Chelsea y City parten como favoritos con la incógnita del nuevo United de Van Gaal

La liga más universal con muchos frentes abiertos

En los últimos años el duelo entre Real Madrid y Barça, entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi ha acaparado los focos del mundo del fútbol y ha incrementando la visibilidad de la Liga española. Pero hay algo que no cambia. La Premier League sigue siendo la competición más seguida en todo el mundo, la que más dinero genera por publicidad y la que sirve de ejemplo por el modelo presupuestario y de competición que le caracterizan. Tras años de dominio del Manchester United, la llegada al primer plano de Manchester City y Chelsea en diferentes tiempos en la última década ha aumentado el ramillete de aspirantes.

A ellos hay que unir a un Arsenal que lleva ya tres lustros instalado en los puestos de cabeza y que busca dar un paso adelante para poder pelear el título. Y por si fuera poco, la temporada pasada nos devolvió para la causa al Liverpool, uno de los equipos más laureados de Europa que llevaba dos décadas lejos de la pelea por el título. Analizamos a estos cinco equipos que merecen por uno u otro motivo colgarse el cartel de favoritos.

El campeón mantiene el bloque

Después de un arranque de temporada plagado de dudas, el Manchester City se sobrepuso la temporada pasada a todos sus fantasmas para acabar proclamándose campeón de la Premier League. Los de Manuel Pellegrini se mostraron ante todo como un equipo compacto, arrollador en varios tramos de la temporada, que supo sacar ventaja de la menor tensión competitiva del Liverpool y de la falta de gol que acusó el Chelsea en la parte decisiva de la temporada.

Los «citizens» han mantenido en esencia el mismo conjunto, pero han mejorado en dos áreas donde dejaron dudas la pasada temporada. El fichaje de Willy Caballero para la portería introduce un factor novedoso para Joe Hart, un portero capaz de lo mejor y de lo peor, pero que carecía de un rival de peso por el puesto. Algo que sucede también en la selección inglesa. Juegue uno u otro, podemos afirmar que la meta del City ha subido varios peldaños su nivel. Queda por ver cómo funcionará esta bicefalia.

Fue en defensa dónde más dudas dejó el equipo la semana pasada. Con Vincent Kompany como capitán y rindiendo a un nivel notable, aunque no espectacular, el prometedor Nastasic se vio desplazado por el veterano Martin Demichelis. Ahora han reforzado con Eliaquim Mangala, central de 23 años procedente del Oporto. Uno de los defensores más prometedores del mundo y que a buen seguro se terminará por asentar junto a Kompany en el eje de la zaga. También incremente el nivel la llegada de Bacary Sagna, procedente del Arsenal, para pelear la posición de lateral derecho con Pablo Zabaleta, indiscutible el curso pasado.

En el centro del campo ya no veremos más a Javi García, hasta ahora un recambio para Pellegrini. Sigue Yaya Touré, buque insignia y mejor jugador del equipo la pasada temporada. Silva volverá a ser el faro que marque el ritmo al que juega el City, y Navas y Nasri las alternativas para desequilibrar. Los primeros meses de la temporada contará también con el refuerzo experto de Frank Lampard cedido por el New York City, equipo hermano, hasta que empiece la liga de Estados Unidos.

Tras rendir los primeros meses del campeonato a un nivel como pocos delanteros en Europa, Álvaro Negredo volverá a pelear un puesto con Dzeko, y en menor medida con Jovetic, por un puesto en el equipo titular. Por un puesto, porque si el City dispone dos delanteros, uno de ellos tiene nombre y apellidos: Sergio Agüero. El año pasado, las lesiones solo le permitieron participar en 23 partidos de Premier, en los que marcó 17 goles. Si las lesiones lo respetan, con él, el Manchester City vuelve a ser el máximo favorito al título.

