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tribuna abierta

La vía báltico-catalana

ángel hernández guardia

Las organizaciones civiles y paramilitares, pagadas por el ultra catalanismo y por el gobierno catalanista de la Generalitat, han convocado para esta Diada de 2013 una acción a la que han denominado “la Vía Catalana”, que no es otra cosa que el ensayo sobre otro modelo del ultra nacionalismo europeo, el llamado modelo báltico o Vía Báltica.

En diciembre de 2011 en El Viejo Topo Nº. 287, un histórico ortodoxo del PSUC, Don Higinio Polo, escribía un acertado análisis al que titulaba “Veinte años después de la URSS” en el que describía entre otros acontecimientos relacionados con el desmoronamiento de la Unión Soviética, y las influencias de los nacionalismos en ellos, entre los que mencionaba el proceso seguido en los países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania.

Las propias asociaciones convocantes, utilizaron en la presentación a dos de los organizadores de la Vía Báltica para que no cupiesen dudas sobre este modelo a seguir. Tal como analiza Higinio Polo en el citado articulo, el personaje estonio al que invitaron, Henn Karitz, era un Comandante de la Guardia de Fronteras (Departamento de Protección del Territorio), miembro del Partido Comunista y del Soviet de Estonia que corrompidos por el nacionalismo y los dolares occidentales, traicionaron al Soviet Ruso y al “renovador” Gorbachov y formaron los llamados Frentes Populares bálticos.

El 23 de Agosto de 1989, se había organizado la llamada Vía Báltica en un acto revolucionario, que formó una cadena humana entre los tres países y que fue utilizado como un símbolo por el nacionalismo báltico. Lo que habría de ser el paraíso para los ciudadanos bálticos, con sus recursos propios y una economía prospera dentro de la Unión Europea, 20 años después es una catástrofe. Una ponencia presentada en 2010 en un simposio en el Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo, certifica dicho fracaso social, político, económico y humano.

En Diciembre de 1991, la URSS decidió convocar un referéndum sobre el mantenimiento o no de la Unión, pero los nacionalistas de seis repúblicas se negaron a participar, tal vez porque preveían el resultado: Participación del 80%, y 76'4 % a favor de la permanencia contra 21'4 por la separación (en Estonia, Letonia, Lituania, Armenia, Moldavia y Georgia). El resultado de su independencia 20 años después ha sido desastroso para todas ellas, que no aceptaron el “Derecho a Decidir” y mantuvieron la declaración de independencia unilateral, aprovechando lo que Yelsin proclamo como la “via militar del socialismo al capitalismo”.

El Frente Popular Estonio, de cuyo Estado Mayor formaba parte el Coronel Henn Karitz, comenzó tomando medidas étnicas de carácter racista, restringiendo la participación de los ciudadanos bálticos eslavos favoreciendo a los ciudadanos letones, en base a los objetivos “nacionales” de la causa separatista. En la actualidad, los problemas generados sobre minorías nacionales aun continúan, que han dad lugar a la existencia de más de 250.000 bálticos No-ciudadanos, carentes de nacionalidad, por no habitar en dichos países antes de 1940. Estos hechos propiciaron la creación desde la Unión Europea de la Comisión para los Derechos Humanos y las Cuestiones de las Minorías.

En la actualidad, con gobiernos corporativos, con interconexión entre la economía pública y privada, con tendencias ultra nacionalistas y xenofobas, militaristas o militarizados, euroexcepticos, pueden verse obligados a salir del Euro para evitar una fuga de trabajo y de capital, constituyendo un ejemplo extremo de cuanto es capaz una población la destrucción de sus niveles de vida sin rebelarse. Ante esta situación, los estonios de Henn Karitz, ya han empezado a decir que ellos no son letones, sino escandinavos.....como sus vecinos de Finlandia.

Hacia esa propuesta es donde nos quiere conducir el separatismo catalán y su infinidad de modelos (irlandés, escoces, kosovar, balcánico, báltico, etc). La mayoría de los catalanes no queremos ese futuro.

Ángel Hernández Guardia es presidente del Movimiento Cívico 12-O

La vía báltico-catalana

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