La Lonja: Un punto y aparte en la costa

Sin duda algo tendrá que ver la profesionalidad de su equipo, demostrada desde el primer momento, cuando recibe al cliente, el cual, aunque acuda sin reserva, de inmediato es atendido amablemente para buscarle acomodo. Qué mejor forma de disfrutar de un restaurante, después de una elección compleja, ante tantas buenas referencias de la zona, que llegar y ser ya agradablemente recibido y atendido con diligencia.

La carta de La Lonja es variada y resuelve fácilmente un almuerzo o cena, porque reúne una amplia variedad de productos de calidad   bien cocinados. Desde el pescado fresco y el marisco, que hacen justicia al nombre del establecimiento, recién traídos de las lonjas de nuestras costas, hasta un buen surtido de arroces ricos, ensaladas…, y excelentes carnes de la Sierra, muy bien tratadas.

La fritura se domina muy bien en la casa. Los frescos boquerones, los trozos de choco o los salmonetes aparecen con la capa compacta de un buen enharinado, dorados y sin apelmazar, y los platos terminan sin gota de grasa,  fruto de una correcta técnica y dominio de la freidora. Sin embargo el plato de alcachofas no esta a la altura del resto, por una desfasada cocción del vegetal y una espesa salsa marinera.

Con el pescado se demuestra dominio  y por supuesto con los distintos arroces marineros que consiguen soltura de grano e intenso sabor.

En tiempos de gran competencia (se habla casi de una burbuja en la hostelería), la diferenciación y la profesionalidad son mas que necesarias para conseguir destacar entre tan amplia oferta. Por eso La Lonja, con su variada oferta y una relación calidad-precio más que sensata, es punto y aparte en esta animada zona de la ciudad, donde se concentran excelentes establecimientos de restauración.