real madrid
Treinta años de la quinta del Buitre
Aquel equipo recuperó la esencia del Madrid de Di Stéfano. Su clase creó el miedo escénico
T. GONZÁLEZ-MARTÍN
Septiembre de 1983. A Salvador, el dueño del mítico Gloria Bendita, restaurante de reuniones secretas de los hombres del fútbol, le pilló de sorpresa una vez, que no dos. El Castilla de Amancio, líder de Segunda, jugaba los sábados a las cinco de la tarde ... en el Bernabéu. Era la quinta jornada. Le visitaba el o Madrileño. El boca a boca había volado como Butragueño lo hacía en esos diez metros de arranque imparable, con el balón pegado al borceguí, mirando al frente, nunca al césped. «Hay unos chicos que juegan primorosamente». El mítico estadio solía registrar entradas de quince mil espectadores con el filial. Estaban abiertas solo la mitad de las puertas del coliseo. Acudieron 65.000 personas. Unas semanas más tarde, frente al Bilbao Athletic, el Castilla siente el clamor de 85.000 espectadores. «El filial tiene tanto público como el primer equipo. ¿Qué sucede?». En el club sueñan con el futuro. Martín Vázquez, Míchel, Sanchís, Pardeza y «el Buitre» realizan «el mejor fútbol que hemos visto aquí desde la época de Di Stéfano». Y Don Alfredo, entrenador del primer equipo, les ascendió paulatinamente a su plantilla para crear un conjunto histórico, glorioso, de calidad suprema.
El Madrid necesitaba una inyección de savia nueva. Martín Vázquez y Sanchís debutaron con Di Stéfano en Murcia, el 4 de diciembre de 1983. Fueron decisivos. Sanchís marcó el gol del triunfo. Pardeza se estrenó el 31 de diciembre, frente la Español. Y Butragueño protagonizó la explosión total de la Quinta. Disputó su primer encuentro el 5 de febrero de 1984. El Madrid perdía 2-0 en Cádiz. Salió «el Nene», así le llama Don Alfredo, y definió dos goles, el último en el minuto final, el 2-3. Había nacido una estrella.
Míchel se incorporó en julio de la campaña 84-85 para completar un once de ensueño. Ganaron dos Copas de la UEFA consecutivas, cinco Ligas seguidas y una Copa de la Liga. Pardeza no se quedó. «El Buitre» le quitó el puesto. Triunfó en el Zaragoza. Aquella Quinta subió en pleno curso 83-84, pero su Castilla se proclamó campeón de Segunda. El grupo reinó durante siete años con el Real Madrid . Su calidad impuso el miedo escénico en el Bernabéu. Los aficionados dicen que ha sido el segundo mejor equipo de la historia, tras el legendario de Di Stéfano.
Treinta años de la quinta del Buitre
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