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Los expertos rectifican al asegurar que el riesgo de accidente del paciente con TDAH es menor del que se creía

Hay que evitar conducir durante los primeros días de tratamiento debido a los fuertes efectos de la medicación.

J. L. A.

Los conductores que tienen déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) tienen menos posibilidades de sufrir un accidente de las que inicialmente se creía, según destaca la revista ‘Tráfico y Seguridad Vial’ de la Dirección General de Tráfico.

La organización Accident analysis and prevention ha publicado un metanálisis de la relación entre TDAH y accidentes de tráfico que concluye que el riesgo del paciente de verse implicado en un accidente, comparado con el conductor sin ese trastorno es de 1.36. Si se cuentan los kilómetros recorridos, el riesgo es menor.

Este estudio, comparado con los realizados en los años 90, señala que el riesgo de accidente de estos pacientes es menor de lo creído, y similar al de otros pacientes, como los de trastornos cardiovasculares. Según los expertos, esta mejora se debe, probablemente, al mejor control actual de estos pacientes y a los avances en los medicamentos usados.

El TDAH es un problema del comportamiento, más frecuente en varones, que afecta al 5-10% de la población infanto-juvenil. Los estudios han demostrado que del 60% al 75% de los niños con TDAH presentan los síntomas hasta su edad adulta.

Estudios previos indicaban que los conductores con TDAH adoptan conductas de riesgo con más frecuencia, cometían más ‘violaciones’ de las normas de tráfico, y tenían un mayor riesgo de verse implicados en accidentes de tráfico. Como los conductores más jóvenes presentan tasas más elevadas de accidentes, la relación TDAH-accidentalidad siempre ha sido objeto de especial atención.

Consejos para el conductor con TDAH

- Hable sinceramente con su médico para decidir las pautas de conducción más seguras en base al momento en que se halle.

- Tenga en cuenta el consejo del médico sobre los efectos secundarios de la medicación. Evite conducir en los primeros días de tratamiento y con cambios de dosis.

- Tener que conducir no debe ser excusa para dejar el tratamiento, ni cambiar sus pautas.

- No conduzca si nota nerviosismo, somnolencia, temblores, alteraciones de la visión, movimientos anormales...

- Adapte su conducción a su estado. En todo caso, descanse cada 2 horas o más si está cansado, nervioso o con dificultad para mantenerse alerta.

- Si debe hacer un viaje largo, prepare previamente su recorrido. Recuerde que en la conducción es fundamental mantener la calma y evitar decisiones precipitadas.

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