En Cantabria, el 70% de las startups y pymes reconocen que la gestión contable sigue siendo su principal obstáculo. Una cifra que refleja una paradoja: la región avanza como polo de innovación, pero buena parte de su tejido empresarial aún tropieza con las finanzas del día a día. Tras poner sobre la mesa, Saray Ceballos, periodista de El Diario Montañés y conductora de la jornada Hablemos de cómo digitalizar tus finanzas, resumió el espíritu del evento:  “este encuentro no busca hacer más ruido, sino tender un puente”, subrayó la periodista Saray Ceballos, de El Diario Montañés, al inaugurar la jornada. “Una guía que ayude a las empresas a convertir sus números en lo que deben ser: el motor de su actividad”.

Ese puente se tendió en Santander, en el histórico Hotel Real, con su elegancia clásica, su sala acristalada y sus vistas únicas a la bahía. Allí se celebró una nueva cita del ciclo “Hablemos de…”, organizado por Vocento y Orange Empresas, que reunió a expertos y empresarios para abordar un desafío común: cómo transformar la gestión financiera de las pymes a través de la digitalización.

El encargado de dar el pistoletazo de salida fue Javier San Juan, especialista en Business Intelligence y en la aplicación de Power BI a la gestión empresarial. Su ponencia, Tus números, tu motor: gestión financiera con business intelligence para pymes, demostró cómo una pequeña empresa puede pasar de vivir atrapada en hojas de Excel a contar con un sistema de información en tiempo real.

San Juan mostró cuadros de mando que se conectan al ERP de la empresa -el software encargado de la planificación de recursos empresariales- y actualizan al instante la contabilidad: balances, cashflow, checklist de asientos descuadrados, previsiones de cierre anual… Todo con la posibilidad de filtrar por empresa, cliente o asiento concreto. “No se trata sólo de ver números, sino de usarlos para decidir”, insistió, antes de enseñar un caso práctico: un cuadro de gestión de cobros que permite segmentar facturas vencidas, priorizar reclamaciones y concentrar esfuerzos en lo realmente urgente.

La clave, dijo, es que estas herramientas no están reservadas a grandes corporaciones. “Una pyme puede competir incluso mejor porque toma decisiones más rápido y se adapta antes”, explicó. Las licencias digitales cuestan unos 13 euros por usuario al mes, una cifra reducida, subrayaba San Juan. “Si como consultor no soy capaz de amortizar 13 euros al mes, no me contrates. No tiene sentido que esté en tu empresa”, ironizaba antes de animar a las pymes a explorar estas soluciones y comprobar su rentabilidad real.  Y añadió un mensaje directo al auditorio: “El presupuesto no es papel mojado, es vuestra referencia real. No esperéis a ver qué pasa: anticipaos”.

Tras la ponencia, llegó el turno de la mesa redonda “Finanzas accesibles: herramientas reales para controlar tu pyme”, moderada por Saray Ceballos. Cuatro voces con experiencias complementarias abordaron un mismo dilema: ¿por qué cuesta tanto dar el salto digital?

Natalia de Santiago, divulgadora de educación financiera, fue clara: “El empresario se centra en su negocio y ve las finanzas como una obligación para cumplir, en vez de como una herramienta para decidir mejor”. A su juicio, muchas pymes viven atrapadas en sistemas fragmentados y parches que, a la hora de digitalizar, se convierten en un “monstruo de siete cabezas”. Pero el camino no exige un gran despliegue: “Hoy se puede avanzar paso a paso, con cambios rápidos y útiles desde el primer momento”.

Para Verónica Román, CEO de Netkia -empresa con sede en Torrelavega (Cantabria) especializada en ingeniería de software, consultoría informática y nuevas tecnologías- , el freno es sobre todo mental. “Las finanzas no son un ente aparte, son gestión diaria: facturas, tickets, cobros. Digitalizar no es paralizar la empresa, es todo lo contrario”. Recordó que soluciones sencillas como escanear un ticket o digitalizar una factura ya generan beneficios inmediatos y convencen al equipo de que el cambio merece la pena.

El economista Carlos Besoy, añadió otra perspectiva: la resistencia cultural. Es mentor y formador de startups.st, una plataforma y ecosistema especializado en el impulso del emprendimiento, la innovación y la inversión dirigida tanto a emprendedores como a startups, inversores y empresas consolidadas. Y explicó que “las empresas consolidadas creen que si les va bien, no necesitan cambiar. Y las startups piensan que las finanzas no son lo suyo. Pero el mercado no espera: si no te subes al tren, pasa de largo”. Su receta: empezar poco a poco, con quick wins visibles, y apoyarse en la educación financiera.

Desde la Cámara de Comercio de Torrelavega, su presidente Carlos Augusto recordó que no digitalizar no es una opción. “Los recursos de una pyme son limitados, y precisamente por eso hay que analizarlos mejor. Digitalizar no significa gastar más, sino eliminar tareas repetitivas y dedicar tiempo a lo estratégico”. Augusto puso el acento en el papel de las instituciones, como las Oficinas Acelera Pyme, que acompañan con diagnósticos, formación y ayudas concretas.

El broche práctico lo puso el workshop de Raúl Uría, CEO de ZZircon Technologies, bajo el título “Domina tus finanzas digitales en 4 pasos”. Su propuesta se resumía en una secuencia clara: digitalizar, integrar, reportar y analizar.

“No se trata de instalar programas, sino de rediseñar procesos”, dijo con contundencia. Para ilustrarlo, recurrió a ejemplos concretos: una empresa industrial que resolvió su cuello de botella implantando pedidos validados antes de llegar a contabilidad; una compañía de transporte que pasó de albaranes en papel a tablets que generan factura y cobro en el acto; o una pyme que solucionó sus tensiones de tesorería automatizando recordatorios de cobro.

Uría insistió en huir del “Big Bang digital”. “Mejor avanzar poco a poco, con procesos bien diseñados y resultados rápidos que generen confianza”. Y advirtió contra un error común: “Elegir la herramienta antes que el proceso. Primero hay que saber qué problema quiero resolver, y después buscar la tecnología que lo facilite”.

Sobre las obligaciones fiscales, recordó que el VeriFactu, el sistema de facturación electrónica creado por la Agencia Tributaria, no tiene un efecto práctico en el día a día, más allá de las obligaciones burocráticas: “no es digitalizar, es sólo cumplir”, resumía. La verdadera oportunidad, aseguraba el ponente, llegará con la factura electrónica europea en 2028, que permitirá emitir, contabilizar y reportar en un solo paso. Mientras tanto, animó a centrarse en indicadores básicos pero útiles: ventas y tesorería. “Con eso ya tienes el pulso de tu negocio”, resumió.

La jornada concluyó con un mensaje coral: la digitalización financiera no es un lujo, ni una moda, ni un gasto. Es una inversión con retorno. Y, sobre todo, una oportunidad para que las pymes cántabras sean más competitivas, más eficientes y más sostenibles en el tiempo.

“Cambiar cuesta, pero el desenlace es positivo”, resumió Natalia de Santiago. “Digitalizar es simplificar”, añadió Raúl Uría. Y Carlos Augusto lo remató en clave empresarial: “Quien permanezca anclado en procesos del pasado obtendrá resultados del pasado. La digitalización es la ventaja competitiva del presente”.

En el Hotel Real de Santander, entre la luz de la bahía y la voz de expertos que conocen de cerca las barreras y soluciones, quedó claro que el futuro de las pymes no está en los papeles ni en las hojas de cálculo. Está en transformar los números en decisiones.