Luz de Lumbre

No es fácil encontrar buenas carnes en Madrid. Escasean los asadores de calidad, por eso muchos carnívoros se desplazan hasta Pozuelo de Alarcón para comer en La Taberna de Elía, que actualmente es el mejor asador de la capital y de toda la Comunidad. El mérito es de Aurelian Catalin, al que sus clientes conocen como Cata, un rumano que lleva muchos años asentado en España, donde aprendió el arte de las parrillas. Hombre inquieto, obsesionado por la calidad, selecciona las mejores carnes entre distintos proveedores, piezas que madura él mismo para darles el punto adecuado de ternura y sabor y luego trabaja en las brasas con precisión. Hace unos meses abrió un segundo asador, con el acertado nombre de Luz de Lumbre, en las afueras de San Lorenzo de El Escorial.

Una sede que mantiene el mismo nivel que la casa madre y con la mayor parte de los platos que el rumano ha convertido en referencia, desde el pisto con huevo hasta el ‘steak tartar’. Y por supuesto esas chuletas de carnes bien seleccionadas que salen de la parrilla en su justo punto. Luz de Lumbre está en un polígono antes de llegar al Monasterio, cuando se accede por la carretera que une San Lorenzo con Guadarrama. Pero no se asusten porque se ha montado con gusto, con dos comedores acogedores y elegantes, manteles en las mesas incluidos, y un equipo de sala especialmente amable y profesional.

En esta segunda casa, Catalin ha reducido la amplia oferta de carnes que tiene en Pozuelo. Principalmente trabaja con vacas de la raza Simmental (69 euros, para dos personas), que garantizan la regularidad en los cortes. Animales con entre cinco y siete años que se maduran entre sesenta y ochenta días. Llegan a la mesa con el punto de parrilla exacto, la chuleta caliente por dentro y por fuera, con los tres colores bien marcados. Y se acompañan con excelentes patatas fritas caseras (4,50) o con pimientos confitados o asados (12). No todo son chuletas.

En la carta están algunos de los clásicos de La Taberna de Elía, especialmente el ‘steak tartar’ de entrecot (24,90), picado a cuchillo, y el imprescindible pisto, con receta de la madre de Cata, que se sirve con huevo frito (18,90). Mientras llegan las chuletas, otras buenas opciones son la ensaladilla (13,90), el tartar de gambas rojas (19,90), los torreznos de ibérico (12,90) sin apenas grasa, o unos puerros hechos a la brasa con coliflor frita al kimchi y salsa romescu (16,50). Atención también a la morcilla de Burgos a la brasa (12). Buen menú infantil con unos espaguetis a la boloñesa (10,90) de categoría.

Los postres son caseros, con la tarta de queso horneada (6,90) y la torrija caramelizada con helado de manzana (7,50) como mejores opciones. La bodega no llega a la altura de la excepcional que alberga en Pozuelo, pero resulta suficiente para beber de manera satisfactoria. Este Luz de Lumbre es un motivo más para acercarse a San Lorenzo del Escorial.

Cierra lunes y martes.