La muerte de la Duquesa de Alba deja a la nobleza española sin su principal referencia. Cayetana murió esta mañana en Sevilla a los 88 años de edad. Aunque su muerte no ha cogido a nadie por sorpresa, la reacción popular, social y política tras su fallecimiento ha sido impresionante. Miles de personas están visitando esta tarde la capilla ardiente, instalada en el ayuntamiento de la ciudad que permanecerá abierta mientras haya ciudadanos que quieran despedirse de la duquesa. -Redacción-

