Gaztelubide

En 1962, Darío Prada abría en la calle Comandante Zorita un restaurante de cocina vasca llamado Gaztelubide, en homenaje a la sociedad gastronómica más antigua de San Sebastián. El establecimiento se convirtió pronto en uno de los referentes para la clase política y económica de la época. En 1990 se trasladó a La Florida, en la carretera de La Coruña. La familia Prada acometió una profunda reforma del local, mucho más moderno y acogedor ahora. La cocina, que mantiene la línea tradicional que sido su santo y seña durante este más de medio siglo. Una fórmula sencilla que se basa en buena materia prima y platos muy clásicos como el foie gras de oca hecho en casa, el salpicón de marisco, abundante y con género de calidad, o el helado de pan de centeno sobre salsa de café, convertidos en fijos para la clientela. Hay algún clásico más discutible, pese a que sigue teniendo éxito, como esos erizos de mar glaseados con salsa holandesa.

Para abrir boca, mariscos del día, siempre bien seleccionados, buen jamón y lomo ibéricos de Guijuelo o anchoas en salazón. El nivel del producto se puede comprobar en unos calamares de potera a la romana o en unos boquerones fritos a la andaluza. Excelentes, por calidad y por punto, unas cocochas de merluza a la brasa. Como ocurre con el marisco, los pescados son impecables. Por ejemplo, un mero magnífico, hecho a la plancha, en su punto, acompañado simplemente con una sencilla compota de tomate fresco. Aunque la opción marina es la mejor, hay algunas carnes, desde el entrecotte a la brasa hasta las chuletitas de cordero lechal. En los postres sobresalen el ya citado y poco habitual helado de pan de centeno sobre salsa de café y una lograda cuajada casera con miel. Carta de vinos correcta, tan clásica como la de cocina. Y buen equipo de sala bajo la dirección de José Luis García.

Cierra domingos noche. Terraza.