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Sara García-Alonso: «Siento que no he sacrificado nada, he tomado decisiones, organizando mis prioridades y mi tiempo»

La investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y miembro de la Reserva de Astronautas de la Agencia Espacial Europea participó en una nueva jornada de ‘Meeting Your Future’ ACADEMICA-ABC

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Sara García-Alonso visitó la sede de Vocento-ABC en una nueva edición de los encuentros ‘Meeting Your Future’, organizados por ACADEMICA y ABC. El periodista Alberto Velázquez conversó con Sara, a partir de una selección entre las decenas de preguntas enviadas por los centros (más de 8.000 aulas, cerca de 150.000 alumnos y alumnas, conectaron con la jornada via online, con la presencia del colegio Nuestra Señora de Loreto).

«Para construir un futuro del que nos sentamos orgullosos, hay que poner buenos cimientos»

García-Alonso, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, licenciada en Biotecnología y máster en Investigación Biomédica y Biológica por la Universidad de León (con reconocimientos de excelencia académica) y doctorada en la Universidad de Salamanca en Biología Molecular del Cáncer e Investigación Traslacional, forma, además, parte de la reserva del programa de Astronautas de la Agencia Espacial Europea (un proceso al que aspiraron 23.000 candidaturas). Todo un ejemplo de esfuerzo que se transmitió durante la hora de duración del encuentro, con un mensaje esencial: «Si quieres llegar lejos, hay que ir paso a paso. Para construir un futuro del que nos sentamos orgullosos, hay que poner buenos cimientos», un recorrido en el que, Sara, además, reivindica en sus apariciones en medios de comunicación y diversas iniciativas, la relevancia de que más mujeres se incorporen a las disciplinas ‘STEM’ (‘Science, Technology, Engineering, Mathematics’).

Sara comenzó recordando su etapa como adolescente como «inquieta y tremendamente curiosa, y así sigo», momentos en los que recordó no saber si dedicarse a la ciencia, ya que también le apasionaban las carreras humanísticas. En todo caso, mi objetivo era contribuir a mejorar las cosas, poner mi granito de arena». Un proceso en el que muchos profesores le sirvieron de inspiración, tanto de Literatura como de Biología «me impulsaron a pensar, a formar un criterio propio, a ir más allá de los libros». Eligió, al final, el camino de la Biotecnología «por la versatilidad y aplicabilidad de la carrera, para solucionar todo tipo de problemas, desde el ámbito, por ejemplo, de la agricultura a los métodos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades».

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Colegio Luis Amigo (Godella-Valencia), Colegio Miralmonte (Catagena), Colegio Seminario Menor Agustiniano ( Guadalajara) y Colegio Sagrado Corazón (Cádiz)

«Estudio y aprendo desde que nací, y sigo haciéndolo (comentó durante el encuentro). En investigación tienes que estar informado día a día para solucionar nuevos problemas, lo mismo al ser candidata a astronauta de la Agencia Espacial Europea. Y sobre todo tipo de aspectos, no únicamente sobre lo que te dedicas: otra referencia, ya en la universidad, fue un profesor de Química Orgánica, una eminencia internacional, que se resistía a ser considerado sólo como científico: debía saber de arte, de legislación, de ingeniería, tener un conocimiento global. Cuantos más estímulos recibas, tomarás mejores decisiones, serás más profesional».

Sara también demostró durante la jornada de ‘Meeting Your Future’ la importancia de combinar esfuerzo y pasión. Y de ser constante: «La ciencia es como una planta, tienes que plantar una semilla, regarla, cuidarla, para poder disfrutar de sus frutos, para poder contemplarla en su mejor versión». Un desempeño en el que subrayó la importancia de la ‘soft skills’, las ‘habilidades transversales que han sido y son fundamentales en su trabajo: «Son tan importantes que, por ejemplo, en el proceso de la ESA, el 80% ha sido el resultado de las capacidades para trabajar en equipo, de las capacidades de comunicación, de mantener la calma bajo presión o ansiedad, liderar si es necesario o seguir a un líder, etc.». Una ruta en la que Sara no entiende la palabra ‘sacrificio’: «Siento que no he sacrificado nada, he tomado decisiones. Me esforzaba en tener una buena media académica para poder elegir lo que quería, organizando mis prioridades y mi tiempo».

Como en otras citas de Meeting Your Future se destacó la importancia del inglés: («Es inconcebible no contar con él, e imprescindibles tanto una formación adecuada como lanzarse a hablarlo… en mi caso, con 18 años, al salir al extranjero, no me atrevía a hablar, sentía que no pronunciaba bien, que no estructuraba las frases. Lanzaros a hablar, a practicar, ya que es una herramienta básica para llevar en nuestra mochila»).

