Las mejores playas para ver el atardecer

Cala Comte, Ibiza

Durante el verano, cientos de personas se reúnen cada atardecer para ver una de las puestas de Sol más mágicas y fascinantes de Ibiza. Música relajante suena desde alguno de los chiringuitos de la playa, mientras la enorme esfera naranja es devorada por las aguas. Quizás antes la haya atravesado algún velero. Al final, muchos aplauden. Cala Comte, en el oeste de la isla, es una hermosa playa arenosa rodeada por dos laterales rocosos. Las vistas que ofrece son espectaculares, con la isla del Bosque enfrente. Si uno se anima, puede darse un chapuzón mientras todavía no ha oscurecido -sus aguas son muy limpias- o cenar a la luz de las velas en alguno de los restaurantes de la zona. No puede ser más romántico.

Se puede llegar en coche, autobús o ferry durante el verano. El barco sale regularmente desde el puerto de Sant Antoni y de varios hoteles por toda la bahía. Tiene aparcamiento, aunque se llena con facilidad.

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Islote de Sancti-Petri, Cádiz

Esta pequeña isla situada en el sur del municipio de San Fernando (Cádiz), enclavada en la desembocadura del caño de Sancti Petri, frente a la playa del mismo nombre, ofrece una imagen de postal. El Sol se oculta detrás de una fortaleza del siglo XVIII declarada como Bien de Interés Cultural. El castillo, baluarte defensivo contra los ataques de piratas, fue duramente bombardeado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y posteriormente en 1823 durante el segundo bloqueo francés. Otros de sus atractivos es un faro y en la antigüedad había un santuario.

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Playa de O Rostro, Finisterre (La Coruña)

La magia de Galicia se extiende desde la orilla de sus costas hasta sus bosques profundos y la piedra de sus ciudades, pero uno de sus mayores atractivos es saber que uno puede alcanzar el fin del mundo sin irse muy lejos. Es ahí, en esa última frontera del oeste, donde se oculta el Sol. Uno de los lugares más hermosos para observar cómo el mar devora al Astro rey es la playa de O Rostro en Fisterra (La Coruña), un arenal virgen de una belleza salvaje que deja sin respiración. La playa, de forma rectilínea, está rodeada de parajes naturales, con dunas largas y suaves de arena blanca y una vegetación de cardos, juncos y espadañas. Las gaviotas, los chorlitos, los ostreros e incluso el martín pescador comparten espacio con personas amantes de la naturaleza y aficionados al senderismo. Pero cuidado, es una playa especialmente peligrosa por el viento y el fuerte oleaje.

Existe una leyenda sobre esta playa que afirma que debajo de sus arenas se encuentra la mítica ciudad de Dugium, fundada por los nerios y que sucumbió bajo una enorme ola. Algo debe de haber, porque allí se han encontrado notables restos arqueológicos.

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El Palmar, Vejer de la Frontera (Cádiz)

La enorme playa del Palmar, en Vejer de la Frontera (Cádiz), es un lugar donde disfrutar del ocaso después de haber agotado el día practicando surf o bodyboarding, ya que es el spot más conocido del sur español y tiene fama internacional. El arenal de 4.200 metros de longitud, de fina y dorada arena, tiene aguas muy limpias y de poca profundidad. Aunque no existen urbanizaciones cuenta con muchos servicios, como supermercado, farmacia, restaurantes, hostales, vigilancia de playa, puesto de socorro, aparcamiento, etc. Está separada en muchas de sus zonas por dunas naturales con pasarelas de acceso.

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Benirrás, Ibiza

La playa de Benirrás, a 9 kilómetros de San Joan, es una de las más famosas de Ibiza. Pequeña, rodeada de un frondoso bosque, protegido entre colinas, permite disfrutar de una de las puestas de sol más bellas del mundo. Sus aguas limpias invitan durante todo el día, pero es en su hora mágica cuando resulta irresistible. Los domingos por la tarde se celebra allí la mágica fiesta de los tambores, cuando el sonido de estos instrumentos acompañan la llegada de la noche. Una experiencia quizás concurrida en demasía en los últimos tiempos, pero única e inolvidable. Otro de los lugares emblemáticos en Ibiza para ver el atardecer es el Café del Mar, donde no cabe un alfiler.

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Playa Papagayo, Lanzarote

La playa Papagayo, cerca del núcleo turístico de Playa Blanca, es una de las más famosas de Lanzarote. Su arena dorada y el contraste de azules de sus aguas la hacen irresistible. A lo largo de sus dos kilómetros de extensión, se encuentran diferentes calitas, la mayoría de ensueño. Es uno de los mejores lugares de la isla para ver la puesta de Sol.

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La Canaleta, Punta Umbría (Huelva)

Cuando el cielo se vuelve naranja y el Sol empieza a despedirse, el lugar donde estar es la playa de La Canaleta, en Punta Umbría (Huelva). Los hosteleros han sabido sacar partido a este regalo de la naturaleza y han montado distintos chiringuitos, como el famoso Mosquito Club, donde tomarse una copa o un refresco contemplando el final del día con música chill-out. El ambiente es joven y desenfadado.

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Playa de las Catedrales, Ribadeo (Lugo)

La playa gallega de Las Catedrales, en Ribadeo (Lugo), es una de las más hermosas de España. Merece la pena visitarla en marea alta, cuando el agua alcanza los acantilados. Las puestas de Sol juegan con las extrañas formas de las rocas, toda una oportunidad para los amantes de la fotografía.

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Playas de Gozón, Asturias

La playa de Tenrero o Verdicio se encuentra en una parroquia del mismo nombre del concejo de Gozón, al oeste del cabo de Peñas. Tiene uno de los conjuntos dunares más espectaculares de Asturias. Si uno quiere quedarse a observar el ocaso, es mejor que se lleve un jersey, no vaya a ser que el fresco del Cantábrico le juegue una mala pasada. Si además se quiere mejorar mucho la experiencia, nada mejor que mirar hacia el oeste desde el Cabo Peñas.

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Zahora, Caños de Meca (Cádiz)

La puesta de Sol en la playa de Zahora, en el Cabo de Trafalgar, es una de las más impresionantes de la Costa de la Luz. En un paraje natural sin urbanizar, se extienden 7.800 metros de arena dorada y fina. Es muy posible que las cañas de los pescadores se recorten en el cielo anaranjado de la tarde. Se encuentra muy cerca del Parque Natural de la Breña, donde se puede practicar senderismo y visitar sus impresionantes acantilados. Al sur, la zona del Faro de Trafalgar. De postal.

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