Aparentemente son unos inocentes intentos de control lo que los adolescentes intentan con sus parejas y no lo perciben como violencia. Una trampa en la que puede quedar atrapada la mujer, así lo cuentan mujeres como Débora, nuestra protagonista, que con tan solo 17 años comenzó a ser una mujer maltratada. Todo comienza con conductas machistas, por eso es necesario educar e informas mucho mejor a los adolescentes.

