Cuando se necesitaba, salió lo mejor de España, un equipo campeón que sigue maravillando ahora que el deporte nacional genera un poco menos de alegrías que antes. Resulta que Pau Gasol mantiene la llama y lidera a una selección magnífica, un conjunto que camufla el descenso en el talento con el compromiso y las ganas de triunfar, disparado en Lille para colgarse el tercer oro en el Eurobasket. En un encuentro de manual, y con un inicio arrebatador, España descompuso a Lituania y realizó un partido cumbre, más que justificada la fiesta y el champán. No se sabe cuánto le queda, pero se intuye que los Juegos será el destino final del núcleo duro de este grupo. Exhibiciones como la de ayer quedarán para siempre.
Un inicio trepidante
España despertó con un rugido ensordecedor, encendida desde la ceremonia de los himnos. Los abucheos de la gente de Lille motivaron al equipo de Sergio Scariolo y el primer cuarto desniveló por completo el debate. Con una intensidad asfixiante, la selección se escapó con cierta facilidad y se hizo con una interesante renta de 11 puntos (19-8). Con ese margen, todo lo demás fue mucho más sencillo, aunque Lituania se acercó a base de triples en el segundo cuarto y se fue al descanso a ocho puntos.
Defensa seria
Una de las principales bazas de España en ese ilusionante amanecer fue precisamente la defensa, compacta y sólida para anular a los jugadores lituanos. Es cierto que luego reaccionaron, pero les costó horrores encontrar un agujero en España. Bien en las ayudas, con seriedad y concentrados durante casi todos los 40 minutos. Un mérito digno de elogio.
Gasol, el hombre
No hay otro igual, un jugador infinito que siempre responde con la camiseta de España. Pau Gasol ha tirado del equipo y para la eternidad quedará esa memorable actuación de las semifinales contra Francia, imposible olvidar esa mirada de loco después de machacar el aro y golpearse el pecho a lo Tarzán. En la final, Gasol volvió a jugar un papel decisivo, máximo anotador con 25 puntos. La mejor noticia es que hubo más que Gasol y España no tuvo tanta necesidad de su tótem. De hecho, las primeras canastas fueron más repartidas y el catalán tardó unos minutos en estrenar su casillero. Cuando lo hizo, nada le detuvo, mejor jugador del Eurobasket sin que nadie pueda discutir su capacidad de liderazgo a los 35 años. España es Gasol.
Rudy, brillante y lesión
Y el domingo de autos, apareció Rudy Fernández. El madridista ha vivido un torneo complicado, con muchísimas molestias físicas que le han tenido muy limitado. Él mismo sabía que no estaba a la altura y lamentaba no poder ayudar al equipo cuando más se le necesitaba. Se desquitó ayer con un partido notable, 11 puntos y muchísima presencia en el juego de España, sensacional especialmente en tareas defensivas. En el tercer cuarto, recibió un trompazo tremendo en un bloque de Jankunas que le envió directamente al banquillo, dolorido y sin aire. No se recuperó y los médicos se lo llevaron al banquillo con cara de preocupación, pues el golpe fue muy duro y le dejó fuera de combate.
Concentración
En todos los partidos de esta competición, España se había mostrado bastante irregular, incapaz de completar una tarde sin errores. Ha tenido buenos encuentros y ha ido de menos a más, pero le faltaba una faena perfecta. Contra Lituania, y salvo algunos minutos de esa lógica reacción del rival en el segundo cuarto, el conjunto de Sergio Scariolo estuvo siempre concentrado. Administró la ventaja con criterio y nunca permitió que se ajustaran las cuentas.
Claver, al rebote
España es reconocible a partir de sus figuras, pero en la mágica tarde de Lille brilló el colectivo. Además, los secundarios cumplieron con creces cuando estuvieron en la pista. Destacó en el rebote Víctor Claver, que finalmente ha despertado después de la niebla que le cegó al principio. Es un jugador que aporta sin balón y sus números le dan la razón. También estuvieron acertados hombres como Felipe Reyes o Pau Ribas e incluso tuvo algunos minutos San Emeterio, ausente en las citas anteriores. Y jugadores fiables como Sergio Llull (12 puntos) o Nikola Mirotic (8) respondieron en momentos puntuales. Ya con todo vendido, Aguilar y Vives tuvieron un ratito para recordar que formaron parte de este equipazo.
Experiencia
Pese a que hay jugadores con menos experiencia que en anteriores convocatorias, España ha vivido más finales como la de ayer que esta selección de Lituania. No se amilanó ante la magnitud del encuentro y supo controlar los nervios. No hay que olvidar que son ya muchos años, muchísimos, compitiendo por las medallas en los eventos más importantes.