecho de que Abás haya accedido a pactar con Hamás supone el reconocimiento de una doble impotencia, la de recuperar Gaza sin la aquiescencia de esta organización y la de alcanzar un acuerdo definitivo con Israel, a quien Ramala acusa de incumplir constantemente lo pactado y boicotear todas las tentativas de alcanzar la paz.
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Hamás podría transigir forzada por el aislamiento internacional
Hamás podría transigir por la presión internacional
Los familiares de algunos muertos en los bombardeos sobre Gaza se lamentan por la noticia - afp Hamás ha dejado claro que no cejará en su actual ofensiva hasta que no se resuelva el problema del bloqueo fronterizo, pero este no es un pulso que pueda mantener indefinidamente. Sobre todo, porque el castigo sufrido puede terminar erosionando la propia base de su apoyo popular. Sin embargo, en esta fase, parece que la organización islamista se halla instalada en la tesis del cuanto peor mejor y empeñada en la lógica de que la legitimidad de su causa y el predicamento entre la población es directamente proporcional a la violencia ejercida por Israel. Consciente además de que su núcleo duro operativo está a salvo de las incursiones israelíes, que no pueden ser en absoluto todo lo quirúrgicas que dicen pretender, persiste en su postura.
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El cerco fronterizo israelí
Un tanque israelí patrulla la frontera con Gaza - afp Que Israel levante el bloqueo es otra hipótesis difícil de imaginar mientras la Franja de Gaza esté en manos de Hamás. Hasta que eso no cambie, Israel no encontrará motivos para relajar el bloqueo que aplica por tierra, mar y aire sobre un territorio que percibe como una amenaza potencial para su seguridad y del que se retiró en 2005 por decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon. El recuerdo de aquel episodio es clave para entender la situación actual. Los israelíes vivieron como una experiencia traumática la retirada de sus tropas y el desmantelamiento de los asentamientos judíos en la Franja, tras la que, de inmediato, se inició la lluvia de cohetes palestinos. Realmente, una apertura de la frontera sería un paso de gigante hacia la normalización, pero Netanyahu no lo va a dar hasta que no reciba totales garantías de seguridad y sobre la desmilitarización de la Franja. Ahora mismo, suena a política-ficción, pero contribuiría a socavar los apoyos de Hamás.
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Cómo abrir de nuevo la ventana de la paz
El hastío aleja de Hamás a la población de Gaza
Hamás podría transigir forzada por el aislamiento internacional
Cómo abrir de nuevo la ventana de la paz
El Papa Francisco consiguió reunir al presidente palestino, Mahmud Abás, y al entonces presidente israelí, Simón Peres - reuters Con la actual ola de violencia en curso, resulta difícil imaginar como podría abrirse de nuevo una ronda de negociaciones como la última, que impulsó con una ferviente actividad John Kerry y en la que, en realidad, nunca creyeron ni israelíes ni palestinos. Un objetivo tan modesto como el mero establecimiento de un diálogo parece ahora mismo una utopía y un proceso negociador como el que propició los Acuerdos de Oslo sencillamente inconcebible. Ahora bien, por algo ha de empezarse. El primer paso es el de un alto el fuego duradero y eso es lo que vienen demandando insistentemente Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU. A partir de ahí, la diplomacia podría empezar a avanzar, pero toda negociación pasa por el requisito previo del reconocimiento del interlocutor. Y Hamás e Israel ni siquiera se reconocen.
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La ANP, en busca de recuperar presencia en Gaza con el Gobierno de unidad
Hamás podría transigir forzada por el aislamiento internacional
Hacia la creación de estructuras de estado en Gaza
El líder de Hamás, Ismail Haniya (i), con el secretario general de la Liga Árabe en 2010. - efe Hamás intenta levantar en Gaza su edificio político particular, un camino en el que ya ha avanzado algo con las redes asistenciales que ha creado para atender a la población y ganarse adeptos. Es el primer paso hacia la confusión entre partido y estado que pretende la organización islamista, que, no obstante, tiene muy difícil obtener reconocimiento internacional para sus propósitos. Israel, desde luego, no lo va a aceptar nunca. Sin embargo, algunos países de la Unión Europea han optado ya por el realismo y, de facto, por admitir, que si los gazatíes votan a Hamás, hay que entenderse con Hamás.
Si la organización de Ismail Haniya y de Khaled Meshaal continúa con su política de hechos consumados y levantando en Gaza un poder paralelo al de la ANP, el conflicto se enrevesaría todavía más.
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Cómo abrir de nuevo la ventana de la paz
La ANP, en busca de recuperar presencia en Gaza con el Gobierno de unidad