Si la nómina de participación del evento organizado por ABC y Academica sirve como fuente de inspiración, el caso de Sara es más que evidente, empezando por su trabajo diario en el CNIO (Centro nacional de Investigaciones Oncológicas) («un referente internacional, entre los 10 mejores del mundo, con un ambiente multidisciplinar, con todo tipo de perfiles, de profesiones»). Bioinformáticos (informáticos especializados en solucionar problemas biológicos), matemáticos, bioquímicos, biólogos, biotecnólogos, médicos que trabajan en hospitales y que investigan en la fase clínica, veterinarios, físicos, especialistas en comunicación… todo un equipo que trabaja «para entender cómo funciona el cáncer, por qué las células se convierten en tumorales (una división celular descontrolada), para encontrar los puntos débiles de la enfermedad, para encontrar tratamientos personalizados, con los menores efectos secundarios posibles. Investigar en cáncer salva vidas».

Día a día, Sara lidera un equipo de investigación («trabajo en concreto sobre dos tipos de adenocarcinoma de pulmón y de páncreas, que cuando se diagnostican suele ser un poco tarde, por lo que el arsenal de medicamentos es menos efectivo»). Un trabajo en el que comentó cómo aborda estos problemas de salud desde el método científico, para llegar a conclusiones y aceptar o rechazar hipótesis, además de buscar fuentes de financiación y de comunicar los resultados, tanto en un primer estadio (el de la comunidad científica) como en el propio de la comunicación a la sociedad.

La parte final de la charla se dedicó a repasar el enorme logro de convertirse a aspirante a astronauta (proceso en el que también fue elegido Pablo Álvarez): «Todos los pasos que he dado en la vida no los hice para convertirme en astronauta, sino para enriquecer mi vida, conocer nuevas experiencias, nuevas personas… pequeños ladrillos que se han ido uniendo y que me han cualificado para este objetivo. No hay que parar de plantearse nuevos objetivos, desafíos, bifurcaciones: si no llegas no es un fracaso, se pueden sacar nuevas lecciones e, incluso, llegar más lejos de lo que te habías propuesto». Una apasionante etapa en la que tuvo que superar seis fases (un año y medio de pruebas y exámenes, cerca de 100, de todo tipo), a partir de los primeros requerimientos: ser ciudadano de la Unión Europea, hablar inglés, tener una carrera científica o ser piloto militar y un certificado médico como el de los pilotos comerciales.

Pruebas y más pruebas de inteligencia, exámenes genéricos de inglés, Matemáticas y Física, y toda una batería de concentración, memoria visual y auditiva, orientación «había que aprobar todo» en un entorno en el que señaló cómo «las pruebas físicas no fueron particularmente duras, son más médicas: tienes que estar, digamos, muy sano». La promoción de 2022 contó con 17 astronautas (cinco de carrera y 12 reservistas), que tendrán que esperar oportunidad, tanto en las misiones de la Estación Espacial Internacional «hay rotaciones de seis meses, y se necesita el acuerdo de las agencias espaciales de todo el mundo» o, en su caso, de misiones de 15 días. En todo caso, todo un desafío físico, más allá de la preparación intelectual: «Uno de los mayores problemas es la radiación solar, cómo protegerse de ella. Se produce, además, una pérdida ósea y muscular exagerada: se necesitan dos horas de ejercicio para regenerarlos (si no, no aguantarías la vuelta a la atmósfera)». Ejercicio que, en el caso de la invitada, no supone problema: «Practico muchísimo deporte (10 años entrenando a diario), es una forma de vida. Es una de mis principales aficiones (siempre se puede encontrar tiempo para ellas), además, de estar con mis amigos y familia, ir a conciertos y al cine, leer y escribir, etc.».

Sin duda, Sara supo transmitir la importancia a la audiencia de las misiones espaciales, con base en los años 60 «por ejemplo, en el proyecto Apolo trabajaron más de medio millón de personas». Una vía de investigación que supone avances en automoción, robótica, nuevos materiales y combustibles, etc., con especial énfasis en su aplicación al futuro de nuestra salud (como en los experimentos relativos al cáncer a través de la microgravedad). Un fascinante empeño que transmitió con amenidad y claridad a la amplia audiencia, en línea con el mensaje de la importancia del trabajo en equipo: «Para que el puzzle sea real, cuentan todas las piezas del proceso, y eso se aplica en muchos aspectos de nuestra vida».

Encuentros anteriores

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Max Bezzina

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Juan Fernández-Miranda

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Alberto Martínez

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Jose Luis Martínez-Almeida

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Arancha Torres

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Pablo de la Cruz

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Pablo Hermoso

Encuentro ‘Meeting Your Future’ con Esteban Granero

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