Mourinho y su Chelsea van a por todas

Llega el segundo año de Mourinho en su nuevo proyecto en el Chelsea. El portugués siempre ha defendido, y en eso le amparan las estadísticas, que siempre es en el segundo curso en el que saca el máximo de los equipos a los que entrena. Incluso en su irregular paso por el Real Madrid fue en su segundo año cuando logró la Liga, rompiendo la hegemonía del Barça. La única Liga que han ganado los blancos en los últimos cinco años. Los fichajes que ha hecho el Chelsea este año lo convierten a juicio de muchos en el máximo favorito al título.

El curso pasado mostró una alarmante falta de gol que este año pretende solucionar con varias incorporaciones de excepción. La primera la de Diego Costa, uno de los delanteros más en forma de la temporada pasada y cuyo estilo de fútbol promete adaptarse a las mil maravillas al imperante en las Islas Británicas y al tipo de juego que quiere Mourinho. El segundo fichaje para esa posición es la recuperación de Didier Drogba, que a sus 35 años no tiene la capacidad para rendir una temporada al nivel que exige el Chelsea, pero que como refresco puntual a Costa puede ser el mejor hombre adecuado. Conoce al entrenador, conoce la competición y por supuesto conoce el club, no en vano, el costamarfileño es probablemente el mejor jugador de la historia del Chelsea.

Con el fichaje de Filipe Luis para el lateral izquierdo el Chelsea gana una pieza para ir rotando la plantilla. Con Ivanovic en el lateral derecho y la pareja Cahill-Terry como fijos, César Azpilicueta se posiciona, gracias a su versatilidad para jugar en las dos bandas, como el recambio perfecto. Es muy del gusto de Mourinho.

A falta de conocer el esquema que va a plantear Mourinho, lo que parece claro es que Nemanja Matic va a ser el guía de este equipo. El bosnio de 25 años es de esos jugadores que con su sola presencia ordenan el equipo. Poseedor de un gran pase en largo, sabe guardar también la posición y puede dotar de criterio la salida de balón del equipo. Lo más probable es que Mourinho coloque a su lado a un perro de presa, pero de los que roban y saben llegar. Para ese puesto el Chelsea está tanteando el fichaje de Khedira. De lo que tiene en plantilla lo más normal sería optar por Ramires e incluso el brasileño Willian podría desempeñar esa función, aunque no es su mejor posición.

Otra opción sería poner a Fábregas, flamante incorporación, y dotarle de más galones en la elaboración del juego. Pero, en ese caso estaríamos ante una apuesta radicalmente diferente a lo que es Mourinho. Lo más probable es que coloque a Fabregas por delante de Matic y Ramires, e inmediatamente detrás de Costa. Esa es su posición natural, en la que se hizo una leyenda en el Arsenal y la que el Barça no supo explotar.

Acompañando a Fábregas, dos nombres propios: Oscar y Eden Hazard, líder de este nuevo proyecto de Mourinho y cuyo extraordinario nivel en algunas fases del pasado curso permitió al Chelsea liderar la competición alguna etapa y pelear hasta el final por el título.

El Chelsea tiene, este año sí, el reto de pelear por todo. Ha mejorado todas sus líneas. Defensa y ataque. Hasta en la portería, donde no le hacía falta mejorar dado el excelente nivel de Petr Cech, la llegada de Thibaut Courtois es una garantía de calidad y de futuro.

Van Gaal abre un nuevo ciclo en el Manchester United

Tras la decepcionante campaña vivida la temporada pasada, nuevos aires llegan a Manchester. Los propiertarios del club han opotado por Louis Van Gaal, un entrenador experimentado y de prestigio. Evidentemente se persigue volver a crear un proyecto a largo plazo. Pero la elección de Van Gaal deja claro que el proyecto tiene que ser ganador ya este año.

Con Juan Mata ya asentado, y con Rooney y Van Psersie como principales puntales, el Manchester United tampoco se ha reforzado como sus necesidades exigen. Más allá de Ander Herrera, el gran mediocentro que el equipo necesitaba para elaborar juego, el equipo tiene hombre a hombre un equipo inferior al de Chelsea o City. La comparación es espacialmente flagrante en la línea defensiva. Tanto cualitativa como cuantitativamente. Rafael, Evans, Smalling y Shaw no parecen a priori nombres para la zaga titular de un aspirante al título.

