Luis Miguel Rodríguez 'El Chatarrero' habla, como nunca antes, de Carmen Martínez-Bordiú: «Se metía conmigo si...»

«Carmen no es una mujer que se esconda ni esconda, tampoco, ningún romance que tiene. Y el hecho de que él estuviera casado con Asunción, pues llega un momento que también Asunción decide que eso tiene que terminar, que era la crónica de de una muerte anunciada», explica Bueyes sobre los inicios de la pareja. Además, describe a Martínez-Bordiú como una mujer «libre, con una personalidad brutal y muy simpática. Estás con ella y de repente le llama Jack Nicholson. Ha estado en las mejores fiestas del mundo, ha recorrido todos los países... Imagínate».

Sobre el rey de la Chatarra destaca que «tiene un imán espectacular para atraer a la gente y en el momento que conquista a Carmen, también lo hace a su en torno: amistades, familia, etc. Les seduce muy rápido». Así, comenzó a codearse con la jet-set madrileña y acudir a los locales más exclusivos de la capital. Desde el programa de la Sexta explican que a Luis Miguel Rodríguez le gustan «las mujeres con posición social. A él le ha venido bien juntarse con ellas porque se ha hecho mucha publicidad. Nadie sabíamos quién era y ahora lo conocemos todos».

A lo largo del reportaje de 'Equipo de investigación', Rodríguez confiesa el motivo de las disputas que tenía con Carmen Martínez-Bordiú. En el terreno laboral, «ella nunca ha opinado ni se ha metido en lo que he hecho». Eso sí, señala que «se metía conmigo si me iba de marcha. Me tiraba un cuadro a la cabeza o lo que pillara». Tras separarse de Asunción, 'El Chatarrero' y la nieta de Francisco Franco se fueron a vivir juntos al centro de la capital en un piso en el que «pagaba 3.500 mensuales de alquiler». «Para él pagar esa cantidad es peccata minuta», señala Teresa Bueyes. Con el paso del tiempo, decidieron tomar caminos por separado.

Un tiempo después, Luis Miguel Rodríguez comenzó una relación sentimental con Ágatha Ruiz de la Prada. Lo hicieron público en un posado. «Para ella es muy importante. Ágatha es muy moderna, pero en este tipo de relaciones es muy clásica. Ella necesita oficializar su pareja y eso fue una forma de hacerlo», explica Pilar Vidal. Y aunque «nunca convivieron, es verdad que ella pasaba muchas noches en la casa de Parla. A mí me llamaba por la mañana y me decía que igual se iba a vivir allí».

Inmerso en vivir su amor, Luis Miguel Rodríguez se topó con un fuerte varapalo: su desguace entró concurso de acreedores. Ante esta procedimiento judicial contó con el apoyo de la diseñadora de moda. «No he visto una persona más involucrada en un problema que ella. Ha estado a la altura de ser una compañera y una amiga impresionante. Ella, como empresaria, gestiona su patrimonio mejor que nadie», asevera Bueyes. Es más, Ágatha «le daba consejos hasta el punto de decirle que se acabaron las comidas y las cenas fuera, que había que ahorrar. Le ha ayudado que ni te lo imaginas». Finalmente, rompieron su noviazgo.