
Más allá de Cibeles y Neptuno
No todos los equipos tienen un lugar mítico al que acudir para celebrar sus éxitos, pero estos son algunos de los más conocidos junto a las divinidades de madridistas y rojiblancos
Actualizado: GuardarNo todos los equipos tienen un lugar mítico al que acudir para celebrar sus éxitos, pero estos son algunos de los más conocidos junto a las divinidades de madridistas y rojiblancos
123456Cibeles

jaime garcia Desde mediados de los 70 la Diosa Cibeles comenzó a acoger las celebraciones de los títulos del Real Madrid. Pero no sólo del equipo blanco, sino que en esos primeros momentos aglutinó sin distinción las celebraciones del Atlético de Madrid o aquella ya lejana Eurocopa de la selección española en los años 60. Cuentan los clásicos que fue a raíz de la Quinta del Buitre y sus cinco Ligas consecutivas hicieron merengue definitivamente a la Diosa, que anhela recibir después de doce años a los suyos con el título de campeones de Europa.
Neptuno

La afición atlética se concentra en Neptuno el año del doblete La hegemonía madridista durante la década de los 80 hizo que Cibeles perdiese ese aire plural que la revestía antaño. Los colchoneros ya no la sentían como suya. Por eso, a partir de los años 90 los rojiblancos decidieron mudarse apenas 600 metros más allá. Las celebraciones por la Copa del Rey del 91 contra el mallorca inauguraron la fraternal ligazón entre hinchada y el Dios de los mares. En los últimos años dos Europa League y una Copa del Rey han sido las ofrendas al Dios. Neptuno quiere más, el año del doblete se le antoja lejano.
Canaletas

Canaletas vibró con Guardiola No ha habido fuente más visitada en los últimos años que Canaletas. La era de oro del Barça de Guardiola y Vilanova llevó a los aficionados a celebrar dos Champions League, dos Copas del Rey y cuatro Ligas fueron los títulos principales que sirvieron para extender un dominio en el fútbol mundial durante cinco años. Se trata de una modesta fuente situada en la parte norte de las Ramblas. La tradición cuenta que esta costumbre surgió en los años 30 cuando justo enfrente se encontraba el diario «La Rambla». En tiempos en los que ni el transistor de radio estaba generalizado, los aficionados se concentraban allí para enterarse por los redactores del diario del resultado de los partidos.
El paseo de la Gabarra
En mayo de 1983 el Athletic de Bilbao se proclamó campeón de Liga por séptima vez. Se ponía así fin a una sequía de 27 años sin alzarse con el principal título nacional y diez temporadas sin que llegase ningún trofeo a Bilbao. Había que remontarse a la Copa de la UEFA de 1977 para ver a los leones celebrar algo. Demasiado tiempo, demasiado anhelo como para no convertir aquella ocasión en algo especial, un punto de inflexión que marcase un nuevo comienzo. Un millón de personas a ambos lados de la Ría de Bilbao agasajaron a una plantilla que navegaba a bordo de las gabarras desde el club Marítimo. Un año después, la escena se volvía a repetir y se hacía tradición con un histórico doblete de Liga y Copa del Rey.
Plaza del Duomo
Los aficionados del Inter de Milán toman la plaza del Duomo tras ganar la Champions en 2010 Desde que se fue Mourinho el Inter de Milán ha estado relegado a un papel secundario en el fútbol mundial. Pero aquel año 2010, el de los aspersores en el Camp Nou, el Inter de Milán logró el triplete con la Copa de Italia, el Scudetto y la Champions League. Tal hazaña en un equipo habituado a estar etiquetado como segundón sacó a la afición a la calle, que abarrotó la plaza del Duomo para recibir a los campeones. Los blanquinegros recuerdan con anhelo un año mágico y que ahora ven muy lejos.
Plaza Albert Square

13 Premiers League y 2 Ligas de Campeones fueron los logros principales de Alex Ferguson en ese cuarto de siglo siendo el entrenador del Manchester United. Se conoce muy bien por tanto los cuatro kilómetros que separan Old Traffor de la plaza Albert Square y hasta donde se desplaza el equipo de los «red devils» para celebrar los éxitos con su afición, algo que este año no sucederá, pero que está en el ADN del equipo.