En el centro del campo vuelven a aparecer jugadores como Nani, Young, Anderson o Valencia, jugadores que no han aprovechado las oportunidades para ser realmente inmporantes en este equipo y que tienen que ir perdiendo protagonismo en favor de Mata, Januzaj y por su puesto Ander Herrera. Al que muy probablemente siga acompañando Michael Carrick.

Con una plantilla inferior, la gran baza del United este año será que al no jugar competición europea, ni siquiera se han clasificado para la Europa League, Van Gaal podrá concentrar todos sus esfuerzos y recursos en la Premier League. Veremos también qué esquema plantea, porque si quiere plantear un patron con tres centrales, como hizo con Holanda en el Mundial, le faltan jugadores.

Realmente, a este Manchester United lo que se le va a exigir es volver a la Champions, y hacerlo realmente recuperando el nivel competitivo.

Llega la hora de un Arsenal con más fútbol que nunca

Arteta, Wilshere, Cazorla, Özil y Ramsey. Las opciones de título del Arsenal pasan por la determinación de Arsene Wenger de alinear cuanto más mejor al que sea probablemente el centro del campo más combinativo y creativo de toda la Premeir League.

El fichaje de Alexis Sánchez le ofrece además al equipo una variante nueva en ataque. Más velocidad y dinamismo, que puede ser sustituida por el fútbol más directo que demanda Olivier Giroud. Incluso los dos son combinables, aunque sacrificando a uno de los otros cinco nombres del centro del campo.

También vuelve Leo Walcott de su lesión de rodilla, siguen en el equipo Podolski y Rosicky y a buen seguro que ganará protagonismo Oxlade-Chamberlain.

En defensa si hay más problemas. La pareja Mertesacker-Koscielny se complementa a las mil maravillas, pero carecen de relevos de garantías. Lo mismo sucede en los laterales.

Después de que la pasada temporada fuesen líderes durante la mitad del campeonato, el Arsenal se vino abajo en la última parte de la temporada para acabar peleando con el Everton por la cuarta plaza.

Su objetivo debe seguir siendo entrar en Champions League, pero tras romper la racha de nueve años sin títulos con la FA Cup y la Community Shield en apenas tres meses, en Londres empiezan a tener motivos más que de sobra para pensar que este año sí pueden estar algo más cerca a la hora de pelear por el título.

Liverpool, la vida después de Luis Suárez

25 años después el Liverpool volvió a soñar con hacer algo grande. Nadar y nadar para luego quedar en la orilla. Con Brendan Rodgers Anfield ha vuelto a vibrar y el Liverpool ha recuperado su identidad. En una gran temporada de Sturridge, en la estelar aparición de Sterling y en la soberbia contribución de Gerrard, la clave es saber qué porcentaje del gran año del Liverpool el pasado año corresponde a la temporada descomunal que hizo Luis Suárez. Mucho, desde luego. Probablemente la diferencia entre pelear por la Champions y pelear por el título.

Entrar en Champions debe ser por tanto más realista de un equipo que, al contrario que el año pasado, deberá enfrentarse a la exigencia de la Champions League. Con la baja de Suárez, cualquier alta que pretenda sustituirlo parece corta, aunque lo cierto es que Ricky Lambert llega en el mejor momento de su carrera.

Con el llega Adam Lallana, nominado entre los mejores jugadores de la pasada temporada y que apunta a uno de los hombres clave del próximo proyecto. La pareja Henderson-Gerrard funcionó muy bien, y todo apunta a que repetirá.

En defensa el Liverpool se refuerza con sabor español. En el lateral izquierdo con la llegada de Alberto Moreno y con la vuelta tras la lesión de José Enrique. También en la derecha, con la llegada de Manquillo.

El bloque en esencia se mantiene, pero la pérdida de Luis Suárez es como salir a las playas de Troya sin Aquiles. Hasta dónde es capaz de llegar este equipo sin él es una incógnita.