Julio Iglesias sigue cosechando éxito con su gira mundial «Starry Night». El cantante madrileño salió el pasado miércoles por la puerta grande de la Plaza de Toros de la Malagueta, como los toreros que brillan en la arena, tras cantar una treintena de sus mejores canciones, entre otras «Un canto a Galicia», «De niña a mujer», «A media luz», «La carretera» o «Manuela».
Nuestro cantante más internacional, se acordó en su concierto de Contador, Nadal, Alonso, Pedrosa, Lorenzo y de las selecciones de baloncesto y de fútbol, que con sus éxitos han puesto de moda España en el mundo. «Todos ayudan a hacer un país superior», dijo.
Iglesias presume de ser español donde va. Ha cantando en 20 idiomas y ha vendido mas de 300 millones de discos en el mundo. El concierto de Málaga —ha realizado más de 5.000 a lo largo de su carrera— reunió a casi 7.000 personas de diferentes generaciones. Adolescentes de 18 años, cuarentones y sexagenarios, todos susurrando sus canciones, gritando su nombre y aplaudiendo sus tangos y sus boleros y, como no, también sus ocurrencias.
Anécdotas de su padre
Entre canción y canción recordó anécdotas con su «papuchi», el doctor Iglesias, ya fallecido; sus hijos —los mas pequeños se encontraban en la plaza de toros junto a su mujer Miranda— o su trabajo. «Bailar un tango es como hacer el amor de pie», dijo Iglesias, con su habitual toque irónico al seguir el ritmo de una de sus bailarinas colombianas, de veinte años.
El cantante iba vestido de forma impecable, con traje oscuro y camisa blanca. Su gira mundial lo trasladará ahora a Montecarlo —donde dará dos conciertos—, Girona y, después, a Bulgaria, a partir del mes del próximo mes de octubre.
Julio Iglesias recordó que descubrió la Costa del Sol hace 42 años cuando llegó para recuperarse de un aparatoso accidente que lo alejó del fútbol —era portero del Real Madrid— y lo acercó a la música. Tanto le gustó la zona que se compró una casa en Marbella, donde veranea todos los años con su familia. No sabemos si los Obama habrán hablado con Iglesias para visitar la Costa del Sol, pero si lo han hecho, les habrá contado maravillas porque ama, como dijo en el concierto, a su «queridisima Málaga». A partir de la próxima semana, la primera dama estadoudinense, Michelle Obama, se alojará en el hotel Villapadierna, uno de los más exclusivas de España.


















